Análisis de la estructura de un desfile de moda y su influencia social

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ESTE ES UN TRABAJO DE GISELLE OPALÍN REALIZADO PARA LA MATERIA «TALLER DE INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL» DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA, CAMPUS CIUDAD DE MÉXICO. MTRO @EDUPORTAS (PRIMAVERA 2014)

Sumario: Al contrario de lo que muchos piensan los desfiles de moda no llevan solamente al consumismo. Estos tienen un gran impacto tanto económico, como social y cultural. Tienen los elementos necesarios para que la teoría “Tener o Ser” de Erich Fromm se refleje positivamente. Logran que el “tener” sea sólo una aspiración momentánea, mientras que el “ser” sea un objetivo que se desarrolle diariamente y que se convierta en la aspiración más grande del ser humano.

INTRODUCCIÓN

La moda es algo que se relaciona directamente con nosotros y nuestra vida cotidiana, es un fenómeno y una empresa millonaria, que por más que queramos evitar, esta frente a nosotros. Ésta siempre busca innovaciones y transmitir una ideología de una forma diferente.

La moda no tiene epicentro, no tiene un comienzo, ni ha dejado de ser un privilegio para la elite social, ahora todas las clases sociales son arrastradas por la ebriedad del camino y las fiebres del momento” (Lipovetsky 175).

El desfile de moda es un medio a través del cual el diseñador puede difundir sus ideas, generar conocimiento de marca, conseguir cobertura en los medios y predisposición del público hacia su firma(Villaseca 2). Estos han existido desde 1800 en los salones de alta costura en París, en donde eran mostrados a la gente de clases altas, siempre con un aire de esnobismo y una minoría exclusiva. Estos se han convertido en una herramienta para que los diseñadores muestren a su público y a las personas de la industria de la moda, sus creaciones y su punto de vista de la temporada, para generar una conexión con el público y que este absorba las ideas y la ropa del diseñador.

A partir de los años 20, se empezó a generar una competencia por sorprender cada vez más a la audiencia y no sólo innovar en los diseños, sino en la manera de presentar estos. Se generaron grandes producciones con elementos cada vez más fascinantes desde animales salvajes hasta estructuras impresionantes. Claramente los costos para realizarlos eran cada vez mayores, pero entre más misterio y sorpresa, más aumentaba la audiencia. Desde la invitación, hasta la asignación de lugares, cada detalle es importante para que el diseñador logre captar la atención de una audiencia quien con el transcurso del tiempo se vuelve más exigente.

El trabajo de un desfile empieza de tres a seis meses antes, cuando el diseñador junto a los productores empiezan a trazar el rumbo que quieren que su colección tome esta temporada. Obtienen la inspiración de otro tipo de artes, ya sea la música, el cine, pinturas o la televisión para darle un formato visual y llamativo.

Cada detalle y cada personaje tiene un papel fundamental y muy importante, desde el director de arte quien monta la escenográfa, hasta el director de casting que genera los atuendos y maquillaje de las modelos. Este evento se basa en los pequeños detalles y el cuidado que se les ponga a estos.

Desde los años cuarenta los desfiles se comenzaron a agrupar en “semanas de la moda”, siete días en una ciudad determinada, en donde los diseñadores más prestigiosos muestran sus colecciones. Las cuatro ciudades más importantes a las que todos aspiran llegar son: París, Milán, Londres y Nueva York, aunque han surgido ciudades como Sao Paulo y Buenos Aires, que cada año encuentran mejores respuestas en el mercado, entre la crítica y el público.

Actualmente los desfiles no son exclusivos, ni elitistas, sino que buscan llegar a las masas. Buscan fijar sus diseños en la mente de la mayor cantidad de gente. Gracias a la tecnología esto es cada vez más accesible y nosotros desde la comodidad de nuestro hogar en México, podemos ver los desfiles de las marcas “Haute Couture” en vivo y en primera fila. Estos desfiles implica una gran inversión no sólo de dinero, sino de tiempo y a mucha de gente, desde los que montan el escenario, los que se encargan de la música, hasta los que maquillan a las modelos o se preocupan de que todos los invitados encuentren su lugar. Pero el motivo de esta investigación esta en averiguar ¿cuánta es la verdadera ganancia de estos desfiles? Y ¿cómo afectan a nuestra sociedad actual? Estamos viviendo en una época del consumismo donde tener sólo lo necesario ya no es suficiente, tener una sola cosa de algún objeto esta fuera de lugar. Pero estos desfiles ¿incitan al consumismo?, ¿a las imitaciones?, ¿a un tema común con mayor gente o al aislamiento?.

La industria de la moda siempre ha sido analizada por su vanidad y egocentrismo, a partir de esta investigación pretendo mediante una pequeña demostración sobre esta área (los desfiles de moda), plantear los esfuerzos y sacrificios que se hacen para mantenerla funcionando, la cantidad de trabajo tanto físico como emocional que se necesita y los grandes efectos, tanto positivos como negativos que tiene en nuestra sociedad actual.

Los objetivos de esta investigación son analizar la estructura de los desfiles de moda, su impacto económico y social y su papel en la sociedad actual. Basándome principalmente en el libro de Estel Vilaseca “Desfiles de moda” y de Gilles Lipovetsky “El imperio de lo efímero, la moda y su destino en las sociedades modernas”.

RESULTADOS

La moda no se identifica en absoluto con un neototalitarismo blando, sino que al contrario permite que se extienda la controversia pública, la mayor autonomización de los pensamientos y de las existencias subjetivas (Lipovetsky 17). Según Shinobu Majima: “la moda hoy en día es una empresa global, que exhibe un sistema más poderoso en la creación de tendencias que otros mercados de materias primas, como los automóviles y la electrónica” (Textile History). Pero además de innovar, es una de las empresas más rentables del mundo, (se calcula que la industria de la moda británica aporta un valor de £ 21 billones a la economía del país –Fashion worth £21bn to Britain’s econom’y.–). y logra a través de la ropa mostrar un punto de vista, una ideología que puede generar controversia, felicidad, tristeza, enojo y muchas emociones que se quedan plasmadas en la mente de una gran cantidad de gente. Del Olmo, ha establecido que «para que la moda sea aceptada y consumida debe ser, en primer lugar, conocida y seguida, y ello sólo será posible si se conoce y se comunica ( N. Quintas 200) (E. Quintas 200). Esto la hace a través de: “la ley de la renovación acelerada, del éxito de lo efímero, de la seducción y de las diferencias marginales” (Lipovetsky 233).

La moda es una empresa que siempre busca sorprender, cautivar, pero sobre todo innovar. “Una firma que no cree regularmente nuevos modelos, pierde fuerza de penetración en el mercado y debilita su sello de calidad, en una sociedad donde la opinión de los consumidores es que lo nuevo es superior a lo viejo” (Lipovetsky 180).

Los diseñadores preparan una puesta en escena para lograr que su colección sea más consumida y que genere el mayor tema, por la mayor cantidad de tiempo, esto lo hacen a través de los desfiles de moda, que se definen como una herramienta de marketing, un medio de comunicación o actividad a través del cual se transmite de manera adecuada el leitmotiv de una colección (Vilaseca 2). Son una obra de arte que respira. Es el arte, la visión y la cultura en el movimiento (The importance of the runway). Es un evento en donde la coordinación coherente y conjunta de todos los elementos es esencial para lograr la máxima efectividad de respuesta y asegurarse de que el mensaje que se desea difundir sea evidente, no solo para las personas que se hallen en la sala, sino también en la cobertura mediática que se dé sobre el evento (Vilaseca 21). Los desfiles son la cooperación horizontal entre las empresas y se han considerado un factor importante de la innovación tecnológica en muchas industrias (Majima).

El drama de un desfile de moda se deriva de una «doble antagonismo», el primero entre los diversos participantes (diseñadores, productores, modelos , estilistas , etc.); el segundo entre los que producen y los testigos de la actuación. El desfile de moda, como el teatro, media entre la producción y el consumo. Pero el espectáculo de la moda no es sólo teatro o espectáculo, podríamos argumentar que el análisis del marco también se ocupa de los asuntos centrales de la sociología – organización social y estructura social – y con el poder de las estructuras institucionales duraderas para influir en la elaboración de estos (Skov, et al. 25).

Un equipo con experiencia, informado y coordinado, puede ser garantía de éxito. Un desfile de moda es un evento que, a pesar de su breve duración y su carácter efímero, implica una gran cantidad de profesionales y de recursos económicos y logísticos” (Vilaseca 120). Es un esfuerzo colectivo de maquilladores, peinadores, modelos, estilistas e iluministas. Todas la gente trabaja a el mayor grado de perfección, para obtener un resultado coordinado y lo más impactante posible. “Antes de realizar un desfile, se debe planear, desde la localización, la escenografía, el timing de las modelos y sus conjuntos (desde el pelo hasta los zapatos), la contratación del equipo técnico y la seguridad” ( N. Quintas 352) (E. Quintas 352). El director de arte es el encargado de aterrizar todas las ideas, mientras que el director de casting es el encargado de hacerlas realidad en una modelo. Las modelos son fundamentales y las personas clave son las que abran y cierran el desfile, quienes serán los próximos íconos de la temporada, los encargados de transmitir todas las tendencias e ideologías. “Más allá del mimetismo del ídolo, están las aspiraciones y los incomparables sueños de las personas, que se revelan palpablemente en las cartas de los admiradores” (Lipovetsky 248).

El desfile de moda es una herramienta esencial para la modernización de la industria se puede ver en el hecho de que durante la última década se ha producido un crecimiento de las organizaciones de la semana de la moda y desfiles de moda en todo el mundo (Skov, et al. 3).

Un elemento actual que logra conectar a los diseñadores con toda clase de público es la tecnología, quienes tienen mayor acceso a los espectáculos y sin importar su nivel socioeconómico pueden apreciar la ideología de la marca y sus prendas. El uso de las prendas “inusables” es otra estrategia de las marcas más inteligentes para encontrar una manera de conseguir el equilibrio justo y poder vender los diseños a la tienda y al consumidor (Marshal Cohen). Un ejemplo son los clips de vídeo, que son una excelente manera de llegar a una audiencia global a través de Internet y en concreto, todos los medios de comunicación. La oportunidad de compartir clips inmediatamente proporciona al consumidor el control para influir en el público a través de la palabra-de-boca electrónica; una herramienta de marketing inmejorable (Ellie).

Marshal Cohen dice que la semana de la Moda de Nueva York aporta más ingresos a la ciudad que cualquier otro evento anual en el área de NY Metro (NPD). Más que el torneo Abierto de EE.UU. de tenis , juegos de fútbol ​y conciertos. Restaurantes, taxis, hoteles e incluso los vendedores ambulantes experimentan una elevación importante en sus negocios cuando la Semana de la Moda está en pleno apogeo. El objetivo a corto plazo para la Semana de la Moda de impulsar las ventas para las empresas locales es siempre un éxito. 815.000 personas estaban empleadas en la industria de la moda en 2009. Los lugares turísticos pueden recibir un impulso de la industria de la moda también, como la gente quiera visitar London Fashion Week o museos y exposiciones de moda de Gran Bretaña. Se estima que la moda contribuyó 98 mil libras a la industria del turismo en 2009 (Fashion ‘worth £21bn to Britain’s econom’y).

Por otro lado las cifras del coste del desfile pueden ser muy variadas, y van desde los 10 millones de dólares que puede costar el espectacular y mediático desfile de la marca Victoria’s Secret, hasta los 30.000 euros que cuesta producir el desfile de un diseñador independiente. La media se sitúa en los 150,000 euros, cifra que, para muchos, es inalcanzable, por ello existen patrocinios o contextos que ofrecen la posibilidad de hacer presentaciones cuidadosas pero mucho más austeras. (Vilaseca 101). Se debe reservar una parte del presupuesto para elaborar todo el material de comunicación necesario para un desfile: las invitaciones, fotografías de colección (para el dossier de la prensa) y el regalo de agradecimiento a los invitados. “Los diseñadores caen en cuenta del gran valor comercial que genera el espectáculo para atraer tanto a la prensa como a los compradores” (Vilaseca 84).

Estos se llevan a cabo en una semana de lo moda, que surgen cada seis meses, se pueden realizar por unos centavos, en su mayoría proporcionados por los propios diseñadores y patrocinadores. No hay ningún organismo internacional que regule la reproducción de la custodia moral. Cualquier persona puede poner en marcha una semana de la moda, desde Kiev hasta Islamabad. En ciertos países, donde la rivalidad entre ciudades es profunda, hay más de una semana de la moda. Melbourne y Sydney tienen cada uno su propia semana de la moda, al igual que São Paulo y Río de Janeiro, Nueva York y Los Ángeles, Shangai y Beijing. En Moscú existen dos semanas de la moda que compiten en la misma ciudad (Armstorng).

Nada de este trabajo es reconocido sin la difusión, la cual juega un papel fundamental en todas las industrias.

Desde el gabinete de prensa o relaciones públicas se gestionan todas las necesidades de comunicación que genera una marca de moda. Por una parte se trabaja y se crean estrategias de comunicación para dar a conocer la marca, por otra se abastece a los medios de comunicación con la información gráfica y escrita que sea necesaria” (Vilaseca 145).

El objetivo básico es informar y crear noticia, para que el evento trascienda y consiga llamar la atención de los medios (Vilaseca 145). Cada esfuerzo por posicionar el desfile, va a pagar cuentas, cuando la gente sólo hable de este. “¡Viva la publicidad creativa!; a la publicidad se le van los ojos tras el arte y el cine, se dedica a soñar en abrazar la historia” (Lipovetsky 209).

Los desfiles son una parte en donde el trabajo de seis meses se ve reflejado e implica a muchísima gente, algunos nos dejan algo más que ropa y ganancias, al contrario de lo que se piensa la moda y los desfiles no dejan un mensaje efímero, sino que: “Más allá de sus obvias satisfacciones psicológicas, la moda ha tenido una función histórica determinante, reorientar las actitudes individuales y colectivas y difundir los nuevos estándares de vida” (Lipovetsky 252).

Marco teórico. El antimaterialismo emocional de Fromm:

Fromm propone que el tener es muy diferente al ser. Si el único objetivo del ser humano es “tener “objetos, este terminara convirtiéndose en uno. Si busca “ser” tiene que realizar actividades en donde pueda explayarse y utilizar todas sus capacidades y talentos.

Describe como las civilizaciones surgieron porque el hombre tenía un pequeño dominio a la naturaleza, lo que se magnificó con la revolución industrial.

El progreso industrial, que sustituyo la energía animal y la humana por la energía mecánica y después por la nuclear, y que sustituye la mente humana por la computadora, nos hizo creer que nos encontrábamos a punto de lograr una producción ilimitada y, por consiguiente, un consumo ilimitado; que la técnica nos haría Omnipotentes; que la ciencia nos volvería omniscientes. Estábamos en camino de volvernos dioses, seres supremos que podríamos crear un segundo mundo, usando el mundo natural tan sólo como bloques de construcción para nuestra nueva creación.” (Fromm 4).

Dice que el objetivo del ser humano siempre ha sido el hedonismo, satisfacer todos sus placeres y deseos.

Este concepto pudo surgir fácilmente cuando «ganancia» dejó de significar «ganancia del alma» (como en la Biblia, y más tarde en Spinoza) y llegó a significar ganancia material, económica, en el periodo en que la clase media se libró no sólo de sus grilletes políticos, sino de todos los vínculos con el amor y con la solidaridad, y creyó que vivir sólo para uno mismo significaba ser más y no menos” (Fromm 6).

En nuestra sociedad actual el deseo es convertir en propiedad todo el mundo y todas las cosas, incluso a mí mismo.

Afirma que para existir es necesario “tener” las cosas básicas ropa, techo, alimento, etc. Puedes llegar a ser una persona pasiva y refugiarte en lo que ya sabes, u obtener la verdadera sabiduría de la vida investigando, preguntando, esforzándote y fomentando la fuerza física, psíquica y espiritual.

Establece que los problemas predominantes en nuestra sociedad son el afán de lucro, la fama y el poder. Pero afirma que “la supervivencia física de la especie humana depende de un cambio radical en el corazón humano” (Fromm 10).

Este escritor Alemán establece que nuestra sociedad esta basada en objetos como el automóvil, sin embargo estas son efímeras y no las “amamos”, sino las disfrutamos hasta que salga algo mejor. “Nuestra vida en gran parte se ve determinada por las altas y bajas del mercado de autos.

Para los que tienen auto, éste es una necesidad vital; para los que aún no lo tienen, en especial la gente de los estados llamados socialistas, el auto es un símbolo de gozo. Sin embargo, evidentemente el amor al propio auto no es profundo ni duradero, sino una breve aventura amorosa, porque los propietarios cambian con frecuencia de auto ” (Fromm 41).

Hay dos tipos de personas los que se interesan en las personas y los que se interesan en las cosas”. (Fromm 13). Esto lo podemos ver claramente en el amor: hay personas que ven a su pareja como un “objeto”, no una expresión de ser, sino algo que aprisionar, encerrar y dominar. Nos referimos a las personas como posesión «mi médico», «mi dentista», «mis obreros», etc. La gente se considera dueña de un número infinito de objetos y hasta de sentimientos.

Los bienes no son en sí malos, pero se vuelven malos cuando nos aferramos a éstos, cuando se vuelven cadenas que afectan a nuestra libertad e impiden nuestra realización” (Fromm 43). Hoy en día se pone más tensión al consumo que a la conservación y superación.

La necesidad de tener posee otro fundamento: el deseo biológico de vivir. Seamos felices o infelices, nuestro cuerpo nos impulsa a esforzamos por la inmortalidad; pero por experiencia sabemos que moriremos y buscamos soluciones que nos hagan creer que, a pesar de la evidencia empírica, somos inmortales” (Fromm 47). Se explica que el ser humano busca objetos para garantizar la supervivencia por el mayor tiempo, no solo años, sino décadas y siglos. La fama, la celebridad y la publicidad son cosas que buscamos poseer para asegurar nuestra trascendencia. El testamento también es una herramienta para nuestra conservación y por supuesto no dejar nuestras “preciadas posesiones” sin dueño.

También menciona que no todo esta perdido y que muchas veces: “los seres humanos sentimos un deseo inherente y profundamente arraigado de ser: expresar nuestras facultades, ser activos, relacionarnos con otros, escapar de la prisión del egoísmo” (Fromm 57). Expresa que la necesidad de dar y compartir esta presente en miembros de ciertas profesiones, como enfermeras, médicos, monjas y monjes. Algunos de los jóvenes de familias ricas no soportan el lujo y el egoísmo, porque mientras sus familias les dan todas las posesiones materiales que desean, “se rebelan contra la inercia y el aislamiento de sus vidas, porque en realidad no tienen todo lo que desean, y desean lo que no tienen” (Fromm 59).

Dice que el ser humano, no siente miedo a morir, sino a perder sus posesiones. Para vivir plenamente el ser humano necesita una meta clara, acciones y tener conciencia de nuestra crisis actual.

Estas consideraciones parecen indicar que ambas tendencias se encuentran presentes en los seres humanos: la primera, tener (poseer) que en último análisis toma su fuerza del factor biológico del deseo de sobrevivir; la segunda, ser (compartir, dar, sacrificarse), que toma su fuerza de las condiciones específicas de la existencia humana, y de la necesidad inherente de superar el aislamiento mediante la unión con otros (Fromm 60). Poseemos cosas para garantizar nuestra supervivencia y somos de alguna manera para relacionarnos con otras personas de la sociedad y no sentirnos aislados.

El libro de Fromm: Tener o ser, se publico el primero de enero de 1976. Este teoría se desarrollo cuando Fromm tenía 76 años y toda una vida de experiencia, de analizar muchas corrientes de pensamiento, como el judaísmo, el psicoanálisis, doctrinas marxistas y filosofías orientales y analizar aspectos básicos como el amor. Podemos decir que “Tener o ser”, es la culminación de muchas vivencias de Fromm y su visión de la sociedad de los 70, en donde el materialismo y el consumismo se empezaban a formar. En plena guerra fría en donde ser el mejor no era solo un objetivo, sino una necesidad. America Latina estaba llena de dictaduras militares, surgía el neoliberalismo, surgen muchos avances tecnológicos (se llega a la luna en 1969), surge la video casetera. Comienzan los grupos terroristas y los atentados (Munich 1972). El mundo se da cuenta de la importancia de los jóvenes: de la validez de sus ideas y el publico tan consumidor que pueden llegar a ser. Surgen varios grupos de música importantes como: Queen, Abba, Kiss, The Jackson Five, etc.

ANÁLISIS

Esta claro que desde el siglo XX el consumismo ha aumentado considerablemente, la construcción de tiendas y centros comerciales en todos lados, se ha convertido en el negocio principal de nuestra época. Nuestras posesiones se han vuelto igualmente importante que nuestras familias y relaciones personales, en las palabras de Fromm: el “tener” se ha convertido en una prioridad, mientras el “ser” se ha dejado a lado.

La industria de la moda es tachada como egoísta y consumista, en dónde su único objeto es “tener”, los lemas más conocidos de esta industria son: “entre más compras, más feliz eres”, “las prendas tienen seis meses de caducidad, la temporada siguiente ya no valen nada”. Es cierto que el objetivo de la moda, así como de todas las industrias es vender y para hacerlo, sobrepasa cualquier clase de límites. Pero la moda es mucho más que una industria vanidosa y consumista, es un tipo de arte y una manera de expresarse, es la transmisión de un mensaje y la subjetividad de su interpretación, es un trabajo colectivo y son desafíos para cada persona de diferente manera.

Esta industria además de hacernos consumir, nos obliga a deslindarnos de las cosas, para nosotros deshacernos de un coche o una casa, no es una pena; Estas cosas pierden su valor porque no nos encariñamos con ellas, sino con el estatus social que poseerlas implica. La moda ha obligado a los individuos a actualizarse, a tomar decisiones, a ser menos sensibles a los cambios y a las novedades, a hecho que las personas busquen su autonomía y desarrollen su “ser”.

Los desfiles de moda nos muestran otra faceta totalmente diferente y de acuerdo con la teoría de Fromm. Este trabajo de seis meses, en donde una idea es meditada, pensada, aterrizada y llevada a la realidad, mediante muchísimos elementos, para que esta deje la mayor trascendencia posible y permanezca en la mente de los consumidores, es un mensaje, que además de satisfacer los deseos de el cliente, representa un punto de vista de todos lo que lo confeccionaron y del que se atreve a llevarlo, que demuestra a su vez la aprobación y absorción de esta idea.

Estas grandes producciones, representan un desafío diario para el “ser” de todos los involucrados. Representan una oportunidad para superarse, para investigar, para destacarse, para sorprender, para innovar. Las personas siempre tienen que exigirse más, desarrollando así avances en sí mismos, un mayor conocimiento y una necesidad por no sólo satisfacer sus deseos, sino hacer feliz a su equipo y a los cliente.

Los desfiles tienen un gran impacto tanto económico, como social. Económico porque es una inversión a lo largo de seis meses. Se invierte tiempo y dinero en la realización de este, para que sea espectacular y los críticos de moda, los clientes y la mayor gente posible, fije sus ojos en la marca. Esto generalmente funciona y entre mayor sea el impacto del show y de la ropa, mayores ganancias se obtendrán en la temporada. Socialmente se logra una conexión entre individuos, el “tener” pertenencias es básico para vivir, pero también fundamental para convivir y relacionarse con otro tipo de personas. Los desfiles logran homogenizar la cultura, llevándola mediante la ropa a otros lados, dejando que la vestimenta en China sea más parecida a la nuestra o que en Arabia Saudita, se logren procesar nuestras ideas y a lo mejor hasta lleguen a ser aceptadas algún día. Los desfiles logran homogenizar la cultura, pero no al individuo. Este por medio de la ropa, se vuelve más autónomo e independiente, le da la libertad de expresarse mediante el simple hecho de escoger algún tipo de playera, le da la oportunidad de difundir una idea de algún diseñador con el que concuerda. “A mayor libertad de opción e individualización, mayor capacidad de integración social ” (Lipovetsky 259). Las novedades y los cambios son aceptados con mayor facilidad y las opiniones suelen ser más abiertas y suelen recibir mayor controversia. Los temas tabú como la sexualidad, las relaciones entre personas del mismo sexo, las religiones, las enfermedades, etc. Son tratadas con mayor apertura. La moda y los desfiles provocan una mayor exigencia personal: por estar informado, por formar un pensamiento crítico y por trabajar más duro para poseer más pertenencias y satisfacer tu placer, pero también el de los demás, en especial los seres más queridos. Los desfiles logran todas las características del “ser” que Fromm propone: la independencia, la libertad y la presencia de la razón crítica.

Estos eventos son una ventana para no encerrarnos en nosotros mismos, son una oportunidad para dejar de estar obsesionado por la posición social, para interesarnos en otras personas y sus opiniones, en apreciar el arte, la naturaleza y los acontecimientos sociales.

Nosotros buscamos la trascendencia a través de la fama, la publicidad y el reconocimiento, pero los desfiles demuestran que un trabajo en equipo y la conformación en conjunto de algo espectacular, que vale más que un pequeño objeto logrado individualmente. Muestran que destacarse y trascender, no siempre es algo personal, sino que pueden se pueden lograr resultados, más impresionantes, dejando atrás el egoísmo y compartiendo ideas, créditos y legado.

CONCLUSIÓN

Para que un desfile sea exitoso las personas tienen que trabajar en conjunto, “tener” no sirve de nada, mientras que “ser” y utilizar todas las cualidades, junto a un gran equipo, en donde hay que superar el egoísmo e ir un paso más adelante para lograr no sólo amarse a sí mismo, si no amar tú trabajo y a tu equipo, lograr un resultado que traiga beneficios para todos, donde hay que arriesgar y salirse de lo aceptado por la sociedad para ganar. “Los héroes son los que se atreven a dejar lo que tienen y avanzan, no sin temor, pero sin sucumbir a él” (Fromm). Los desfiles de moda reflejan como el “tener” no es nada sin el “ser”.

Referencias Citadas:

  1. Armstrong, Lisa. «Is there a future for Fashion Week?.» Telegraph. N.p., 22 septiembre 2013. Web. Revisado el 28 de Febrero del 2014.

  1. Cohen, Marshal. «The Importance of Fashion Week to the Business of Fashion.» The NPD Group Blog. N.p., 12 septiembre 2012. Web. Revisado el 22 de Febrero del 2014.

  2. Ellie, «Fashion shows going hybrid and the importance of audience participation in extending brand awareness.» Events in a nutshell. N.p., 28 febrero 2013. Web. Revisado el 28 de Febrero del 2014.

  3. «Fashion ‘worth £21bn to Britain’s econom’y.» Telegraph. N.p., 15 febrero 2013. Web. Revisado el 28 de Febrero del 2014.

  4. Jacob, Jennine. «Do Your Readers Care About Fashion Week?.» Independent Fashion Bloggers. N.p., 18 febrero 2014. Web. Revisado el 28 de Febrero del 2014.

  5. Lipovetsky, Gilles. El imperio de lo efímero.Barcelona: Anagrama, 1990.

  6. Majima, Shinobu. «From Haute Couture To High Street: The Role Of Shows And Fairs In Twentieth-Century Fashion.» Textile History 39.1 (2008): 70-91. Textile Technology Complete. Web. Revisado el 26 de Febrero del 2014.

  7. Quintas Froufe, Natalia, y Eva Quintas Froufe. «La Dimensión Comunicativa De La Moda: Apuntes Del Caso Español.” Zer: Revista De Estudios De Comunicacion 1(2010): 197-212. Academic Search Complete. Web. Revisado el 23 de Febrero del 2014.

  8. Skov, Lise, Else Skjold, Brian Moeran, Frederik Larsen, y Fabian Csaba. «The Fashion Show As An Art Form.» Creative Encounters.

Web. Revisado el 26 de Febrero del 2014.

  1. The Importance Of The Runway.» Conscious Collection. N.p., 18 Octubre 2013. Web. Revisado el 22 de Febrero del 2014.

  1. Vilaseca, Estel. Desfiles de moda. España: Promopress, 2010. Impreso.