Este es un trabajo de Sabina Pérez realizado para la materia Cartografías de la Comunicación III de la Carrera de Comunicación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (Verano 2025, Dr. Eduardo Portas)
Sumario
Este proyecto pretende estudiar la experiencia laboral y de vida de Almendra Peña
Gutiérrez, una mujer de 36 años que trabajó por dos años y medio en el sector de limpieza nocturna en moteles de la Ciudad de México. Con una entrevista a profundidad, basada en un análisis o enfoque crítico y centrado en humanidades, se entenderá cómo funciona la violencia, el estigma o el silencio en este tipo de trabajos. A partir de la conexión con diversos conceptos de teorías de la comunicación, nacerá una interpretación del impacto emocional, ético y social que finalmente viven estas trabajadoras. En conjunto, se tiene el fin de visibilizar anécdotas o datos fuertes para dignificar un trabajo que muchas veces es ignorado, y carece de remuneración… pero que persiste como esencial en el funcionamiento cotidiano de algunas áreas de la economía actual, como es en los moteles.
Introducción
Los moteles son lugares a los que casi siempre se les relaciona a primera vista con un consumo sexual y a continuación a lo clandestino y tal vez a lo precario o indebido en cierta forma…Esto hace que los estigmas aparezcan en la foto de una forma u otra. Los moteles forman parte de los negocios invisibilizados donde miles de personas, principalmente mujeres, están a cargo de la limpieza de habitaciones y salas en condiciones que pueden aterrizar en algo más allá de lo perjudicial para la salud en un espectro general. Aunque la labor de limpieza es indispensable asimismo fuera del sector hotelero, se percibe que su desarrollo se ha ido quedando como tabú a la hora del debate público. La mayoría de las trabajadoras son muchas veces provenientes de sectores populares, y luchan con un estigma moral fuerte, y con una forma muy especial de violencia que a veces no es reconocible a simple vista, ya que no se expresa a gritos, si no con puras expresiones, miradas..etc. Son manifestaciones diferentes dependiendo el caso.
Este proyecto nace de una necesidad urgente por dar voz a quienes rara vez la tienen. A través del testimonio de Almendra Peña Gutiérrez, una madre trabajadora y una ex empleada de limpieza nocturna en moteles, se abre un espacio y posibilidad de reflexión sobre cómo se construye y se va normalizando el silencio alrededor de todo esto. Esta entrevista permitirá identificar patrones de trato inequitativo, negligencias y una constante pelea por ser reconocido, en un ambiente donde la importancia y derechos del ser humano muchas veces se quedan en el aire cuando, en cambio, los empleados dan todo lo que pueden, son eficientes y además obedientes.
Preguntas de Investigación
-¿Cómo experimenta un trabajador de limpieza en moteles la violencia simbólica, el estigma inevitable y el silencio laboral?
-¿Qué condiciones materiales, emocionales y éticas enfrenta en este trabajo?
-¿Cómo impacta este estigma en la identidad, autoestima y vida cotidiana del trabajador?
-¿Qué narrativas emergen cuando se les da un espacio libre para contar sus experiencias?
Objetivos de Investigación
-Explorar cómo se vive la violencia simbólica, el estigma y el silencio laboral en este contexto.
-Identificar las condiciones materiales, emocionales y éticas del trabajo de limpieza en moteles.
-Analizar el impacto del estigma en la identidad y autoestima del trabajador.
-Visibilizar testimonios personales cuando se les da voz.
Justificación de la Investigación
Decidí hacer esta investigación porque el trabajo de limpieza en moteles está lleno de estigmas, silencio y condiciones laborales precarias. Los moteles suelen manejarse como algo secreto, y sus trabajadores también quedan atrapados en ese silencio. Esto normaliza una violencia fuerte pero “invisible” hacia quienes hacen labores esenciales, muchas veces por falta de opciones. Creo que muchas de estas personas son maltratadas, invisibilizadas y sin recursos básicos. Por eso, me parece importante investigar y documentar desde una mirada crítica y humana, para abrir un espacio de escucha, reflexión y darle voz a alguien que la necesita. Tal vez así haya más conciencia sobre este tipo de trabajos y el valor que realmente tienen en la sociedad.
Metodología
Primero se hará una investigación documental con fuentes de hemeroteca, biblioteca y digitales. Después, se realizará una entrevista videograbada y se analizará el discurso de la persona entrevistada.
Hipótesis
El trabajo de limpieza en moteles se realiza en condiciones laborales injustas y negligentes, lo que refleja una violencia normalizada y desigualdad social que afecta directamente el bienestar del trabajador.
Productos a entregar
Reporte escrito y entrevista en vídeo (5 a 7 minutos).
Resultados Esperados
Me gustaría que el documental fuera elegido como el mejor video del semestre o, mínimo, sentirme orgullosa del trabajo. No busco ganar, pero sí que este proyecto me dé una señal de que voy por buen camino, que lo que hago vale la pena y me motive a seguir contando historias que normalmente no se cuentan.
Resultados Deseados
Quiero que este proyecto me sirva para conocer más sobre la violencia que enfrentan los trabajadores de limpieza, en especial en moteles. Es un tema del que casi no se habla y que yo nunca había explorado. Me gustaría que este fuera mi primer acercamiento serio, y que más adelante pueda retomarlo en una película de ficción, tal vez con tintes oníricos, inspirada en hechos reales, con un estilo tipo Buñuel o David Lynch. Me imagino una serie de historias en un mismo motel, vistas por una misma persona… algo medio Wes Anderson, pero con mi propio estilo y más “locochón”.
Estado del Arte
El documento académico llamado “Moteles, Hoteles y Residencias”, propone un plan ideal para vigilar la salud y control higiénico de lugares de hospedaje, se apoya en “Soporte legal: Ley 9ª de 1979, título V,…Resolución 3994 de 1994… Obligatoriedad…del uso del condón…etc.” (Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, s.f., p. 1). Este documento quiere revisar bien las áreas hoteleras clave, tres veces al año para detectar cualquier anomalía (biológica, física o psicosocial). Como menciona el documento: “En los establecimientos en donde se identifique la necesidad de mejorar las condiciones higiénico-sanitarias, deben establecerse, en coordinación con el representante legal, planes de mejoramiento, especificando el cronograma de actividades y los plazos de cumplimiento.” (Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, s.f., p. 4). Se propone actuar mayormente en el sector de asesoría y apoyo a todo aquel que esté presente en el sector hotelero. Las inspecciones mencionadas anteriormente deben ser por parte solo de los (grupos de confianza y entidades locales) para una recopilación de datos y mejoría correcta. Como también se señala: “Si como resultado de la visita de inspección se comprueba que el establecimiento no cumple con las condiciones… generando un riesgo para la salud pública, se procederá a aplicar las medidas sanitarias de seguridad y los procedimientos y sanciones…” (Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, s.f, p.4)
En una línea distinta pero complementaria, el artículo académico llamado “¿Qué derechos laborales tienen los trabajadores informales del servicio de limpia en la ciudad de México?” analiza el problema tan grande que son los derechos laborales de trabajadores informales en el servicio público de limpia en la Ciudad de México… Se dice que: “Estos trabajadores son tratados por las autoridades como de segunda clase por su carácter “informal” o “no estructurado” (Espinosa Sánchez, 2013, p.118). Se establece la clara existencia de que realmente existe una diferencia entre lo jurídico que debería estar regulando el servicio y su funcionamiento tal cual es cotidianamente. La autora demuestra que legalmente el servicio de limpia es responsabilidad del Gobierno del Distrito Federal y las delegaciones. De hecho, los trabajadores informales participan sin ningún tipo de reconocimiento legal ni derechos laborales. Pues: “…un empleador considera a un empleado como si no lo fuese, de una manera que oculta su verdadera situación jurídica…se vean privados de la protección a la que tienen derecho”. (Recomendación sobre la relación de trabajo, op. cit., párrafo 4). Se aclama que todos aquellos que realizan efectivamente un servicio público merecen reconocimiento y condiciones laborales decentes. Se concluye que “Un servicio eficiente, además de no ser irregular, ilegal y violador de derechos de sus trabajadores, será aquel que mantenga al Distrito Federal limpio.” (Espinosa Sánchez, 2013, p.118)
Asimismo, el artículo “Vulnerabilidad a los derechos laborales desde las experiencias del trabajador en México” demuestra que, aunque hay leyes en México para proteger a los trabajadores, muchos siguen en situaciones injustas. Se concluye: “…hacen falta organismos que regulen la aplicación de las pautas dictaminadas legalmente en torno a los derechos laborales, debido a que seguimos viviendo bajo un contexto de vulnerabilidad y explotación laboral.” (Cerna-Álvarez, 2024, apartado: “Resumen”). Este documento te hace saber que al día de hoy existen N cantidad de casos de personas con malos tratos laborales. Esto termina: “…afectando no sólo su dignidad laboral, si no su bienestar emocional y social.” (Cerna-Álvarez, 2024, apartado: “Discriminación”). El texto también dice que, como cada vez existe un control de Estado más pobre en cuanto a administración, las empresas se lavan las manos y no respetan derechos. El autor remarca que: “Se pone en tela de juicio la efectividad de los mecanismos del Estado para garantizar el trabajo como un derecho fundamental para los ciudadanos en condiciones que le dignifiquen.” (Cerna-Álvarez, 2024, apartado: “Conclusiones”). Por eso, se propone que debe haber mejores leyes, que debemos vigilar su cumplimiento, y sobre todo crear una cultura laboral que respete el bienestar de los empleados.
En otro campo, el artículo «Factores de competitividad en las organizaciones de hospedaje: caso de moteles», analiza una investigación sobre la competitividad que hay entre moteles en Ciudad Juárez. Se señala: “Las formulaciones innovadoras reflejan una diversidad de experiencia del usuario.” (Reyes Escalante, Vilchis Vidal & Suárez Chaparro, 2019, p.1). Estas innovaciones hacen referencia a cosas como la red Wi-Fi, extras o «amenidades» variadas…etc. Se muestra que: “Los resultados demostraron que hay una convergencia en la estrategia competitiva de estandarización.” (Reyes Escalante, Vilchis Vidal & Suárez Chaparro, 2019, p.1). El punto de este análisis fue determinar la competitividad de estos establecimientos, desde una hipótesis de las cosas o elementos esenciales que hacen a un motel tener permanencia en el mercado. Se nos subraya que de todas formas: “El contratar servicios de hospedaje es parte de un consumo constante en todas las regiones del mundo…” (Reyes Escalante, Vilchis Vidal & Suárez Chaparro, 2019, p.2).
Por otro lado, el estudio «Los moteles como lugares de consumo sexual en función del capital» nos cuenta que los moteles de Bogotá, Colombia, van mucho más allá de las simples habitaciones. El autor explica cómo el dinero invertido en los terrenos influye tanto en cómo se ven las ciudades como en lo que la gente termina haciendo en estos lugares. Se relaciona a esto: “…las dinámicas de consumo sexual que se establecen en los moteles en la ciudad a partir de la intervención de capital en ellos, y cómo este los modela desde las prácticas sociales que construyen los sujetos en dichos lugares.” (Ortiz Daniel, 2018, p.2) El artículo dice que los planes de la ciudad asignan terrenos para todo. Pero conforme a los moteles la mayoría gira en torno a la economía del consumo sexual. Se dice que las personas eligen moteles por cosas como la facilidad de el llegar, si se ofrecen extras y cómo se siente el lugar… “…al mismo tiempo, determina la producción y vivencia de las personas en los lugares…” (Ortiz Daniel, 2018, p.3). El autor analiza para decirnos que hoy en día los moteles en una vista general podrían ser igual de importantes para la economía como lo son el transporte, la seguridad y algunos accesos. Por último, nos dice que es importante cómo alrededor de estos moteles: “…los diferentes comportamientos que tienen las personas en su cotidianidad, les permiten generar una especie de fachada” (Goffman, 1981, p.1).
En un enfoque más histórico, el artículo «Heterotopías de la decencia. Los hoteles de paso en la Ciudad de México a mediados del siglo XX (1952-1966)», se dice que cuando en la Ciudad de México nació el concepto de «hotel de paso», era visto más que nada como un lugar para encuentros sexuales… “Los significados otorgados a los hoteles y otros lugares de la ciudad estaban entretejidos con el impulso urbanizador que cobró vuelo en la capital a partir de la década de 1940.” (Luna, 2022, p.4). Estos causaron problemas, ya que muchos los veían como una amenaza a la familia y a las reglas sociales impuestas. El autor menciona que existían: “…expresiones de preocupación en torno a lugares, sujetos y prácticas consideradas amenazantes o inapropiadas para el orden urbano.” (Luna, 2017, p.4). El gobierno contestaba a las quejas del pueblo haciendo maniobras para cerrar estos lugares, influidos por presión social. El artículo aborda cómo era o cómo se entiende que las autoridades y vecinos construían juntos la moral social… Se decía… “…se trata de un hotelucho.” (Wilcock, 1960, p. 15).
Por su parte, el artículo «La prevención de las situaciones de impacto emocional en el ambiente laboral» estudia cómo hay condiciones laborales en los servicios, donde exponen a los trabajadores a una fuerte carga emocional. Todo gira en torno a la insuficiencia de leyes en este sector, porque aunque existan directivas o convenios, esto no se contempla como riesgo tal cual en la legislación actual. En la población existe: “…la necesidad de apoyo afectivo (21,1%), trastornos del sueño (21%)…ansiedad (17%), sentimientos de culpa (15,1%), vida personal perjudicada (13,2%), trastornos de alimentación (12,8%), síntomas depresivos (12,7%), vida laboral perjudicada (8,5%)…” (Serrano Argüeso & Ibáñez González, 2015, apartado 3). En este artículo todo lo anterior se describe como producto de un impacto emocional como daño psicosocial o trauma. También se numeran manifestaciones más físicas como…: “…taquicardia…estados de ánimo y/o …ausencias al puesto de trabajo.” (Serrano Argüeso & Ibáñez González, 2015, apartado de “Introducción”). Finalmente, en este documento dice que prevenciones deben ser interdisciplinarias. Se menciona que: “…en concreto, desde Derecho, la Sociología, la Psicología, la Medicina, y la Neurociencia.” (Serrano Argüeso & Ibáñez González, 2015, apartado de “Introducción”).
En otra vertiente, el artículo «Importancia de la autoestima en el ámbito laboral» de la Universidad de La Sabana, explica que los trabajadores deben verse como «socios activos» fuertes en la empresa. En este artículo se parte de la idea de que la autoestima: “…es el sentimiento de aceptación y aprecio hacia uno mismo, que impulsa a la persona a seguir adelante, y a actuar en pro de alcanzar sus objetivos.” (Resines, 1999, p.4). Si alguien tiene buena autoestima, es más seguro, aprende mejor y trabaja bien en equipo. Si tiene baja autoestima, es inseguro, tiene miedo a los cambios y no aguanta tanto. Los autores aquí argumentan que las empresas deben procurar fortalecer la autoestima de sus empleados, con varios factores que realmente están a nuestro alcance: “Es importante, entonces, desarrollar planes de capacitación y formación, que estén enfocados hacia aspectos importantes como son la visión personal y la visión de carrera, el desarrollo de capacidades profesionales, el desarrollo de habilidades gerenciales y administrativas, y la promoción de espacios en los que los empleados puedan hacer uso de su criterio profesional para llegar a la toma de decisiones sobre su trabajo y actividades.” (Iragorri Sierra & Romberg Barrera, 2012, p.23). Se concluye que con eso, se mejora el ambiente de trabajo y los resultados de la empresa: “…favorece a las organizaciones al llevarlas a niveles más altos de rendimiento.” (Iragorri Sierra & Romberg Barrera, 2012, p.25).
De igual forma, en el documento “La libre expresión en el trabajo, cláusulas de confidencialidad y de respeto”… El autor explica que, en el trabajo, la libertad de expresión de los empleados es esencial y que desgraciadamente suele estar limitada por contratos que les prohíben hablar mal de la empresa o compartir información interna de más. Por eso: “La modulación que el contrato de trabajo pueda producir en el goce de los derechos fundamentales del trabajador ha de ser la estrictamente imprescindible para el logro de los legítimos intereses empresariales, siempre de manera proporcional y adecuada a la consecución de tal fin.” (Núñez Vargas, 2024, parte 1). Siempre debe ser primordial el respetar su derecho a expresarse… La clave es el equilibrio entre lo que necesita la empresa y los derechos del trabajador y solo proceder a medidas de confidencialidad si con: “…adecuación de la restricción del derecho a la meta que se propone, siendo la única considerada como lícita la salvaguarda de los provechos o utilidades que legítimamente pudiera pretender el empleador; necesidad de la limitación del derecho fundamental del trabajador por no existir otra medida menos gravosa que fuera igualmente eficaz a la finalidad perseguida;…” (Núñez Vargas, 2024, parte 1). El autor hace saber que lo correcto sería que respeten la libertad de expresión y eviten castigos injustos por dar opiniones críticas: “…proporcionalidad de la modulación del derecho sin incidir en el ejercicio de este más allá de lo rigurosamente preciso.” (Núñez Vargas, 2024, parte 1).
Finalmente, el estudio de Méndez Sosa, Vargas Martínez y Román Sánchez examina detenidamente lo que es la precariedad laboral en la hotelería de la zona Chapultepec–Polanco en la Ciudad de México. Se identifican: “…tres dimensiones: económica, normativa y seguridad laboral…” (Del Consuelo Méndez Sosa, Vargas Martínez, & Román Sánchez, 2021). El autor enfatiza en que aunque la mayoría de empresas cumple con lo mínimo… todavía hay condiciones dudosas: “…las empresas turísticas han contado con ciertas condiciones como la libertad para despedir a sus trabajadores sin ningún tipo de consecuencia legal, la disminución de los días laborales con menor pago salarial… destacando el relacionado con el acceso a servicios de salud.” (Del Consuelo Méndez Sosa, Vargas Martínez, & Román Sánchez, 2021). Se menciona que el 25 % de los trabajadores enfrenta alta precariedad, el 45,2 % nivel medio, y solo un 21,2 % supuestamente disfruta de condiciones laborales favorables. Este artículo académico da una visión más amplia pues evidencia la informalidad, efimeridad del empleo hotelero: “…la ausencia de trabajo y la reducción de jornadas laborales pueden suponer un riesgo en la estabilidad del trabajador, lo que genera incertidumbre y por consecuencia insuficiencia salarial,… Paradójicamente, la estacionalidad del turismo impacta en dos sentidos: mayor empleo que genera estrés y desgaste físico; y por otro lado, desempleo en las temporadas bajas…” (González et al., 2018).
Marco Teórico
El libro: “Theories and Models of Communication (2nd ed.)” fue escrito por 3 académicos africanos, que tuvieron la inmensa valentía de escribir un libro sobre teorías de la comunicación, se puede notar que ellos tomaron influencia de autores extranjeros que ya habían dejado huella con información en este sector. Pero, al parecer para estos 3 el que haya nuevas teorías hace mucho más necesario que existan nuevos niveles de pensamiento, y creo que tiene sentido y más en esta era de nuevos medios y de la tecnología viva. Este libro fue escrito por el maestro Asemah (Glorious Vision University), el maestro Nwammuo (Universidad Chukwuemeka Odumegwu Ojukwu) y el Dr. Nkwam-Uwaoma (Universidad Estatal de Imo). Pienso que las amplitudes que pude leer aquí, que nacen de la creatividad de estos autores provenientes de Nigeria merecen ser reconocidas, porque ellos si son un ejemplo.

Relación del concepto de Violación a las expectativas con el objeto de estudio: Cuando una trabajadora de limpieza recibe señales de que es tratada como diferente y por ende deduce que lo es, como el no ser saludada, o ser invadida en su espacio sin consentimiento, se están violando expectativas de respeto básicas que la mayoría de los seres humanos tenemos implantadas desde cero. Según este concepto, estos actos no verbales son interpretados como negativos, lo que puede provocar malestar y activar una parte emocional conocida como “la rabia» o yo deduzco que por ahí también va:… el burnout. Este concepto también dice que al romper con estos patrones de comunicación haciendo cosas como: mostrar amabilidad inesperada,etc…también se podría generar cambios positivos.
Relación del concepto de Visión interaccional con el objeto de estudio: Este concepto dice que el silencio y los gestos también comunican, sobre todo en relaciones de poder. Lo relaciono con mi tema porque si estudio a una trabajadora de limpieza cuya voz es ignorada y su trabajo despreciado, es probable que eso afecte su autoestima y la haga sentir invisible. A veces, sin palabras, se le comunica que no vale, y eso también es violencia. Toda persona necesita sentirse valorada y escuchada. Lo importante aquí no es solo lo que se dice, sino lo que queda en el aire. Si este concepto está en lo correcto, excluir también es comunicar, y eso duele.
Relación del concepto de Distancia Social con el objeto de estudio: En México, muchos trabajadores sufren violaciones a sus derechos y estigmas sociales que afectan su autoestima. Por eso conecto mi investigación con la distancia social, que separa a las personas según su clase. Esto se ve en el trato desigual entre empleados y patrones. Este concepto nos dice que la distancia física y social comunica jerarquías y respeto, pero aquí quiero enfocarme en como también puede generar rechazo y resentimiento. Creo que la única forma de cambiar esto es cuestionar esos prejuicios y reconocer la dignidad de todas las personas, sin importar la posición.
Resultados
Principales líneas discursivas de la entrevista realizada a Almendra Peña Gutiérrez, Cuajimalpa de Morelos, 23 de junio de 2025.



Interpretación de Resultados
Lo que nos cuenta Almendra Peña Gutiérrez se conecta
notablemente con conceptos y problemáticas contemporáneas, como la inseguridad, la falta de dignidad laboral y la ausencia de una comunicación crítica conforme a estas situaciones, temas que, aunque se vienen denunciando desde hace años, siguen presentes y vigentes hoy en día.
Primero cabe recalcar que la violencia que vemos presente en este caso se manifiesta en
múltiples planos de su experiencia: pues subsiste una desvalorización de su trabajo por parte de su jefe, un trato diferente o invasivo de parte de los clientes y la invisibilidad sistemática
de su labor. Todas las anteriores tienen claramente el perfil de faltas de respeto y entonces de formas de violencia. Como señalan Asemah, Nwammuo & Nkwam-Uwaoma (2022), en
primer lugar el trato del jefe de Almendra no necesitaba necesariamente de golpes ni insultos para ser efectivo y dejar una huella: pues ella lo internalizó, procesó y tristemente lo naturalizó. Ella valientemente menciona que su jefe no la saludaba ni reconocía su esfuerzo o necesidades, lo que sí forma, a fin de cuentas, una violación a las expectativas básicas de respeto personal: “…it explains the relationship between non-verbal message production and the interpretations people hold for those non-verbal behaviours. Individuals hold certain expectations for non-verbal behaviours that are based on the social norms, past experiences and situational aspects of that behaviour. When expectations are either met or violated, we make assumptions of the behaviour and judge them to be positive or negative.” (p.150).
En segundo lugar, los elementos que ella va descongelando poco a poco a través de la
entrevista (la limpieza de sangre, condones, excrementos… etc.) hacen a Almendra una más dentro de un sistema de trabajo de hotelería en México que ignora los derechos mínimos de higiene. Según Serrano Argüeso e Ibáñez González (2015), este tipo de ambientes hacen que la persona que los vive sea blanco de riesgo psicosocial en el trabajo y de amanecer con
consecuencias emocionales y físicas: “…la necesidad de apoyo afectivo (21,1%), trastornos del sueño (21%)… ansiedad (17%), sentimientos de culpa (15,1%), vida personal perjudicada (13,2%), trastornos de alimentación (12,8%), síntomas depresivos (12,7%), vida laboral perjudicada (8,5%)…” (apartado 3). Aunque Almendra no asume haber experimentado una experiencia de depresión, sí reconoce una rutina de sueño increíblemente alterada, desordenada y agotadora.
El silencio laboral también aparece como un elemento constante. Almendra dice: “no lo
hablábamos con nadie, solo entre compañeras”. Aquí equiparo lo anterior con Núñez Vargas (2023), quien nos advierte también que muchas veces los contratos laborales causan un miedo a perder el empleo e impiden que los trabajadores expresen las condiciones que viven a diario y, a la par, crean entre sí un entorno de represión emocional. Y aunque sea el caso
de que no haya contrato oficial de confidencialidad, el silencio termina siendo regla fija.
A partir del pensamiento de Asemah, Nwammuo & Nkwam-Uwaoma, doy con que esto también se enlaza con la visión interaccional (2022), que da por sentado que el silencio no es ausencia de comunicación, sino también, como muchas cosas en la vida, una forma poderosa de relación: “…stresses the importance of communication in society… in order to understand the movement of any single figure… has to examine the communication patterns among all…” (p.155). El hecho de que Almendra no tuviera con quién quejarse, o que no supiera que lo horrible que vivía era digno de ser reclamado, ni siquiera cuando la habitación estaba en estados altamente repugnantes, dice mucho sobre el lugar o la importancia que ocupa una persona de limpieza como ser vivo en el esquema del sistema laboral.
Otro factor que resalta es la distancia social. Asemah, Nwammuo y Nkwam-Uwaoma (2022) describen esto como hueco entre grupos sociales a partir de cada tipo de clase, religión o hasta posición política: “This is the gap that separates people as a result of their social status, political inclination and religious affiliation. There is a yawning gap between those in the upper class and those in the lower class.” (p.152). Pude notar que Almendra vive esa laguna diariamente: puesto que, mientras clientes entran y salen del motel en sus coches sin siquiera tener el valor o conciencia de voltear a quién limpia sus tiraderos, ella debía seguir moviéndose entre olores, fluidos y objetos que demuestran que la falta absoluta de empatía rige a través y entre todos nosotros. Sí, esta distancia es física, pero su valor también cae en lo simbólico… Pues como nos dice Espinosa Sánchez (2013), los trabajadores del servicio de limpia son tratados como de segunda clase, la mayoría de las veces por tener un trabajo visto como “informal” (p.118). La autoestima no se salva de esta percepción social, porque inevitablemente al suceder lo mencionado anteriormente el cuerpo envía un mensaje a la mente de menor valor humano.
A pesar de todo lo anterior, entra un poco de luz a esta historia a través de las nuevas agencias o compañías con las que ha trabajado en el presente. Que, a comparación del pasado, en estos sistemas ella es más libre y puede ser ella misma: “..yo misma…”. En su trabajo en los moteles, Almendra aclama no asumirse como víctima. Reconoce el trabajo duro, pero también dice que lo hacía con gusto para ayudar a su familia. El artículo sobre autoestima de Iragorri Sierra y Romberg Barrera (2012) pone nuestra mirada en que, cuando el entorno laboral reconoce y permite autonomía: “…favorece a las organizaciones al llevarlas a niveles más altos de rendimiento.” (p.25).
Aunque Almendra no recibió ese reconocimiento en el motel, sí lo encuentra ahora como repartidora de Yakult y en la casa de materiales, donde dice que sus clientes la tratan con amabilidad. Y llegamos al punto clave, pues este contraste es fundamental: el trato entre pares puede cambiar totalmente la experiencia del realizar un trabajo, incluso si las
condiciones económicas son similares.
Considerando todo, su historia nos confirma la hipótesis de este proyecto: el trabajo de limpieza en motelería sí palpa con una violencia normalizada y una desigualdad que ya está en la naturaleza del propio sistema y que afecta el bienestar general del trabajador. En este proyecto nos dimos cuenta de la flexibilidad de andar buscando dignidad en medio de un total descuido en esta área. Como en el artículo de Méndez Sosa et al. (2021), que nos muestra cómo la inseguridad en el trabajo ligado al turismo se disfraza de formalidad, cuando en realidad en el caso de Almendra vemos que es puramente una fachada falsa que esconde miles de injusticias encadenadas una contra otra (p.1).
Conclusión
Podemos concluir que los objetivos de investigación se cumplieron de forma significativa, y que este proyecto permitió recolectar datos valiosos para futuros análisis o investigaciones relacionadas con este tema. A lo largo del trabajo se exploró de forma cercana el testimonio real de una trabajadora de limpieza en moteles, y se comprobó que existen formas de violencia fuerte, estigma y silencio laboral que si afectan profundamente a quienes realizan este tipo de trabajos. Sin embargo, también se hizo evidente la fuerza y el amor que Almendra transmite por sus seres queridos, se contempló en cada palabra que salía de su boca.
Fue posible analizar las duras condiciones materiales y emocionales que enfrentó, y por igual las implicaciones éticas que pocas veces se dan a conocer. Se observó cómo el estigma influye en su manera de verse a sí misma, aunque ella lo enfrenta con dignidad y responsabilidad. Estas experiencias fueron conectadas con conceptos clave de la comunicación, y se logró conectarlas igual con estudios previos que hicieron esta mirada mucho más rica y completa. Desde este nuevo enfoque, surge la necesidad de repensar bien las condiciones de dignidad en lo cotidiano, dentro de un sistema que suele invisibilizar y hacer menos a los diferentes. Por eso, considero que debemos seguir contando este tipo de historias, con respeto, con verdad y desde una mirada cada vez más humana. Ahora que una voz más ha sido escuchada, reafirmamos que el silencio no es total conforme a la limpieza motelera. Aunque la ignorancia aún persista, finalmente darle un espacio a Almendra para expresarse fue profundamente valioso para mi y un recordatorio de que la empatía debe estar siempre en el mundo, sin importar las diferencias entre nosotros.
Referencias
– (Autor no especificado). (s. f.). Importancia de la autoestima en el ámbito laboral. Universidad de La Sabana. Recuperado de https://intellectum.unisabana.edu.co/bitstream/handle/10818/4576/130863.pdf?sequence=1
–Cerna-Álvarez, D. (2024). Vulnerabilidad a los derechos laborales desde las experiencias del trabajador en México. Izquierdas, 53(3). https://doi.org/10.4067/S0718-50492024000100203
–Del Consuelo Méndez Sosa, M., Martínez, E. E. V., & Sánchez, Y. G. R. (2021). Precariedad laboral en el sector hotelero. Caso de estudio: Chapultepec-Polanco de la Ciudad de México. https://www.redalyc.org/journal/880/88067978002/html/
–Elizarrarás, S. M. L. (2022). Heterotopías de la decencia. Los hoteles de paso en la ciudad de México a mediados del siglo XX (1952-1966). Secuencia. https://doi.org/10.18234/secuencia.v0i114.1995
–Espinosa Sánchez, T. (2013). ¿Qué derechos laborales tienen los trabajadores informales del servicio de limpia en la Ciudad de México?: El caso de los trabajadores voluntarios y pepenadores. Métodhos. https://www.redalyc.org/pdf/6761/676172958004.pdf
-Asemah, E. S., Nwammuo, A. N., & Nkwam-Uwaoma, A. O. A. (2022). Theories and Models of Communication (2nd ed.). University of Jos Press. 364151814_Theories_and_Models_of_Communication_Second_Edition
–Nuñez Vargas, J. (2023).La libre expresión en el trabajo, cláusulas de confidencialidad y de respeto | Derecho Privado y Constitución. (s. f.). https://recyt.fecyt.es/index.php/DPC/article/view/105274/76467
–Mariola, S. A., & Mónica, I. G. (2015). La prevención de las situaciones de impacto emocional en el ambiente laboral: Estudio teórico y análisis de su incidencia en el personal sanitario de la comunidad autónoma de Euskadi‐España. https://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1514-68712015000200025
–Ortiz, W. A. (s. f.). Los moteles como lugares de consumo sexual en función del capital.
UNAM. Recuperado de https://ru.iiec.unam.mx/4827/1/1-022-Ortiz%20-%202.pdf
–Reyes Escalante, A. Y., Vilchis Vidal, A., & Suárez Chaparro, R. H. (2019). Factores de competitividad en las organizaciones de hospedaje: Caso de moteles. RELAYN, 3(2), 54–73. https://doi.org/10.46990/relayn.2019.3.2.74
–Sanchez, D. (s.f). Moteles Hoteles y Residencias. Ing. https://www.academia.edu/37078577/Moteles_Hoteles_y_Residencias
Transcripción de la entrevista
¿Cuál es tu nombre completo?
Almendra Peña Gutiérrez.
¿Dónde naciste?
Aquí en el distrito.
¿Qué edad tienes actualmente?
36 años.
¿Cuántos hijos o hijas tienes?
En total tengo tres hijos.
¿Cuánto tiempo trabajaste en limpieza de moteles?
Trabajé aproximadamente como dos años y medio.
¿Has trabajado en otro tipo de limpieza antes de esto y ahora? ¿Dónde? Anteriormente, antes de trabajar en los moteles, me dedicaba a trabajar en limpieza de condominios, oficinas, bancos. Después conseguí el trabajo de moteles.
¿Y ahora dónde trabajas?
Actualmente trabajo en casa, porque tengo dos días a la semana. Y trabajo en la venta de Yakult.
Reparto Yakult en casa. También tengo otro trabajo, igual de limpieza, en una casa de materiales, que se dedica a vender material para construcción.
¿Vives cerca del lugar donde trabajas actualmente y con quién vives?
Pues cerca, bueno, son como unos 40 minutos de donde yo vivo. Vivo con mi pareja y mis hijos.
¿Cómo fue que llegaste a trabajar en la limpieza de moteles y qué te llevó a este tipo de trabajo?
El trabajo lo obtuve a través de una amiguita que tengo, que me ofreció el trabajo y le dije
que sí. Quería experimentar otro tipo de trabajo. Más que nada por los compromisos con mis hijos. A veces mi esposo tenía trabajo, a veces no, entonces quería apoyarlo.
¿Cómo describirías una jornada normal de trabajo en este sector de limpieza?
Yo trabajaba en el motel de noche. Son tres horarios y yo tenía el turno de noche, más que
nada por mis hijos, porque tengo una niña chiquita. Ella tenía cinco años, en ese entonces era más bebé. Yo la dormía con mi esposo y me iba a trabajar. Regresaba temprano.
¿Qué tareas realizaban en el motel?
Llegábamos, nos colocábamos el uniforme que era una bata y pantalón negro. Preparábamos lo que se llaman amenidades: cepillos, jabones, shampoo, geles… Nuestro carrito lo armamos con toallas de baño, tapetes. Entrábamos a las recámaras desocupadas para limpiar: tendido
de cama, lavado de baño, limpiar muebles, trapear, barrer.
¿Cómo te hacían sentir las parejas que veías o con las que tenías contacto?
Pues sí me gustó el trabajo. Era divertido, aunque pesado porque uno se desvela. Pero cuando no había tanto trabajo, la noche se pasaba rápido.
¿Qué horario tenías?
De 10 de la noche a 6 de la mañana. A esa hora ya no podíamos entrar a habitaciones, salvo que faltara alguien y nos pidieran cubrir.
¿Qué tipo de comentarios o actitudes has recibido por haber trabajado en este tipo de lugar?
Veíamos de todo. Personas muy amables y otras que se molestaban, con actitud de enojo. A veces se salían o pedían algo, y había quienes abrían completamente la puerta sin pena. Pero no me afectan esos comentarios. El trabajo me gusta.
¿Al día de hoy sientes que tu trabajo ha sido valorado por tus jefes o clientes?
En el hotel no. Mi jefe era muy déspota. Si yo faltaba por la salud de mis hijos, no le importaba. Me decía que aunque estuviera enferma, debía presentarme. En cambio, en mi
trabajo actual como repartidora de Yakult, mis clientes son amables, ya me conocen y me tratan bien.
¿Alguna vez fue grosero contigo tu jefe?
Sí, cuando fui a darle las gracias porque ya me iba. Le costaba saludar, no reconocía nuestro trabajo. Aunque había muchas habitaciones y no era posible dejarlas todas limpias, él quería que se terminara todo, lo cual era imposible.
¿La limpieza en moteles es básica o avanzada?
Se cambian sábanas, fundas, todo. Sí eran moteles de alta calidad y la limpieza era muy completa.
¿Has vivido momentos difíciles o incómodos en el trabajo en moteles?
Sí. Había habitaciones que se dejaban muy sucias: condones pegados en espejos, manchas de sangre, incluso excremento en el piso o la cama. Nos tocó limpiar habitaciones con olores muy fuertes. Se tenían que bloquear para que no las rentaran hasta que se limpiaran y ventilaran completamente.
¿Usabas algo para protegerte del olor?
Sí, mínimo un cubrebocas. Aunque con eso todavía se olía, pero al menos ayudaba un poco.
¿Te tocó ver a las personas que hacían eso?
No. Como andábamos de habitación en habitación, nunca veíamos a los clientes. Entraban en coche, subían a la habitación por una cortina y se iban. Nunca sabíamos quién era.
¿Tu experiencia como madre cambió tu relación con estas situaciones desagradables? Sí, como mamá uno ya está más acostumbrada a ciertas cosas, pero igual nos sorprendemos de ver ese grado de suciedad.
¿Cuántas personas limpiaban el cuarto?
Por lo regular era una persona por habitación. Cuando había mucho trabajo, nos metemos dos.
¿Cuáles eran los días de más alta demanda?
Fines de semana, especialmente viernes y sábado. También días de quincena.
¿Te han hecho sentir que debías guardar silencio sobre lo que ves en el trabajo?
Sí. Realmente no lo hablábamos con nadie, solo entre compañeras. Nos sorprendíamos de lo que la gente hacía.
¿De cada 10 cuartos, cuántos estaban muy sucios?
Como tres o cuatro habitaciones.
¿Había hombres que limpiaran también?
No, solo éramos mujeres.
¿Qué condiciones materiales o emocionales te afectan más de este trabajo?
La higiene, más que nada. Es molesto, pero no traumático. Lo veo como una experiencia.
¿Tienes compañeras que sí se sintieran muy afectadas?
No, la mayoría ya está acostumbrada. Algunas ya tienen años en ese trabajo.
¿Eso es lo único que cambiarías de este trabajo?
Sí.
¿Cuántas personas trabajaban en total en el hotel?
Éramos tres. Una era la ama de llaves, que desmontaba las habitaciones y lavaba la ropa.Nosotras hacíamos la limpieza.
¿Qué edad tenía el ama de llaves?
Tiene como 62 años. Ya tiene como 15 años trabajando en moteles.
¿Crees que este trabajo ha influido en tu forma de verte a ti misma?
No. Lo veo como algo normal.
¿Qué le dirías a las personas que hacen todos esos cochineros en los cuartos?
Que está bien que sea un hotel, pero que tengan respeto hacia quienes realizamos la limpieza. Nos esforzamos por mantener todo limpio y no deberían rebasar ciertos límites.
¿Qué es lo que más te gustó de trabajar en moteles, comparado con otros trabajos? En otros trabajos, como oficinas o condominios, hay mucha envidia y compañeras que quieren cargarle más trabajo a una. En los moteles, aunque el trabajo era pesado, no había tanta convivencia con otras personas ni problemas de ese tipo.
¿Sabes qué es el burnout? ¿Sientes que lo has vivido?
No sabía qué era, pero ahora que lo explicas, sí. Aunque yo no he sido grosera con nadie. Mis papás me enseñaron a tratar a los demás con respeto, aunque esté cansada.
¿En los moteles convives con los clientes?
No tanto. Solo cuando nos pedían algo, pero era muy ocasional.
¿Cómo organizaste tu sueño cuando trabajabas de noche?
Llegaba a casa a las 7 am, despertaba a mis hijos para irse a la escuela, dormía a veces dos horas, luego repartía Yakult, hacía comida, y me dormía otra vez un poco por la tarde antes de volver a salir.
¿Te gusta el Yakult?
Sí, aunque a veces me canso. Pero me gusta tomarlo de vez en cuando.
¿A tus hijos les gusta el Yakult?
Sí, sobre todo a la niña chiquita. José también lo toma porque estaba enfermo.
¿Cuántos hijos tienes y qué edades tienen?
Tengo tres: Liz tiene 18 años, Ana Paula va a la primaria y José va a entrar a secundaria.
¿Crees que has podido darle lo que necesitan a tus hijos con tu trabajo?
Sí, no lo mejor, pero lo necesario. Liz ya va a graduarse de enfermería. Le echa muchas ganas.
¿En qué trabaja tu esposo?
Es pintor. Restaura casas, pone tablaroca, pisos, lo que salga.