Este es un trabajo de Saúl Martínez realizado para la materia Cartografías de la Comunicación III de la Carrera de Comunicación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (Verano 2025, Dr. Eduardo Portas)
Sumario
Para este trabajo se estudia el oficio del microbusero en la Ciudad de México como una práctica urbana cargada de memorias, resistencias cotidianas y se entrevistó a un conductor con larga trayectoria con la finalidad de conocer su historia de vida, los retos de su trabajo cotidiano y la relación que tiene con la ciudad a partir de su ruta. Este proyecto tiene como finalidad visibilizar el papel que juegan los microbuseros en la movilidad urbana e identificar su trabajo como parte del patrimonio cultural vivo de la ciudad, el documental contribuye también a un entendimiento más afín del transporte popular y de los oficios que sostienen la vida cotidiana en contextos donde la informalidad y la transformación del espacio urbano están presentes todo el tiempo.
Introducción
El transporte público es parte de las estructuras más elementales de la vida urbana y dentro de él el oficio de microbusero ha sido importantísimo para el funcionamiento de la vida cotidiana de la Ciudad de México. No obstante, el trabajo de microbusero ha sido históricamente invisibilizado o incluso estigmatizado por su relevancia social, económica y cultural. En el presente trabajo se analizan la vida y el oficio de un microbusero, se examina su experiencia desde una mirada humana, situada, y conectada profundamente con el espacio que recorre en su trayecto cotidiano.
El trabajo del microbusero se explora y se aborda a partir de tres ejes fundamentales. Las trayectorias del trabajo de microbusero como parte de la transmisión de saberes prácticos en contextos informales; la construcción de la identidad a través del oficio y el trabajo del microbusero como portador de la memoria urbana. A través de una entrevista documental y del registro audiovisual del día a día se entiende el valor social de esta figura y se rescatan las historias que circulan entre rutas, paraderos y pasajeros.
Preguntas de investigación
1.¿Cómo ha sido la trayectoria de vida personal de “el mayo” dentro y fuera de
su trabajo?
2.¿Qué valores, emociones y experiencias han marcado su historia?
3.¿Cómo se entrelazan su identidad personal y su rol como microbusero en su vida cotidiana?
Objetivos de Investigación:
1.Reedificar la historia de vida de un conductor de un microbús desde la relación de lo íntimo humano.
2.Identificar los momentos nodulares, las problemáticas y los aspectos
aprendidos en la trayectoria de vida de “el mayo”.
3.Visibilizar de qué manera la experiencia del trabajo de microbusero se enlaza con su identidad, relaciones e ilusiones.
Justificación de la investigación
Me gustaría hablar sobre la vida de los microbuseros ha marcado toda una época en la historia urbana y social de la Ciudad de México. El estudio de esta vida es pertinente ya que permite abducir de qué forma las trayectorias de cada uno de ellos se van entrelazando con los procesos más amplios de la transformación social y de la movilidad urbana, así como de la vida cotidiana en la capital. Ser microbuseros no es sólo un trabajo, es también una forma de habitar la ciudad, es resistir, es adaptarse, es construir comunidad frente a las problemáticas del medio urbano.
Dicha investigación tiene sentido porque busca recuperar una historia personal que muchas veces no aparece en la voz del discurso hegemónico sobre el transporte público.
Mediante un enfoque documental, se trata de hacer ver cómo la experiencia de un microbusero no es únicamente laboral, sino que también considera dimensiones afectivas, familiares, culturales y simbólicas que forman parte de su propia identidad. En este sentido, la forma de darle sentido a su historia de vida ofrece un punto de vista íntimo y profundamente humano de un actor urbano, ampliamente estigmatizado u olvidado.
La documentación de esta experiencia también conlleva la posibilidad de la reflexión acerca de la manera en que los trabajadores del transporte van construyendo sentido en su quehacer diario, la manera cómo van haciendo frente a lo nuevo en la ciudad nuevos sistemas de transporte, etc. y los valores, las memorias y los sueños que sostienen su andar. La memoria de esta experiencia no solo le dará voz a una determinada historia, sino que ayudará a entender cómo los relatos de vida, las biografías, son espejo de fenómenos sociales como la desigualdad, la informalidad, la migración interna o la lucha por el reconocer social.
Finalmente, el documental intenta hacer empatía, escucha y memoria. Documentar y visibilizar este relato, ayuda a formar el acervo de relatos urbanos que ayudan a entender la Ciudad de México desde abajo, la mirada de quienes la caminan y la soportan diariamente. Esta investigación podrá ser la base para futuras investigaciones en torno a la movilidad, la identidad, la memoria urbana y el trabajo en el espacio público.
Metodología
Una revisión documental de estudios sobre trabajo informal, transporte urbano y representación social de los oficios populares en México. Se revisarán crónicas periodísticas y antecedentes de investigación que den cuenta del conductor de microbús, de la movilidad en la urbe y de las relaciones entre trabajo e identidad en el ámbito urbano. Vídeo entrevista a profundidad a un microbusero en activo no sólo de su trabajo, sino fundamentalmente de su historia de vida (infancia, familia, vivencias, sentimientos, vínculos afectivos, temores, sueños, reflexiones sobre su papel en la ciudad). Observación participante y toma de registro audiovisual tendrán lugar en los recorridos del microbús, lo que implica en el transcurso de la realización del trabajo cotidiano y la interacción con los pasajeros
Hipótesis
La actividad de quien conduce el microbús representa un saber práctico, un saber vivencial que ha sido menospreciado históricamente, pero que constituye a la vez una forma activa de memoria, resistencia y pertenencia en la complejidad urbana de la Ciudad de México. A partir de su vivencia cotidiana, el microbusero no solo traslada individuos, sino que también, a su vez, traslada historias, traslada conexiones, traslada saberes almacenados en el trayecto que dan cuenta de todas esas lógicas invisibles que son parte del hacer social. El presente estudio busca comprender y visibilizar el esfuerzo, la identidad y la función social que asumen en medio de condiciones de trabajo precarias, el tránsito del transporte público y las políticas de modernización que muchas veces excluyen o desplazan a quienes se han encargado del sostén de la movilidad urbana desde hace generaciones.
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Reporte escrito
Video editado de 5 a 7 minutos
Registro del espacio del trabajo.
Resultados Esperados
Conocer mejor la práctica del oficio del microbusero a partir de su propia experiencia, analizando su historia de vida, sus rutinas cotidianas y las situaciones que enfrenta.
Obtener materiales audiovisuales y testimoniales que den cuenta del valor social, humano y cultural del trabajo que realiza, así como de su vínculo con la ciudad, con los pasajeros.
Visibilizar aspectos poco conocidos del transporte público a partir de la mirada del conductor, participando de una manera más empática y profundo del trabajo que lleva a cabo.
Resultados Deseados
Revalorizar, social y culturalmente, el trabajo de microbusero como trabajo urbano necesario de la vida de la ciudad.
Concientizar sobre la importancia de reconocer y dignificar a quienes trabajan en oficios urbanos que han sido históricamente menospreciados por los relatos de modernización y automatización.
Inspirar otros proyectos que documenten y preserven la memoria viva de los trabajadores del transporte público: su trabajo como un lugar de construcción de la identidad urbana, la movilidad social.
Estado del Arte
Oficios invisibles y saberes en tránsito: el microbusero como agente urbano. El microbusero es un oficio que pertenece a un conjunto de oficios urbanos invisibles que sostienen y mientras tanto y de forma primordial la vida cotidiana en las grandes aglomeraciones urbanas. En la Ciudad de México, el transporte público informal, particularmente el que es realizado por microbuses, representa una red que articula la parte periférica con los centros de trabajo, estudio y de comercio.
Pero la experiencia de los saberes que este oficio en particular implica rara vez son reconocidos como el legítimo conocimiento. Al igual que otros oficios en el sentido más tradicional, el del microbusero puede ser considerado como un “conocimiento situado” (Haraway, 1988), especialmente, los saberes que surgen del cuerpo, del espacio vivido y de la experiencia acumulada. Los microbuseros elaboran una lectura de la ciudad y sus ritmos, peligros, reglas implícitas, atajos y giros necesarios. Este saber no se estudia en libros ni se enseña desde los bancos de las escuelas, sino que se comparte entre colegas, se pone en práctica, se traduce en cada maniobra. En palabras de González (2007), los oficios tradicionales incluso en la ciudad se atienen a la resistencia cultural de las estandarizaciones impuestas por la modernidad. En este sentido, conducir un microbús no es solamente manejar una máquina, sino que es atravesar un sistema de relaciones sociales, espaciales y económicas.
El cuerpo que pone en práctica: gesto, control y memoria muscular. El trabajo del microbusero es intensamente corporal y supone atención sostenida, trabajo coordinado, resistencia a la cansancio y vigilancia emocional permanente. Cada maniobra es un gesto aprendido con el tiempo; cada trayecto, una prolongación de su memoria muscular. Como dice Sennett en El artesano, el pensamiento técnico no se refiere solo a ideas abstractas, sino que se encuentra también en la acción y en la repetición mediante la que mejorar lo que se hace. En este sentido, el microbusero desempeña un papel de coreógrafo urbano: sus movimientos al volante, sus reflejos, su escucha atenta a lo que le rodea son parte de una práctica técnica profundamente incorporada. Según autores como Ingold (2013), al analizar el trabajo también se debe romper la dicotomía entre mente y cuerpo. «Hacer es pensar», afirma el autor, y esta premisa también es válida en el oficio del microbusero: el microbusero es capaz de anticiparse, reaccionar, interpretar muchas señales, visuales, auditivas y sociales, para lograr desplazarse en el espacio. Este saber, que generalmente no se verbaliza, es lo que Polanyi (1966) propone como «conocimiento tácito», un tipo de inteligencia práctica que raras veces se reconoce como tal.
La técnica como red urbana: caminos, relaciones y útiles. Desde una vertiente técnica, la tarea del microbusero (conductor de microbús) no sólo será el manejo del vehículo. Es una práctica relacional: pone en conexión objetos, cuerpos, espacios y tiempos. En el sentido de Simondon (1958), decir que la técnica no ha de reducirse a un listado de procedimientos mecánicos es admitir una forma de individuación: cada microbusero amolda su práctica a las condiciones particulares del microbús con el que trabaja, de la ruta que sigue y de la comunidad en la que habita. El microbús en sí mismo modificaciones, ruidos, decoraciones, arreglos oportunos hasta cierto punto resulta ser una prolongación del microbusero. La teoría del actor-red (Latour, 2005) resulta pertinente en este caso: sugiere que lo humano y lo no humano (el volante, el motor, el asiento, la temperatura del ambiente, el tráfico, etc.) co-construyen las acciones. El microbusero no “hace andar” un vehículo, ya que su trabajo está atravesado por la interacción con los pasajeros, paraderos, señales de tránsito, policías, peatones y la misma máquina. Su cabina es un centro de operaciones desde donde vigila, decide y reconfigura el recorrido de un momento a otro.
El oficio, la narrativa y la comunidad: el microbús como espacio de memoria. Más allá de las cuestiones más técnicas, el oficio del microbusero es un oficio que también tiene una carga narrativa. Cada trayecto lleva consigo historias: las de las personas que suben a un microbús, las que remiten a los barrios que se atraviesan, las del conductor. La antropología del trabajo ha mostrado que los oficios populares funcionan como reservorios de memoria social (Candau, 2002). En el caso, el microbusero recuerda no solo rutas, ni tampoco esquemas de tráfico, sino que él recuerda caras, hábitos, tensiones, anécdotas. Su relato va a enriquecer la memoria viva de la ciudad. La comunicación que sucede en el microbús no se agota en el lenguaje verbal. Hay silencios tensos, gestos que hacen bien, miradas de advertencia o cómplices. El microbús es un escenario donde unos roles sociales se representan: el conductor, el cobrador (cuando lo haya), el estudiante, el trabajador, el vendedor de la calle. Siguiendo a Schechner (2002), toda práctica también lo es. El microbusero representa su rol ante los pasajeros, pero también ante una ciudad que lo regula, lo margina o lo ignora.
Transporte popular y patrimonio: tensiones entre la tradición y la modernidad. En los últimos años, el transporte público informal ha sido sujeto de las más diversas políticas de regulación y «modernización», muchas de las cuales asumen la desaparición del microbús como figura urbana. Mientras ciertos programas abogan por mejorar las prestaciones del servicio, otros tienden a eliminar prácticas socialmente y performativa mente relevantes. La figura del microbusero se encuentra desplazada en la tensión entre ser considerado símbolo del desorden para unos y un vector de autonomía, comunidad y subsistencia para otros. Según del patrimonio inmaterial (UNESCO, 2003), los oficios como el del microbusero son dignos de construirse antes que desaparecer. La desaparición de algunos de estos oficios, de alguna manera, supuso un cambio en el paisaje urbano, pero también que una forma de conocimiento relacional que permitía poner en valor la ciudad desde abajo, desde el volante, se desgastara hasta desaparecer. Tal como expresa Bourdieu (1984), los trabajos manuales y no académicos tienden a ser los menospreciados en nuestras sociedades modernas a pesar de que el valor práctico y simbólico de los mismos sea extraordinario.
Nuevas lecturas desde la comunicación y los estudios urbanos. Los nuevos estudios culturales y de la comunicación han comenzado a dirigir su atención a otra modalidad no convencional de la mediación: una que se produce no en pantallas, sino en cuerpos, vehículos, trayectos. Autores como Martín-Barbero (1987) o García Canclini (1995) han propuesto un desplazamiento de la mirada desde los medios hacia las mediaciones sociales, de modo que la figura del microbusero se convierte en clave para rastrear las tensiones entre informalidad, tradición, movilidad y poder en la ciudad contemporánea. Aún más, frente a las crisis actuales económicas, ecológicas, sociales el microbús representa también y en este sentido una forma de movilidad resiliente y cercana. No se trata, con ello, de idealizar el modelo, sino de identificar en él un conjunto de saberes y relaciones que podrían ser claves para pensar sistemas de transporte más humanos, comunitarios y sostenibles.
Marco Teórico
a) Datos Biográficos del Autor PrincipalJean Lave (nacida en 1939) constituye una antropóloga social estadounidense, famosa por sus ideas sobre la teoría del aprendizaje situado, las comunidades de práctica. Su posición ha sido muy importante para poder comprender cómo los aprendizajes pasajeros se producen fuera de los espacios formales y, en particular, en los contextos sociales y laborales reales, especialmente en aquellos oficios y saberes que se han ido transmitiendo por las comunidades. Esta perspectiva de la práctica social y del aprendizaje es fundamental para entender cómo los microbuseros aprenden y van perfeccionando sus conocimientos prácticos mediante la experiencia cotidiana de conducir y gestionar la ruta, con otros conductores, así como los pasajeros y el espacio urbano.
Su trabajo junto a Etienne Wenger define la idea de comunidades de práctica, que explica la transmisión del saber intergeneracional y la transmisión social de saberes que no se enseñan en las disposiciones educativas, sino que se aprenden «en el hacer», un marco teórico que resulta especialmente útil para poder analizar los oficios urbanos informales como es el del microbusero.
b) Principales conceptos

c) Relación con el Objeto de Estudio
La historia de vida, como saber metodológico, deja acceder a la subjetividad del microbusero y no lo representa desde la lógica del dato técnico o técnico estructural. No se intenta representar al conductor como una cifra o una parte de la estadística, lo que se trata de representar es un sujeto que recupera su memoria, su afecto, sus contradicciones y su capacidad de agencia. En este sentido, el enfoque biográfico que propone Daniel Bertaux construye un marco básico para trabajar y tener una comprensión del relato del protagonista. El concepto de trabajo informal también es esencial, ya que permite contextualizar el oficio del microbusero al interior de la lógica de exclusión y adaptación que caracteriza el sistema económico urbano en México. El trabajo informal no es una excepcionalidad, como plantea De la Garza (2010) sino una forma legítima de inserción en la vida productiva, dirigida por sus reglas, sus redes y sus saberes. En paralelo, la idea de identidad narrativa que formula Paul Ricoeur permite entender cómo se establece el protagonismo del documental a partir de la construcción de la identidad que va produciendo el protagonista a partir de la narración de su vida: qué momentos selecciona, qué valores acentúan, de qué manera resignifica el pasado y de qué forma proyecta el futuro. Todo ello está interrelacionado con el sí mismo y el relato audiovisual. Por otro lado, el concepto de ciudad viva (Lefebvre, 1974) es clave para interpretar la manera en que el microbusero se relaciona con el espacio urbano. En su mirar se ponen de manifiesto dimensiones sensibles, simbólicas y afectivas de la ciudad no representadas en los mapas oficiales: la ciudad del volante, la ciudad del tránsito, los pasajeros, la ciudad de los tiempos muertos, la ciudad de las rutas invisibles. Por último, la obra de Stuart Hall acerca de la representación nos permite problematizar las imágenes estigmatizantes que han producido los medios sobre los microbuseros y nos empuja a volver sus narrativas en las que recobran su humanidad, su complejidad y su dignidad. Desde tal cúmulo de teoría as se inicia la construcción del enfoque metodológico y narrativo del documental. En él se da cabida a escuchar, comprender y dar cuenta de una existencia a través de su propia voz, lo que permite no imponerle una interpretación, sino vincularse a ella desde una cercanía moral, estética y política.
Resultados
Tabla 1. Principales líneas discursivas de la entrevista realizada a Amador Villa Mateos “Mayo”, Álvaro Obregón, Ciudad de México.


Análisis de Resultados
La actividad del microbusero, tal y como se descubre en el testimonio de don Ernesto Pérez, tiene, sin embargo, dimensiones que van más allá del hecho de conducir un microbús. Mediante las teorías del aprendizaje situado de Jean Lave y Etienne Wenger, así como con otras formas de abordar la cuestión desde la antropología del trabajo y los estudios culturales, podemos desentrañar los sentidos que este trabajo contiene.
Para don Ernesto, conducir un microbús no es solo una actividad mediante la cual obtiene recursos económicos, sino que es un modo de vida vinculado a la memoria y al propio territorio. La frase de don Ernesto “me sé cada bache, cada esquina, hasta dónde hay menos peligro para bajar gente” coincide con el concepto del conocimiento situado, de acuerdo con el cual el aprendizaje surge de la práctica social en contextos situados (Lave & Wenger; 1991). Este conocimiento no es académico, pero se encuentra enraizado hasta lo más profundo del cuerpo, en el gesto y lo emocional.
De igual manera, su continua interrelación con los restantes conductores y los demás pasajeros pone de relieve la noción de comunidades de práctica (Wenger, 1998) en las que el saber es transmitido no mediante manuales, sino mediante la práctica, la observación, mediante la práctica grupal del saber. Por lo tanto, la ruta se convierte en un espacio compartido, un lugar donde se negocian las normas, donde se Guía conducir o los códigos, las formas de ser conductor. “Aquí ya todos nos conocemos”, señala Don Ernesto, en referencia a una red de relaciones que dotan de sentido y pertenencia a su oficio.
En su enunciado también se adivina la precariedad a la que se enfrenta: “si no salgo, no como”. Frase que pone de relieve las condiciones laborales del transporte informal, configuradas por la falta de seguridad social, la variedad en los ingresos y la extensión de las jornadas de trabajo. Pero esta misma precariedad también se entrelaza con una vocación digna del oficio. En su enunciado se puede ver una práctica digna como la del orgullo, la resistencia y el profesionalismo: “tiene que salir a dar la cara, aunque el tráfico esté pesado”.
Desde el punto de vista simbólico, el microbús y su conductor podrían considerarse parte del patrimonio cultural vivo (UNESCO, 2003). Don Ernesto, aunque no lo expresa explícitamente, está conservando una forma de movilidad, una forma de relacionarse con la ciudad, una forma de identidad urbana que está en peligro de desaparecer por las políticas de modernización del transporte. Su frase de que «ahora nos están quitando poco a poco» no solo expresa una pérdida de carácter material, sino que expresa también un tipo de pérdida de carácter simbólico y cultural.
Además, el microbusero es también un narrador de la ciudad. Su narración de calles, de conflictos, de transformaciones y de rutinas de transporte constituyen una forma de memoria urbana. En la línea de Candau (2002), podemos afirmar que su cuerpo, sus trayectos, sus relatos forman parte de una memoria encarnada que comunica mucho más que datos: comunica una forma de habitar la ciudad.
Finalmente, su narrar y moverse en el espacio urbano pone en evidencia un conocimiento relacional. Tal como indica Ingold (2013), el hacer y el pensar son inseparables: conducir no es solo un hacer mecánico, sino que es también una forma de pensar con el cuerpo. Cada giro, cada freno, cada charla con el pasajero forma parte del fondo de decisiones y saberes que solo se puede aprender haciendo.
De esta manera, el testimonio de Don Ernesto permite entender al microbusero como uno de los actores sociales primordiales en la existencia de la ciudad. Su tarea, que no tiene que ver con una actividad marginal, está vinculada con un hecho cultural, económico y simbólico que mantiene la movilidad, las interacciones y la memoria urbana. Su voz nos recuerda que, en cada unidad de transporte, hay un relato, un cuerpo, un recorrido, y una manera de pensar la ciudad desde abajo. El oficio, muchas veces menospreciado, se convierte así en una fuente de conocimiento, identidad y humanidad.
Conclusión
El trabajo de los microbuseros es más que llevar un vehículo de un lugar a otro. Es una manera de vida, que tiene preservadas historias, saberes y relaciones que discurren paralelamente y que tienen dificultad en ser percibidas en la cadena de acontecimientos que la rutina de la ciudad nos ofrece. A raíz de la narración de Don Ernesto, pudimos observar que una ruta es un relato, que una parada es un recuerdo y que un/a pasajero/a es una relación entre personas.
Ser microbusero no es un trabajo: es enfrentarse a la ciudad cada día con dignidad, con pericia y con una memoria corporeizada en el cuerpo y en el volante. La historia de Don Ernesto no muestra únicamente el esfuerzo diario por sobrevivir en condiciones precarias, sino también el profundo orgullo de pertenecer dentro de un engranaje de movilidad urbana que sostiene a miles de personas. Conocer su narración de vida hace que sea visible para la ciudadanía aquel sujeto/a que desde el anonimato logra que la ciudad se mueva.
Este video no pretende aplaudir la actividad, sino reconocer su valor humano, cultural y urbano. El microbús es el medio de transporte por excelencia de la ciudad, pero también es un microcosmos donde se cruzan las vidas, donde se escucha la música, donde se intercambian palabras y donde se construye una ciudad de abajo hacia arriba. De igual modo que una colección cuenta historias y guarda emociones, cada ruta recorrida por un microbusero es también una forma de contar y cuidar la memoria colectiva de nuestra ciudad.
En definitiva, este proyecto invita a mirar con otros ojos a las personas que cada día transitan con su microbús. Porque detrás de cada unidad hay un rostro, hay una voz, hay una historia que merece ser contada.
Referencias
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Leal, A., & Crossa, V. (2019). Informalidad, transgresión y regulación en el sistema de transporte público concesionado en la Ciudad de México. TRYSPACES.
Transcripción de la entrevista
Hola ¿qué tal? Gracias por recibirme. Mi nombre es Saúl y estoy haciendo un documental sobre las personas que se mueven a la ciudad todos los días.
Quiero conocer tu historia, tus pensamientos, lo que nadie ve detrás del volante. Esta entrevista es una oportunidad para ponerle rostro y voz y un trabajo que todos conocemos, pero pocos entendemos. Gracias por tu tiempo.
¿Cómo te llamas?
Mi nombre es Amador Villa Mateos, lo cual todo el mundo me conoce con el nombre de Mayo, es como me conoce la mayoría de gente de aquí de Santa Fe y de mi trabajo que es el transporte público.
¿Desde cuándo vives aquí?
Aquí pues toda mi vida, 54 años que tengo.
¿Cómo es un día común en tu vida antes y después de subirte a trabajar?
Pues mi día sí es muy pesado, ya que requiere mucho tiempo. En la mañana que me levanto, normalmente me paro a las seis de la mañana, me preparo para vestirme, para irme a trabajar, pero pues mi día es para llevar en la mañana temprano, tengo que llevar a mi nieto a la escuela, regresar, el tiempo que me queda, desayuno algo, y en el momento que menos pienso, pues ya me están hablando para relevar. Y hacer mis labores en el transporte público.
¿Cómo describirás tu personalidad?
Mi persona, pues en realidad…soy una persona humilde, alegre, amable, toda persona, con sus problemas propios, con sentimientos encontrados, son muchas cosas que se juntan y en el transporte público a veces saca un poquito de estrés uno, pero también a veces creo que trae más uno de lo que es.
¿Cuántos años llevas al volante?
En el volante trabajando llevo normalmente…36 años ya trabajamos en el transporte.
¿Te acuerdas del primer día que manejaste una micro? ¿Cómo fue?
Mi primera experiencia fue una combi. Eso fue en el 90.
¿Qué fue lo que te llevó a subirte a este oficio? ¿Fue elección, necesidad o destino?
Pues más que nada fue la necesidad de trabajar, que no contaba con los estudios necesarios. Y la única manera de sobrevivir fue meterme a este medio de transporte público.
¿Qué has aprendido de la ciudad desde ese asiento?
Bueno, desde ese momento para acá lo que he aprendido es tener valores, tener una gran responsabilidad y la verdad pues me lleva muchas satisfacciones de la cual este he sacado a mis hijos adelante tienen su carrera gracias a Dios por medio de este trabajo he logrado muchas cosas, pude haber estudiado una carrera mucho mejor ¿no? pero no me puedo quejar ya que esto me ha dado para muchas cosas.
¿Qué es lo más difícil de este trabajo que la gente no se imagina?
Pues lo más difícil es en el momento que trabajas el camión que te subes y no sabes en qué momento te pueden asaltar, en qué momento te puede suceder algo, en los tiempos de aguas, cuando los camiones se patinan, los jóvenes que entran ahorita como nuevos pasan sentidos contrarios, se atraviesan, la verdad son muchos riesgos los que corre uno aquí.
¿Cómo cambió tu vida personal al dedicarte a esto?
Pues mi vida personal, pues en sí siempre ha sido la misma, ¿no? Pero… ha cambiado en forma de que he crecido de que pues somos siete hermanos yo soy el más chico de todas ellas y la verdad pues creo que a pesar de ser más chico he logrado tener muchas cosas como saca mis hijos adelante son independientes ya yo rento un departamentito y gracias a dios vivo bien no me quejo tengo lo necesario para vivir bien he logrado muchas cosas y gracias a ese trabajo
¿Has vivido alguna situación que te haya marcado o que nunca olvides?
Sí, vi una muy fuerte, una vez me electrocuté con los cables de alta tensión, tuve heridas de tercer grado, de la cual en momento que yo caí en el suelo yo ya no tenía pulso, en sí yo estaba muerto. Y pues mi cuñado tomó los primeros auxilios y fue como puede revivir a forma de golpes en el pecho, primeros auxilios que me hizo fue eso, fue lo que me hizo revivir y fue una experiencia muy fuerte.
¿Qué significa para ti mover personas todos los días? ¿Sientes una responsabilidad?
Sí. De una ni de dos, unas de 40 personas por vuelta o bajada son 40 personas y todo el día están transportando a la gente si es peligroso, es una responsabilidad porque ellos dependen de ti para que ellos lleguen a sus destinos tanto en sus trabajos como en sus casas.
¿Cómo ves el respeto o el trato hacia los microbuseros por parte de la gente y del gobierno?
Pues hay de todo, hay todo, hay gente que se queja por qué es… porque son unos cafres, porque le suben al radio, porque paran donde ellos quieren, porque se atraviesan o porque va aumentándose la madre, o están al cacharpo y están insultándose y no les importa si la gente lleva a persona y van bien lentos, sea, la verdad sí es algo muy feo, con lo cual la gente tiene que convivir con ellos y ellos con nosotros.
¿Hay algo que extrañes de cómo era antes tu trabajo o cómo era la ciudad?
Hacia los casos como operadores y el sistema de trabajo ya que el gobierno pues cada día nos está haciendo de menos ya que están reduciendo las rutas ya quitaron rutas dos, ya quitaron muchas rutas entonces ellos no se ponen a pensar que en cada unidad hay dos operadores más el dueño son tres personas que dependen de esa unidad para sobrevivir quienes tenemos familia yo ahorita me pongo a pensar más adelante, ahorita tengo 54 no sé cuánto más tiempo pueda yo aguantar y a rato en cualquier trabajo no me va a recibir, por mi edad nadie me va a y ese trabajo yo no tengo no cuento como seguro ni prestaciones ni nada, nada entonces si es difícil.
Si pudieras hablarle directamente a un pasajero común que te gustaría decirle?
Pues a mi me gustaría hablarle un pasajero común normalmente pues sería darle un buen servicio y que esa persona también sintiera lo mismo por que dijera si tu sabes que, oiga, sabe que me permite bajar por adelante o por adelante, si claro, a mi no me molestaría, pero hay mucha gente que no lo entiende, la gente es muy grosera común, a veces tu no tienes que callarse en la boca porque dices algo y ya te están diciendo más.
¿Qué tipo de problemas o riesgos se enfrentan al manejar en la ciudad?
Los problemas que tengo son los enfrentamientos contra compañeros por la pelea del pasaje y peleando por el pasaje. Y los riesgos que tenemos es ese de como todas las unidades que no estén bien de frenos, las tengan en mal estados o que las puertas no estén seguras se puedan salir alguien volando y no estén a la seguridad de que cierren como debe de ser.
¿Qué impacto crees que tiene tu trabajo en tu calidad de vida en general?
Lo más que a ti te… Pues la impotencia de ver que no nos dan la oportunidad de nosotros como periodos de crecer, de hacer algo. es imponente ver que los demás quieren todo para ellos y no le dan la oportunidad de uno de crecer, que el gobierno no ve eso, sea, no ven nuestras necesidades de nosotros como choferes, como empleados, ya que no contamos con el seguro en nada. Es una impotencia de ver que no cuentas con esos servicios cuando tienes una necesidad como haces.
¿Tienes alguna estrategia para hacer más llevaderas las largas horas de trabajo o los momentos difíciles?
Pues normalmente no, porque mi rutina siempre ha sido tranquila, ya que contamos con una base que es con lo que nosotros trabajamos. Yo llego a mis bases, espero mi turno para salir, puedo tardar una hora, hora y media, hasta dos horas, pero el trabajo así no lo pide. Y sí estamos trabajando, así laboramos. La única forma que se puede trabajar bien.
¿Aparte de este oficio tienes alguno más?
Sí claro, tengo otro oficio porque ya que no dependo de este trabajo yo dependo de hacer otras cosas como de electricidad, de plomería, de carpintería, afinaciones un poquito de toda la verdad es que si si meto en la mano muchas cosas y trato de sacar algunos centavitos.
¿Qué te gustaría que las personas supieran sobre tu trabajo y tus oficios?
Pues más que nada a gente que lo que me gusta que supiera de mí, pues pueden contar conmigo y que soy una persona que la verdad pues…Soy humilde, soy sencillo y me gusta ayudar a la gente. A veces me regaña mi pareja o mis hijos porque por las chambas que yo a veces hago no sé cobrar. Me conformo con lo que me da la gente. Pero yo me quedo satisfecho porque sé que se quedan a gusto, quedan satisfechos y gano una amistad con ellos y una confianza que no muchos te la dan. Y pues eso lo que me ayuda a salir adelante.
¿Qué ha sido lo más difícil de tu trabajo diario tanto en el transporte como en el otro?
Pues lo más difícil de mi trabajo es más que nada…los tiempos porque no tengo un tiempo estable, no tengo nada seguro entonces a veces tengo que dividir mis tiempos para poderme repartir y saber qué día si puedo hacer una cosa y qué otro día no lo podría hacer, pero si trato de controlar esos tiempos para evitarme estar estresado de esa manera.
¿Te gustaría seguir trabajando en tus oficios?
Claro.
¿Por cuánto tiempo?
Creo que buscaré el lugar donde medían un mejor sueldo, un seguro, una prestación, todos los servicios.
¿Qué cambios te gustaría ver en tu sector?
Necesito van en cuenta nuestras directivas, los de CETRAM, que en realidad debían de revisar todos los operadores que cuenten con sus tarjetones, que cuenten con el seguro del camino, los uniformes que debemos de portar, como nos corresponde a todos, ya que ahorita es difícil encontrar un trabajo y si lo podemos valorar y cuidar de esa manera, sería muy factible que nos echaran la mano en esos operativos que luego nos hacen ver, checan todo eso en papelería porque hay veces que compañeros se esconden en calles o no.
¿Tú estás de acuerdo de que una persona joven esté adelante sobre un microbus o tenga la seguridad o algo así?
Referente a esto, de que, si los chavos jóvenes ahora están trabajando, una unidad y la manejan, pues la verdad… es que hay muchos problemas aquí, verdad, hay muchos chamacos que la verdad si están jóvenes, es cierto, pero no cuentan con el tarjetón y hay muchos dueños que los permiten trabajar así con tal de estirar la mano y ganar su cuenta, sacar su cuenta ellos estiran la mano y los dejan laborar pero lo que no toman en cuenta es que estos chamacos no cuentan con un tarjetón y llega, pasa un accidente y no cuentan con seguro pasa todo, se pierde la concesión, se pierde todo y lo único malo que yo como…
¿Hay algo que te motive o que te haga sentir orgulloso de tu trabajo?
Algo que me motiva y que me siente, me haga sentir orgulloso de mi trabajo y ese es mi familia. o sea, tu familia es la que más te motiva a seguir día día, soportar ahora sí que, a las personas, su actitud y todo. Sí, exactamente, ya que pues si yo salgo a trabajar es porque yo me gusta llegar con dinero, tengo mis hijos, tengo nietos, entonces yo creo que un nieto, un hijo te pide un refresco o se le antoja unos tacos, es bonito que tú tengas dinero y que digas sí pídelo, yo te los pago, es bonito a no tener dinero.
Bueno, muchas gracias por darme la oportunidad de saber de tu historia de vida, detrás de tu ruta, de cada pasaje. Y hay personas que luchan sueños de experiencias que vale la pena escuchar. Tu voz en este documental va ayudar a que más personas vean lo que hay detrás del volante y que notan lo que creen ellos. Gracias por tu tiempo y mover a esta ciudad todos los días. Hasta luego. Gracias.