La contaminación invisible. Adaptación de los individuos al ruido en el transporte público de la CDMX

Sumario

En esta investigación se llevaron a cabo entrevistas, encuestas y observaciones para hallar cómo se enfrentan al ruido las personas que habitan en la Zona Metropolitana del Valle de México, especialmente en el Sistema de Transporte Colectivo Metro. Se llegó a la conclusión de que cada individuo posee una percepción distinta debido a los factores siguientes: adaptabilidad natural, ruido cotidiano, y nivel de conciencia respecto al ruido como un agente estresor.  

Este es un trabajo de Osmar Martínez realizado para la materia Diseño de Investigación en Comunicación, de la Universidad Iberoamericana, campus Ciudad de México (Otoño 2020, Mtro. Eduardo Portas)

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Introducción

En la Zona Metropolitana del Valle de México existen diferentes tipos de contaminación. Puede ser del aire, del agua, incluso del suelo, entre otras. Sin embargo, también se encuentra la contaminación sonora, de la que se suele hablar poco, pese a estar presente en muchos lugares cotidianos para los habitantes de la metrópoli.

Uno de los sitios más frecuentados por millones de personas que viven en la CDMX y alrededores, es el Sistema de Transporte Colectivo Metro. Esta investigación pretende abordar la problemática respecto a cómo las personas se enfrentan a los niveles altos de ruido presentes en las instalaciones del Metro.

Para los usuarios cotidianos de este medio de transporte, la presente investigación puede resultar de interés para prestar atención al ruido que ocurre en las estaciones, y que suele pasar desapercibido. Pero también el público general puede encontrar en este trabajo temas interesantes sobre la vida cotidiana que es ve afectada por la invisible contaminación sonora.

Preguntas de investigación

¿Cuáles son los efectos nocivos de la contaminación auditiva sobre los usuarios de entre 18 y 45 años del transporte público Metro de la CDMX?

¿Cuánta importancia le otorgan los usuarios del transporte público Metro de la CDMX al problema de la contaminación auditiva?

¿Qué tan conscientes están los usuarios del Metro de la CDMX sobre el problema del exceso de ruido?

¿Cuáles son las principales fuentes de ruido en el Metro de la CDMX?

¿Cómo contribuir a reducir el ruido en el Metro de la CDMX?

Objetivos de investigación

a. Generales:

  • Determinar los efectos nocivos que produce la contaminación auditiva en los usuarios del transporte público Metro de la CDMX de entre 18 y 45 años.
  • Cuantificar la importancia que los usuarios del transporte público Metro de la CDMX le dan al problema de la contaminación auditiva.

b. Particulares:

  • Identificar el nivel de conciencia que tienen los usuarios del Metro de la CDMX respecto al problema del exceso de ruido.
  • Identificar las principales fuentes de ruido en el Metro de la CDMX.
  • Buscar estrategias de solución para reducir el ruido en el Metro de la CDMX.

Justificación

En la capital mexicana, miles de personas usan diariamente el Metro para viajar a sus escuelas o trabajos. Y al margen de los problemas más evidentes de este sistema (como la saturación de personas), existe la situación del exceso de ruido en estos transportes. Y es algo de lo que no se suele hablar tanto como de otros tipos de contaminación, a pesar de que puede tener un gran impacto en las personas que están expuestas a ella.

Metodología

La investigación tendrá un enfoque mixto, pues hará uso de métodos cualitativos y cuantitativos.

  • a) Encuesta. Se realizarán encuestas mediante internet, para medir los conocimientos y opiniones de cierto grupo de personas usuarias del transporte público, respecto al tema de estudio.
  • b) Investigación documental. Se revisarán documentos e informes para conocer qué se ha estudiado sobre la contaminación ambiental, y qué podría aportar esta investigación.
  • c) Entrevista. Para tener mayor profundidad que con la encuesta, se entrevistarán a personas después de haber experimentado un audio que asemeja al ruido del Metro, para conocer sus percepciones al respecto.
  • d) Observación no participante. Se observará el comportamiento de las personas en el transporte público Metro, para identificar posibles conductas que muestren efectos del ruido excesivos sobre sus usuarios.

Resultados esperados

Llevar a cabo una investigación que ayude a las personas que lo lean, a tener más conciencia de los sonidos que nos rodean y que se suelen pasan por alto, para que contribuyan a reducir el problema. Y sacar 10 en la materia para mantener un buen promedio.

Resultados deseados

Hacer conocida la investigación para que no solamente personas comunes hagan algo al respecto, sino que se creen campañas de reducción de ruido, y que ellas contribuyan a mejorar el nivel de vida de la ciudad.

Hipótesis

La contaminación auditiva es un problema de salud pública en la ZMVM, del cual, poca gente está realmente informada, preocupada o consciente.

Problema específico

La contaminación auditiva en el transporte público Metro de la CDMX: qué tanta importancia le dan los usuarios y cómo se puede adaptar a él.

Estado del arte

El tema de la contaminación auditiva ha sido tratado anteriormente por diversos autores hispanohablantes, desde Argentina hasta la frontera México-estadounidense, y en la península Ibérica también. Se trata de un tipo de contaminación particular, pues como apuntan Amable et al.

La contaminación acústica es el exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. Por lo que se diferencia de otros contaminantes ambientales por ser el contaminante más barato de producir y necesita muy poca energía para ser emitido. Es complejo de medir y cuantificar. No deja residuos, no tiene un efecto acumulativo en el medio, pero puede tener efecto acumulativo en el hombre. (2017, p. 643)

En este sentido, se trata también de una forma contaminante que puede pasar más desapercibida por la población de las ciudades, a pesar de los efectos negativos que genera, y que han sido listados en diferentes oportunidades. Algunos son: fatiga, estrés, ansiedad, depresión, irritabilidad, agresividad, aislamiento, entre otros (Amable et al., p. 645).

Los efectos suelen variar debido a numerosos factores tales como la edad o la sensibilidad de cada oído, en el caso de los receptores. Respecto a las fuentes de ruido, los factores que influyen son la intensidad, la frecuencia y la duración del ruido (Zamorano et al., 2015, p. 21). Por lo anterior, el problema de la contaminación es uno que puede variar mucho en espacios próximos. Por ejemplo, una vivienda ubicada en una avenida transitada puede ser mucho más ruidosa, que otra casa apenas a unos cuantos metros, pero en una calle cerrada. Se trata, pues, de un fenómeno subjetivo en muchas ocasiones (ídem).

Así lo demuestra Domínguez (2014), quien entrevistó a familias que viven junto al Aeropuerto de la Ciudad de México, por lo que el ruido de aviones aterrizando y despegando es constante casi todo el día. Durante sus conversaciones, se dio cuenta de que, mientras a algunas les parecía una situación terrible, otras familias se habían adaptado e incluso acostumbrado a los sonidos intrusivos, a pesar de que en ocasiones tengan que modificar sus dinámicas familiares y sociales (pp. 96-97).

Más adelante en su investigación, afirma que:

Un oído que se ha habituado al bullicio urbano necesita del ruido para no extrañarse, para sentirse a gusto, para poder realizar sus actividades con normalidad. Mucha gente dice no poder conciliar el sueño cuando se encuentra en el campo o en lugares sonoramente menos saturados que la ciudad. (p.102)

Un fenómeno que resulta contraintuitivo, pero la autora considera que es parte de la natural adaptación de los seres vivos. Asimismo, menciona un término relativamente reciente, y por ende, poco usado y conocido: paisaje sonoro (p.93). Ella lo usa para referirse a los cotidianos ruidos de aviones a los que se ve sometida la familia entrevistada.

Esta investigación es de las pocas de carácter cualitativo que existen al respecto del tema del ruido. Hay otra, por ejemplo, relacionada con la manera en que los jóvenes escuchan música sin audífonos en espacios públicos, donde destacan la irrupción de las TICs en estos lugares públicos (Murolo, 2015, p.88).

La gran mayoría se basan –ya sea en su totalidad o parcialmente– en estudios de tipo cuantitativo, relacionado con mediciones de la cantidad de ruido en diferentes lugares generalmente concurridos. El instrumento más comúnmente utilizado en la medición de los niveles de presión sonora es el sonómetro, el cual permite hacer una lectura directa del nivel de presión sonora en decibeles, db (Quintero, 2012, p.86).

En ese sentido, se pueden observar varias conclusiones similares de dichos estudios. A continuación, se registran solo algunas de ellas:

Los vehículos pesados son uno de los factores que mayor influencia tienen en la generación de elevados niveles de presión sonora, particularmente los vehículos de transporte público colectivo de pasajeros dentro del área urbana en las ciudades. (p.95)

Esta conclusión proviene de un estudio realizado en Tunja, un municipio en Colombia. En él, se midió la cantidad de ruido que emitían los camiones de transporte público, y se relacionó con la frecuencia con la que éstos cruzaban determinada calle. La conclusión fue que “el intervalo promedio de paso de los vehículos de transporte público guarda una relación directa con los niveles de ruido vehicular”. (p.94)

Esto quiere decir, que es necesaria una mejor distribución de los camiones en las rutas. Aunque se trata de un lugar muy alejado de la Ciudad de México, es probable que esta situación también ocurra del mismo modo en puntos de la capital mexicana. Otro transporte que se considera de alto impacto en cuanto a ruido, es la motocicleta (Robledo, Delgado, Vázquez & Reyes, 2012, p.285), y los coches de carga pesada, de acuerdo a un estudio realizado en San Luis Potosí.

Sin embargo, los transportes no son la única fuente de ruido que se considera como peligrosa. También en Colombia, pero esta vez en Ibagué, se determinó que “existe una relación directa entre la actividad económica que se presenta en una zona y el grado de contaminación acústica que impacta a la población” (Varón y García, 2017, p.66). Esto también es visible en lugares como la Plaza de la Constitución y sus alrededores en el centro de la Ciudad de México, donde el comercio informal abunda.

A este respecto, Alfie y Salinas (2017) comentan que:

Si bien han bajado los niveles de ruido en los corredores peatonales del Centro Histórico, falta mucho por hacer. Entre estas acciones destacan: la construcción de un polígono peatonal y de bicicletas en la zona que comunique a los corredores entre sí; la construcción de un mapa de ruido de la ciudad; la colocación de barreras naturales, como árboles […]. (p.93)

Dichas conclusiones provienen de un estudio comparativo, entre los niveles de ruido registrados cerca del Zócalo en el año 2008, y los que ellos registraron en 2017. En efecto, gracias la creación de corredores peatonales, los niveles registrados fueron casi en su totalidad más bajos (no obstante, siguen sin estar dentro de los límites permitidos).

En ese mismo estudio, se hace énfasis en la necesidad de una mejor planeación de las ciudades, para aumentar su “caminabilidad”, es decir, que haya suficientes espacios para llegar a lugares a pie, sin necesidad de usar automóviles. Se trata de “un elemento sustentable en sí. Con la llega¬da de las urbes modernas se comenzaron a limitar estos espacios […] como resultado del nuevo diseño urbano (ciudad difusa), y con él, el auge de los medios de transporte masivo y el automóvil” (p.69).

El estudio que más se asemeja a lo que se pretende realizar en esta investigación, fue llevado a cabo en el año 2009 (PAOT), dentro de las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, en la Ciudad de México. Se trata de un estudio eminentemente cuantitativo, del cual se extraen conclusiones, cuanto menos, contraintuitivas:

Durante la hora pico, el valor máximo registrado fue de 85.8 dB, que correspondió a la estación Tacuba de la Línea 2; mientras que el menor nivel de ruido se presentó en la estación Jamaica de la Línea 4, con 62.3 db. (p.13)

Hasta ahora, destaca el hecho de haber registrado en la estación Tacuba una cantidad de decibeles similar a la que hay en una calle con tránsito intenso. Además, los 62 decibeles de la estación Jamaica también implican un nivel de ruido que afecta el nivel de atención y concentración (Domínguez, 2014, p.95), y esa fue la medición más baja. El ruido en el Metro destaca como un problema importante. Luego:

Para el caso de la hora no pico, el valor máximo registrado fue de 84 dB(A) en la estación Coyuya de la Línea 8; mientras que el valor menor fue de 67.7 dB(A) en la estación Martín Carrera de la Línea 6. (p.13)

En contraste, se observa que, a pesar de registrar el ruido en horas con mucha menos gente, los niveles máximos son similares. Lo más contraintiutivo, es el hecho de que el ruido haya sido mayor en horas no pico, que en horas pico, en el caso de los registros mínimos. Lo más lógico sería pensar que a mayor cantidad de gente, mayor sería el ruido. Sin embargo, esto no necesariamente es así.

La explicación ofrecida en el estudio es que “al existir más gente en las estaciones, ésta sirve como cuerpo de absorción y atenúa el ruido” (p.13). Sin embargo, otro factor es el tipo de estación en el que se mide. Existen tres tipos: subterránea, elevada y a nivel de suelo. Coyuya, por ejemplo, entra en esta última categoría. Por ello, su registro fue especialmente alto aún en hora no pico, pues los sonidos del exterior se filtran con facilidad. No se puede decir lo mismo de, por ejemplo, Jamaica, pues se trata de una estación elevada, donde el sonido de la calle no impacta de la misma manera.

Por último, los estudios de tipo cuantitativo de percepción de ruido entre la sociedad, arrojan los siguientes resultados:

La manera que perciben el nivel de ruido, al interior de su vivienda, es un elemento que consideran molesto, pero poco perturbador. En ese sentido, se coincide con el trabajo realizado en la ciudad de Galicia, donde el 70% de los participantes tiene un grado de molestia mínimo. (Zamorano et al., 2015, p.26)

El estudio realizado en Matamoros nos dice que las personas del centro de ese lugar, no consideran molestos los ruidos dentro de su hogar. Estos resultados obedecen, desde luego, a una serie de condiciones específicas. Sin embargo, puede decirse que, si no se están en situaciones particulares como la familia junto al aeropuerto, las casas no reciben ruido que moleste a sus habitantes.

Respecto a la investigación citada anteriormente de San Luis Potosí, destaca que “la gran mayoría de los encuestados están totalmente de acuerdo con la creencia de que el ruido afecta a la salud (56%)” (Robledo, Delgado, Vázquez & Reyes, 2012, p.288). Y, acorde con lo que ya se conoce de forma general entre los estudiosos del tema, se concluyó que, para las personas, “las actividades que se ven más afectadas por el ruido ambiental son aquellas que requieren de la memorización y la concentración” (p.289).

Se concluyó, mediante un estudio en Lima, que además de lo anterior, la gente también considera que el ruido emitido por transportes “influye en el nivel de estrés y de agresividad” (Castillo, Castillo & Minaya, 2020, p.6). Sin embargo, las personas que participaron en el estudio igualmente consideran que el ruido al que están expuestos debido a automóviles “no era suficiente para causar daño” (p.5).

Debido a que “muy pocas personas consideraron que no existía afectación” (p.8), podemos, de forma escueta, concluir que el ruido no pasa exactamente desapercibido por las personas que viven en grandes urbes. Sin embargo, es una situación que palidece ante otras problemáticas que las personas pueden considerar de mayor importancia. Ya sean otros tipos de contaminación, como la del agua y el aire, o temas fuera del aspecto ecológico como la economía, política, entre otras.

Marco Teórico

Richard Lazarus nace en Nueva York, en 1922, y muere en California en el año 2002. Fue un influyente psicólogo que estudió especialmente el estrés y la cognición de las personas. Trabajó en el departamento de Psicología de la Universidad de California. En los años sesenta, se opuso a las tendencias conductistas propias de la época, dándole importancia a las emociones subjetivas (Portal Psicológico, s/f).

Karen Glanz nace en Ohio en 1953. Es epidemióloga y se especializa en temas de la salud. Estudió en la Universidad de Michigan, y ha dado clases en diferentes instituciones, además, es miembro de la Academia Nacional de Medicina en Estados Unidos. Ha escrito numerosos artículos científicos y libros, relacionados con la salud humana (University of Pennsylvania School of Nursing, s/f).

ConceptoDefiniciónReferencias 
EstresorDemandas hechas por el ambiente interno o externo, que trastornan el balance, afectando así el bienestar físico y psicológico, y requiriendo acción para restablecer balance.Lazarus y Cohen, en University of Twente, 2004, p.50 [en inglés].
Primera apreciaciónEvaluación del significado de un estresor o evento amenazante.Glanz et al, en University of Twente, 2004, p. 50 [en inglés]. 
Segunda apreciaciónEvaluación del control sobre el estresor y los recursos de enfrentamiento de la persona.Glanz et al, en University of Twente, 2004, p. 50 [en inglés].
Manejo del problemaEstrategias dirigidas a cambiar la situación estresante.Glanz et al, en University of Twente, 2004, p. 51 [en inglés].
Regulación emocionalEstrategias orientadas a cambiar la manera en que se piensa o se siente sobre una situación estresante. Glanz et al, en University of Twente, 2004, p. 51 [en inglés].
Resultados del esfuerzoBienestar emocional, estado funcional, comportamientos saludables.Glanz et al, en University of Twente, 2004, p. 51 [en inglés].

La Teoría del modelo transaccional del estrés y afrontamiento, resulta trascendente para la presente investigación, debido a que se está manejando un problema cuyo resultado resulta en un estrés: el ruido excesivo en los espacios públicos. Esto implica que es un problema generalizado propio de las ciudades, en este caso, la Ciudad de México.

Los conceptos de Apreciación Primaria y Secundaria podrían explicar la razón por la cual la contaminación ambiental por ruido no es considerada como un problema tan grande por la gente en general. Es posible que, desde la Primera Apreciación, el ruido no se perciba como amenazante o estresor. La investigación intentará demostrar esta hipótesis.

Asimismo, el concepto de Regulación emocional adquiere relevancia porque se trata de estrategias que cambian la percepción de las personas sobre la situación estresante. Consideraremos el ruido como una de estas situaciones, de manera que en la investigación se explorará de qué manera los individuos son capaces de adaptarse a ambientes poco saludables en lo que a ruido se refiere (o si en realidad pueden hacerlo).

De acuerdo con la definición del Resultado del esfuerzo, lo que se obtiene al enfrentar las situaciones estresantes es un bienestar emocional, y comportamientos saludables. Sin embargo, en la presente investigación se intentará explorar la manera en que los ciudadanos de la ZMVM enfrentan el ruido, y si sus resultados pueden considerarse dentro de la categoría descrita. A priori, se estima que las soluciones que buscan las personas, no proporcionan los resultados esperados.

Resultados e interpretaciones.

  1. Resultados cualitativos
    1.1. Observaciones.
  1. Observaciones.
Fecha y horas.Martes 20 de octubre de 2020.10:30 am – 11:30 am1:30 pm – 2:15 pm
Tramos.Cd. Azteca – Garibaldi, Garibaldi – Salto del agua, Salto del agua – Balderas.Auditorio – Tacuba, Tacuba – Hidalgo, Hidalgo – Guerrero, Guerrero – Cd. Azteca.
Observaciones respecto a
Porcentaje de usuarios que escuchan música con audífonos.Mayores fuentes de ruido en cada tipo de estación: elevada, subterránea y a nivel de piso.Qué hacen las personas cercanas a esas fuentes.Si algunas personas sienten malestar por ruido visiblemente.Qué clase de ruidos emiten los usuarios.
Diría que menos de la mitad de usuarios que observé llevaban audífonos. Noté que la gran mayoría de éstos, dormían al colocárselos, o al menos cerraban los ojos, ya sea sentados o de pie. Eran jóvenes y adultos.En elevada: los sonidos que se filtran del exterior, especialmente de los carros, motocicletas, camiones, etc.En subterránea: el ruido del propio Metro al acelerar.A nivel de piso: los sonidos del exterior, especialmente carros, motocicletas, camiones, etc.En todos los casos, se mantenía un nivel de ruido de alrededor de 70 decibeles. En algunos momentos se ascendía a más de 80, pero también en otros momentos se reducía a alrededor de 60. Los lugares menos ruidosos fueron los pasillos de las estaciones subterráneas. Los más ruidosos fueron los vagones de las mismas estaciones al acelerar. Asumo que al estar “encerrados” en un túnel, el ruido incrementa al no tener a dónde ir, a diferencia de las estaciones a ras de suelo y elevadas.Nada, parece no molestarles. Algunas incluso permanecen dormidas justo debajo del timbre del Metro.No, todas las personas permanecen impasibles ante los ruidos (y ante casi todo), incluso aquellos intensos aunque temporales, como el timbre del Metro a punto de cerrar las puertas.La gran mayoría permanece en silencio. Sólo unos pocos hablan en voz no muy alta, y contados fueron aquellos que se comunicaban mediante gritos o reían, estos eran especialmente niños. Los vendedores son los que más fácilmente rompen el silencio de un vagón relativamente callado.

1.2 Entrevistas

Entrevista 1: Amairani Ortiz, 20 años                                        23 de octubre de 2020. 9:00 pm
CategoríaConceptoFrase
RuidoRuido en el Metro“Se combina como el ruido de todo el sistema del Metro y aparte de toda la gente, de los vendedores…”
Conciencia respecto al nivel de ruido¿Alguna vez te habías preocupado por la cantidad de ruido que hay en los lugares que frecuentas?“No”.¿Te daba igual?“Sí”. 
MúsicaNocividad de escuchar música¿Crees que sea dañino escuchar música durante mucho tiempo seguido, y por qué?“Pues, ¿o sea música, pero alta o normal?”Normal, pero durante mucho tiempo.“Ah, entonces no”.Okay, ¿pero alta?“Alta sí”. 
Ruido en casa¿Crees que en tu casa hay ruido similar al que experimentaste con el audio?“Mi música” (risas).Okey, ¿aparte de eso, nada?“Pues la música de mi mamá. Y también… no pues es que también la música de mis vecinos, es lo mismo. Pura música”.Pura música de toda la gente ahí muy fuerte.“Sí, creo que es todo, porque de ahí… o sea sí hay mucho ruido, pero no tan fuerte”. 

Observaciones: Esta persona, al preguntársele su experiencia al escuchar el audio, priorizó más intentar descubrir qué eran los sonidos y no hizo comentarios respecto a si fue molesto o no. 4.

Entrevista 2: Nahum Piña, 20 años                                          24 de octubre de 2020. 3:30 pm
CategoríaConceptoFrase
RuidoMalestares conocidos provocados por ruido“Yo creo que sí sentiría feo [si escuchara el audio por 8 horas]. Yo creo que en algún momento ya me estaría doliendo la cabeza”.
Sitios frecuentados en los que haya mucho ruido.“Fui a un taller, y como frecuento esos lugares, es mucha maquinaria la que se trabaja en esos lugares. Es mucho ruido, demasiado ruido. Ni siquiera puedes hablar con alguien así directamente, entonces la gente de ahí necesita protección”.
“Otro lugar que frecuento que también hay mucho ruido, un nivel de ruido similar, es una distribuidora de aluminio. Ahí lo que hacen es cortar el aluminio, y no sé si lo has escuchado, pero cuando cortan aluminio hace un ruido horrible. Si alguna vez se te ha caído una regla de aluminio al piso, y sabes que hace un montón de ruido, imagínate que cortan un perfil de aluminio con una máquina, que todavía hace más ruido. Entonces es muy… hace mucho, mucho ruido”.

Observaciones: Esta persona, igual que la primera entrevistada, al preguntársele su experiencia al escuchar el audio, priorizó más intentar descubrir qué eran los sonidos, y de hecho a lo largo de la entrevista insistió en que quería adivinar qué era cada sonido. 2.

Entrevista 3: Carlos García, 19 años                                       24 de octubre de 2020. 4:00 pm
CategoríaConceptoFrase
RuidoAcostumbrarse al ruido cotidiano“Estás en un estado de comodidad, y de repente te llega el trancazo ¿no? [refiriéndose al ruido del audio]. Pero eso fue el principio, ya después de 10 segundos, te acostumbras. Sólo podría decirlo así.
“Mira, lo que pasa muchas veces es que, como ya estás acostumbrado a ir a un lugar, como que se te va la onda y no pones atención a lo que llegues a escuchar”.
Ruido en el Metro“De repente son muy estridentes las cosas que llegas a escuchar”.
Malestares conocidos provocados por ruido“Llega a suceder que sientes como un “tiiiiit” en el oído” [al quitar ruido muy fuerte y estar en silencio].
“Yo siento que me dolerían en parte los oídos, y por otra parte, es como, estar escuchando lo mismo, lo mismo, lo mismo, me estresaría demasiado”.
Ruido en casa“Ezequiel Montes es tranquilo. Es zona rural, no pasan demasiados autos. Hay mucho ruido en dado caso de que haya alguna construcción en frente de la casa o demás, pero no es como muy constante”.
MúsicaMúsica como agente de ruido menos contaminante“La armonía, hace que suene más… no sé si decir más fácil de escuchar, pero al menos más placentero de escuchar. En cambio, si es solamente ruido, no tiene una armonía definida. Entonces no captas lo que estás escuchando, por decirlo de cierta forma, y yo siento que por lo mismo de que no lo captas, tu cerebro se llega a confundir y llega a ser un poquito más molesto”. 

Observaciones: ninguna. 4.

Entrevista 4: Verónica Pedroza, 20 años                                 24 de octubre de 2020. 5:00 pm
CategoríaConceptoFrase
RuidoConciencia respecto al nivel de ruido“Ubico el concepto de contaminación por ruido, pero no es algo a lo que le preste demasiada atención”.
Ruido en casa¿Crees que en tu casa hay demasiado ruido, así como muy fuerte, como en el audio?“No, para nada”.Tu casa es silenciosa.“Sí. Excepto cuando mi papá se pone a tocar el bajo”. 
MúsicaMúsica como agente de ruido menos contaminante“La música es sonido que tiene como una intención y tiene una configuración muy… más precisa que el sonido, estos sonidos que son como más bien ambientales, digamos”. 
“Depende mucho de a qué volumen la escuches, ¿no? Pero si es a un volumen, digamos, no muy sano, pues terminas por hacerle daño a tus oídos”.

Observaciones: Esta persona no manifestó que el audio haya sido molesto, por el contrario, le pareció muy normal. 1.

Entrevista 5: Eduardo Mendoza, 25 años                                24 de octubre de 2020. 6:00 pm
CategoríaConceptoFrase
RuidoRuido en el Metro“Es más molesto el del Metro. Porque a veces vas en el Metro, y vas escuchando un montón de cosas, o que la señora va hablando aquí al lado, o que ya se sube el güey a vender discos y… ese güey quiere vender, le vale madre si tú estás al lado. Y pone la bocina de igual manera”.
 “Sí hay güeyes que o sea, vas en el Metro y traen audífonos ¡y escuchas como si fuera bocina! A mí me ha pasado cuando voy al trabajo, dura 40 minutos, una hora, y vas con el mismo güey en toda la línea, y dices qué pedo, ¡o sea yo de escucharte ya me harté, y tú lo traes puesto!
Acostumbrarse al ruido cotidiano“Creo que [el nivel de ruido del audio] es algo que escuchas… si tu trayecto dura una hora, lo escuchas una hora”.
Malestares conocidos provocados por ruido“Cuando sales de un lugar donde estás un tiempo, y está música a todo volumen y que de pronto sales al aire libre y sientes como un pitido”.
Ruido en casa“De pronto es que pasa el señor de los tamales y luego el de los camotes, y luego… un pendejo se pone a arreglar un coche por allá…”
Sitios frecuentados en los que haya mucho ruido“Yo trabajo con ruido, por así decirlo. Yo tengo que traer todo el tiempo audífonos al estar editando, porque tengo que estar escuchando… pues que la nota de voz, el audio, el audio de la nota […] entonces tienes que estarlo escuchando así, para que no se pare el tiempo, y limpiar el audio… entonces digamos que todas las horas que estoy ahí, traigo audífonos”

Observaciones: esta persona hizo énfasis en que en el Metro hay ruidos indeseables que le disgustan, aunque no mencionó el ruido del propio Metro, que en ocasiones resulta ser lo más ruidoso en el sistema de transporte. 3.

Entrevista 6: Diana Ramos, 19 años                                        25 de octubre de 2020. 7:00 pm
CategoríaConceptoFrase
RuidoRuido en el Metro“Depende de la línea, porque hay líneas más concurridas que otras. Por ejemplo la Línea azul, la Línea rosa… mi Línea en la mañana, que es la Línea B, es muy concurrida en las mañanas. Bueno, antes del covid, era muy concurrida y sí había mucho ruido”.
Conciencia respecto al nivel de ruido“Me daba cuenta de que, por ejemplo, justo en el Metro cuando yo tenía mis audífonos, le tenía que subir más de lo que acostumbraba […] Entonces decía “quizá me está afectando la audición subirle” porque justo hay mucho ruido, y quiero escuchar mi música, y no se podía”.
MúsicaMúsica como agente de ruido menos contaminanteCualquier música a un alto volumen sí puede ser muy dañina. Pero si es a un volumen moderado, bajo… quizá no afecte tanto.
“La música se puede disfrutar. O sea, tiene armonía, tiene melodía, entonces pues se disfruta, y no es ruido, es cómo… o sea es sonido pero no es un ruido, vaya. Y lo otro sí es como algo molesto, no tiene nada semejante a la música”.

Observaciones: esta persona es usuaria muy frecuente del Metro, y por eso sus respuestas estuvieron orientadas a cómo le afecta el ruido ahí. 4.

Entrevista 7: Diego García, 20 años                                        27 de octubre de 2020. 4:00 pm
CategoríaConceptoFrase
RuidoRuido en el Metro“Sería casi el mismo ruido más que nada en las líneas que son férreas. Hay más ruido que en las que son neumáticas. Sin embargo, creo que es más por el ruido de la gente que no se alcanzan a percibir estos mismos sonidos”.
Malestares conocidos provocados por ruido“Sí me preocupa, más que nada porque a veces vengo enojado o vengo molesto, y el ruido pues me molesta más. En esos casos yo creo que sería mejor tratar de no percibirlos”.
MúsicaMúsica como agente de ruido menos contaminante“El ruido es circunstancial y no es del agrado de muchas personas. En cambio la música es más, por así decirlo, íntima,  y uno decide si la quiere escuchar o no”.

Observaciones: ninguna. 3.

Entrevista 8: Salma Zuares                                                    30 de octubre de 2020. 10:00 am
CategoríaConceptoFrase
RuidoRuido en el Metro“El del Metro es más fuerte y más constante, entonces llega a ser más molesto ese, que este” [el audio].
Malestares conocidos provocados por ruido“Cuando iba a la escuela me desesperaba el ruido, y entonces me ponía audífonos. Pero entonces era el ruido de los audífonos y luego el ruido del Metro superaba el de mis audífonos. Y entonces al final me terminaba doliendo la cabeza”.
MúsicaMúsica como agente de ruido menos contaminante“La música te gusta y es armoniosa, así que lo puedes hacer por mucho tiempo, y ese ruido no es que lo escuches por gusto”.
Nocividad de escuchar música“Si la escuchas muy alto, después de un rato también te desesperas. Entonces no creo que sea muy saludable escucharla tan alto y tan seguido”.

Observaciones: ninguna. 3.5.

Entrevista 9: Erika Victoria, 20 años                                        31 de octubre de 2020. 6:00 pm
CategoríaConceptoFrase
RuidoAcostumbrarse al ruido cotidiano“[el audio] era como medio incómodo porque pues eran puros ruidos, y como quien dice son los que siempre encontramos. Pero de alguna forma nos acostumbramos a ellos. O sea algo… un poco incómodo nada más”.
“Sí es algo molesto, pero ya nos hemos acostumbrado a que siempre escuchamos mucho ruido: en la calle, en nuestra casa, por maestros, en la escuela… normalmente siempre”.
Ruido en el Metro“En el Metro hay mucho más [ruido que en el audio]”.
Malestares conocidos provocados por ruido¿Alguna vez te habías preocupado por la cantidad de ruido que hay en los lugares que frecuentas?“Sí, al menos en la escuela sí. Porque nos preocupa que, por ejemplo, cuando yo tomaba clases, mi salón quedaba enfrente de la explanada. Y cuando hacían eventos y así, pues no podíamos tomar la clase. Era demasiado molesto porque nos interrumpía y no se escuchaba ni la maestra, ni entre nosotros”.
MúsicaMúsica como agente de ruido menos contaminante¿Crees que sea dañino escuchar música de forma prolongada?“Como tal no, pero a lo mejor por el volumen, nada más. Si es fuerte, sí. Si es medio o bajo […] yo digo que no habría problema. Pero si lo tenemos a muy alto volumen, pues sí sería dañino”.
“La música la elegimos, y el ruido, pues no. Vas pasando y el ruido ya estaba, tú eres el que va pasando por ahí”.

Observaciones: esta persona no consideró el audio tan molesto, pues opina que en la vida cotidiana hay agentes más ruidosos que el audio. 2.

Entrevista 10: Citlali Macías, 20 años                                   4 de noviembre de 2020. 7:30 pm
CategoríaConceptoFrase
RuidoMalestares conocidos provocados por ruido“Sería como tortura psicológica [escuchar el audio por 8 horas]”.
“El ruido aparte de que puede llegar a ser molesto, en caso de que tengas que comunicarte con alguien, esto va a intervenir y se va a convertir en una barrera. Y ya no nos vamos a poder comunicar asertivamente”.
MúsicaNocividad de escuchar músicaNuestro oído tiene ciertos Hertz normales de audición, y tener música prolongada a volúmenes altos puede provocar daño al tímpano. Disminuye su función con el tiempo.
¿Crees que haya diferencia entre escuchar música o escuchar ruido, como el que yo te envié, durante mucho tiempo?“No, no depende de si nos guste o no, o la composición… simplemente es ruido y altera”.

Observaciones: esta persona parece conocedora del problema de ruido, pero no preocupada al respecto.

1.3. Interpretación de los Resultados cualitativos

La mayoría de las personas entrevistadas considera que en el Metro existen niveles altos de ruido, aunque no hay un consenso sobre cuáles son las mayores fuentes que lo provocan. Algunos consideran que se debe al ruido emitido por el propio Metro, mientras que otras creen que es debido a la gente, a los vendedores, o la música. De acuerdo con las observaciones realizadas para fines de esta investigación, las fuentes de ruido principales son el Metro en sí mismo cuando acelera, y el ruido de las calles que se filtra en las estaciones elevadas y a nivel de suelo.

También, la mayor parte de las personas entrevistadas tienen conocimiento de la nocividad del ruido, y han sido perjudicadas por él. Algunas manifestaron dificultades para comunicarse debido a los altos niveles de ruido, otras mencionan dolores de cabeza y estrés, mientras que otras comentaron sentir un pitido en el oído tras someterse a altos niveles de ruido.

La mayoría de estos síntomas ocurren en el momento inmediato de someterse al ruido. Nadie comentó efectos secundarios posteriores, más allá de una pérdida de la audición (y este resulta ser uno de los más conocidos). Sin embargo las personas entrevistadas no consideraron los perjuicios a mediano o largo plazo del ruido, tales como estrés, irritabilidad, dificultad para dormir, entre otros, sino solamente los más inmediatos.

De acuerdo con la teoría elegida para esta investigación, del Modelo transaccional del estrés y afrontamiento, en un principio se estimó que el ruido no pasaba el primer “filtro” (conocido como Primera Apreciación) respecto a que las personas no lo consideraban como una amenaza. Sin embargo, esta idea parece no ajustarse con los resultados obtenidos, pues los entrevistados sí tienen conocimiento de los riesgos y daños que implica permanecer en sitios poco silenciosos.

Parece que es la Segunda apreciación la que impide que la gente haga algo al respecto. Porque en esta fase se evalúa el control sobre el agente estresante y los recursos para combatirlo. Y es entonces donde casi nadie piensa que haya formas de evitarlo, o al menos no las propusieron en la investigación. Consideran que el ruido es parte inmanente de la vida cotidiana en el área Metropolitana de México.

Aunque claro, lo anterior no significa que no haya personas que no consideren, en su Primera Apreciación, que el ruido pueda ser un problema real. Algunas personas sí expresaron abiertamente que nunca se han interesado por este asunto, lo cual indefectiblemente hará que no busquen soluciones o maneras de evitarlo, pues resulta ser algo en lo que no piensan de forma cotidiana.

Entonces, en la investigación encontramos únicamente dos categorías: quienes no se interesan por el nivel de ruido, y quienes sí se interesan, pero no consideran que haya formas de escapar de él. En otras palabras, el primer grupo desecha el ruido como un agente estresor desde la Primera Apreciación, y el segundo no busca manejar el problema.

Lo anterior se sustenta, además, en el hecho de que varios entrevistados consideraron que una de las diferencias entre el ruido y la música, es que esta última es escuchada por convicción, mientras que el primero en invasivo e involuntario. De esto se deduce que se considera que no hay control alguno sobre los ruidos que escuchan. 

En la observación llevada a cabo, una de las maneras en que las personas parecían relajarse cuando había mucho ruido, es justamente a través de la música, mediante audífonos. Mucha gente iba dormida —o al menos con los ojos cerrados— mientras llevaba audífonos puestos. A simple vista, parece ser un método efectivo para aislarse del ruido externo y enfocarse en algo que agrade y hasta relaje. ¿Pero realmente funciona?

La mayoría de las personas consideraron que la música es menos dañina que el ruido como tal. Opinaron que la armonía y melodía propias de las composiciones musicales, hace que sea más placentera y menos perjudicial. No obstante, también aseguraron que si se escucha a niveles altos sí puede traer problemas al oído. Solo una persona entrevistada consideró tan nociva la música como el ruido, argumentando que no depende de si gusta o no lo que se escucha, sino el volumen y la duración. 

En ese sentido, hubo participantes que manifestaron molestias también con audífonos. Estas personas comentaron que tienen problema al estar en el Metro y usar audífonos, pues debido al ruido, tienen que subir el volumen para poder escuchar la música, lo cual termina por afectar más, causando malestares como dolores de cabeza, pues el ruido se potencia.

De acuerdo con un testimonio recabado en las entrevistas, hay personas en el Metro que llevan audífonos con volúmenes tan altos, que se puede escuchar incluso cuando estás junto a esa persona. Ante esto, es evidente que hay quienes tienen mayor sensibilidad ante el ruido que otros, y sus percepciones también son diferentes. Pero, ¿cómo funciona esto?

La mayoría de las personas entrevistadas aseguraron que sus casas son silenciosas, aunque sí puede haber ruidos fuertes de diversas índoles: música, construcciones, carros, vendedores de la calle, etcétera. Pero estos son circunstanciales, no constantes. Por lo tanto, son personas que no se enfrentan a un ruido excesivo en sus hogares.

Ante esto, es más probable que no tengan tantos problemas a la hora de enfrentarse a los ruidos del Metro o de la calle, pues estos no duran tanto, y no son la cotidianidad. Sin embargo, las personas que aseguraron que en sus casas sí hay ruidos constantes, o que frecuentan lugares ruidosos, son aquellas que, más que adaptarse, pueden sufrir más las consecuencias debido a que se encuentran inmersos en un ambiente hostil de forma prolongada.

No todas las personas de la Zona Metropolitana se enfrentan a los mismos niveles de ruido, ni durante el mismo tiempo. Estos dos factores son cruciales a la hora de determinar qué tanto podrá cada persona soportar los ruidos. Aunque en ciertos lugares haya ruido, existen niveles tolerables: no es necesario que nos encontremos en lugares absolutamente callados para que sea saludable. Así, tal vez las personas que en el Metro permanecen impasibles ante el ruido, lo hacen porque esos momentos de altos decibeles no son comunes en él o ella.

Aunque lo intuitivo sería pensar que, si no se está acostumbrado al ruido, exponerse a él afectará más, no hay que olvidar que el ruido está en todas partes. Esto significa que, de alguna forma, quienes habitan en CDMX o EDOMEX, han logrado adaptarse a ciertos niveles de ruido, que ya se conocen como “normales”, aunque estos niveles sean más altos para unas personas que para otras. Así, incluso las personas menos acostumbradas al ruido, lo experimentan inevitablemente, y su percepción de lo que es ruidoso o no, es subjetiva

Pero lo anterior se siente incompleto, y lo podemos complementar con la investigación de Domínguez (2013). Ahí se explica que existen dos posibles respuestas a los estímulos externos. Puede ser la adaptación o la sensibilización, que en otras palabras, serían la “inmunidad o la alergia”. Pone como ejemplo a las familias que viven en los alrededores del Aeropuerto de la Ciudad de México. Mientras que algunas se han habituado al ruido y ya no les molesta, otras sufren el tener que escuchar el despegue de un avión todos los días.

Y cada persona en un caso diferente, y es por eso que no todo el mundo considera que haya ruido fuerte en ciertos lugares. En otras palabras, cada persona tiene su propia forma de interpretar el ruido, puesto que, a menos que posean un sonómetro y registren en todo momento del día los decibeles del lugar en donde están, no hay un valor práctico absoluto del ruido, mediante el cual toda la población pueda comparar su ruido cotidiano. Entonces, sí hay cierto nivel de adaptación al ruido, que hará más, o menos soportable permanecer en ambientes poco silenciosos, dependiendo de lo cotidiano para cada uno.

En el siguiente cuadro se expone de forma gráfica las dos variables que se concluyen —hasta ahora— para determinar qué tanto podría afectar el ruido del Metro u otros lugares ruidosos en los que no se permanece por mucho tiempo:

 Adaptación natural
SENSIBLEHABITUABLE
Ruido cotidianoBAJOEn este cuadrante se ubican personas que viven en sitios silenciosos y por ello no están acostumbradas al ruido, pero que son muy afectadas por éste cuando se presenta.En el Metro, estas personas podrían presentar malestares en las líneas y estaciones más ruidosas. Aunque en aquellos lugares y momentos menos bulliciosos, como los andenes en horas no pico, probablemente se sientan mejor.En este cuadrante se ubican las personas que son capaces de habituarse al ruido, pero no lo experimentan de forma cotidiana. Lo anterior no implica que no les pasa nada con el ruido, sino que podrían fácilmente acostumbrarse a él si se volviera cotidiano.Esto significa que en el Metro quizá sientan algún malestar, pero es menos probable, y además podrían eventualmente no sentir ninguno después de un tiempo de usarlo cotidianamente. 
ALTOEn este cuadrante se ubican las personas más desafortunadas, pues su adaptación al ruido es baja, pero tienen que enfrentarse a niveles altos de ruido en su vida cotidiana.En el Metro, estas personas sentirán malestares similares a los de su cotidianidad, aunque podría incluso ser menor el daño, pues en determinados momentos, el Metro puede ser más silencioso que otros lugares como una avenida concurrida.Este podría ser el caso más extraño (no poco común, sino el más contra-intuitivo), pues se trata de aquellas personas que “se arrullan” con el ruido, y que cuando es eliminado, se sienten incómodas. Personas de la ciudad que, cuando van al campo, la tranquilidad les resulta molesta y necesitan ruido.En el Metro, son las personas que permanecen impasibles ante el motor del metro, el timbre, los vendedores, y que se duermen o están tranquilos con audífonos a todo volumen. 

Cabe destacar que es difícil autoanalizarse para colocarse en alguno de los cuadrantes, pues la percepción del ruido, como se acordó previamente, sufre de una alta subjetividad a excepción de casos como el de las familias del aeropuerto; y aún más la adaptabilidad que cada persona tiene al ruido. Pero en el apartado Discusión veremos con mayor profundidad cómo los individuos poseen percepciones distintas.

Por último, considerando los elementos que son más ruidosos en el Metro, de acuerdo con las observaciones, se proponen las siguientes soluciones:

1. Instalación de vidrios a las estaciones elevadas. En éstas el ruido proviene especialmente de la calle, por lo cual, sería ideal que se “blindaran” las estaciones. La mejor forma de hacerlo sería colocando cristales en los andenes, que se encuentran actualmente abiertos. De este modo puede haber una reducción de ruido importante, además de que no se metería el agua cuando llueve. 

2. Colocación de algún material aislante en las estaciones subterráneas. Dentro de los túneles el ruido llega a niveles sumamente altos, por lo que sería aconsejable instalar algún material capaz de aislar el ruido en esos lugares.  

  1. Resultados cuantitativos.
    1. Gráficos de puntos (ver PDF)

En el eje vertical, 1 significa Nada molesto; 2, Poco molesto; 3, Algo molesto; y 4, Muy molesto. El eje horizontal corresponde a las edades. La ‘M’ antes de cada nombre, significa Molestia causada por.

  1. Gráficos de barras (ver PDF)

La ‘R’ antes de cada nombre, significa Ruido causado por. Las etiquetas ‘Consideró más’ y ‘Consideró menos’, comparan el ruido real que produce cada cosa, y lo que las personas consideraron.

  1. Tabla de Resultados cuantitativos.
VariableResultados
Frecuencia de uso del Metro61% De lunes a viernes22% Diariamente
Duración de traslados83% Entre 40 minutos y 2 horas
Sexo51.6% Mujeres
Edad35.5% Veinte años (moda)Promedio: 24.41Mediana: 21Rango: 18 – 45
Estado civil83% Soltero
Grado de estudios61% Bachillerato45% Licenciatura
Residencia12 lugares (Acolman, Chalco, Iztapalapa, Nezahualcóyotl…).38% Ecatepec de Morelos (mayoría)
Momento del día en que se usa el Metro51.6% Variable32.3% Mañana
¿Otras formas viables de llegar a escuela o trabajo sin Metro?45.2% Sí, pero tendría que gastar más32.3% No, el Metro me es muy necesario9.7% Sí, el Metro no me hace falta
Líneas más usadas54.8% Línea 351.6% Línea B45.2% Línea 2
Destinos51.6% Escuela25.8% Trabajo
Contaminación más preocupante51.6% Aire (mayoría)12.9% Ruido (minoría)
Transporte considerado más ruidoso67.7% Camión (mayoría)12.9% Metro
Cosas más molestas del Metro90.3% Que se detenga o vaya lento (mayoría)77.4% Que se tarde en pasar41.9% Que haya mucho ruido
Escalas de ruidos más molestosMás molesto: 29% Vendedores Menos molestos: 48% Ruido de la calle; 54% Música de fondo
¿Has sentido malestar por ruido?51.6% Sí
Acciones para reducir el malestar por ruido54.8% Ponerse audífonos (mayoría)19.4% Nunca me molesta el ruido
Experiencias vividas93.5% Vendedores, vendedores con bocinas y gente pidiendo dinero90.3% Raperos o músicos80.6% Niños o bebés llorando
Cuánto ruido crees que produce (porcentaje de respuestas correctas)Biblioteca: 96 % ↑Concierto de rock: 16% ↑Tráfico intenso: 22% ↑Audífonos a todo volumen: 19% ↓Oficina ruidosa: 35% ↓Motocicleta acelerando: 41% ↓Balazo: 19% ↓
  1. Interpretación de los Resultados Cuantitativos.

Los resultados de las encuestas para esta investigación no alcanzaron la cantidad ideal de respuestas, debido a las dificultades en encontrar encuestados que entraran en el público objetivo. Este trabajo se realizó durante la pandemia por Covid-19, y eso dificultó llegar a más público. Sin embargo, de los resultados obtenidos, se pudo hacer el siguiente análisis.

Se realizaron gráficas de puntos mediante el programa de análisis PSPP, para intentar encontrar correlación entre la edad de las personas y el nivel de molestia que presentan ante determinados ruidos. Las gráficas, presentadas al inicio de este reporte, indican que no existe correlación entre ambos factores, tampoco cuando las edades se encuentran en el eje vertical de las gráficas.

Estos resultados ayudan a fortalecer las conclusiones del análisis cualitativo, en el cual, se mencionó que los factores que determinan qué tanto afecta el ruido a las personas están relacionados con la adaptación, y el ruido cotidiano de cada uno. Al observar las gráficas, que no consideran estos factores, podemos constatar que no se trata de un asunto necesariamente relacionado con la edad de las personas, pues aunque había una mayoría de gente de aproximadamente 20 años, aquellos de más edad no presentaron respuestas tan radicalmente diferentes que los más jóvenes.

Lo que sí se puede concluir es que el ruido considerado en general menos molesto, es el de la música de fondo que hay en el Metro, y el más molesto es el que producen los vendedores. El tema de la música es comprensible, pues de acuerdo con las observaciones realizadas en campo, resulta ser uno de los menos intrusivos, y de hecho pierde fuerza ante otros ruidos como el de la gente y el del propio Metro. Por otro lado, los vendedores son percibidos como más molestos probablemente porque su voz o música tienden a romper el silencio —relativo— de un vagón, si es que lo hay, o incrementar el ya de por sí alto ruido que suele existir cuando el Metro acelera. 

La última conclusión que se puede obtener de las gráficas de puntos, es que muchas personas no perciben el ruido del propio Metro como molesto, y eso es importante mencionarlo porque éste resulta ser la mayor fuente de ruido en las estaciones, junto con el que se filtra de la calle, mismo que tampoco es considerado tan molesto. Aparentemente, las personas se adaptan a estos sonidos que se encuentran invariablemente cuando se viaja por el Metro, y perciben como más molestos aquellos que no son constantes, pero sí recurrentes, como los vendedores (93% de los encuestados afirman haber visto y escuchado a alguno). En otras palabras, desagradan aquellos que rompen con la “cotidianidad” de ruido en el Metro.

Aun así, la contaminación que se considera menos preocupante es la sonora. Además, solo un 51% de los encuestados afirmó haber sentido malestar causado por el ruido, y sólo un 41% lo consideró un problema en el Metro, a comparación del 90% que seleccionó como molesto que el Metro tarde en arrivar. Esto nos permite observar que el ruido no es percibido, de forma general, como un factor tan problemático.

En cuanto a la parte en la que los encuestados debían estimar el ruido que se produce en diferentes situaciones, sólo hubo mayoría de aciertos en dos casos: la biblioteca y la motocicleta. Hubo una mayoría de respuestas que consideraron más ruidoso de lo que en realidad es, el concierto y el tráfico. Y el balazo, la oficina ruidosa y los audífonos fueron los más subestimados en cuanto a su nivel de ruido. El objetivo de este ejercicio era observar en qué medida consideran ciertos ruidos como más intensos de acuerdo con su propia experiencia.

El resultado más interesante es el de los audífonos a todo volumen. En este caso, gran parte de las personas consideraron que el ruido que se percibe con éstos no es tan alto como en realidad es. De esto se puede deducir que, por esta razón, muchas personas (más de la mitad de las encuestadas) se coloquen audífonos para intentar aislarse del ruido del Metro, lo cual, a volúmenes altos, resulta contraproducente. Y, de acuerdo con algunos testimonios de las entrevistas de esta investigación, es poco probable que la música de los audífonos se escuche a niveles bajos, porque el ruido el Metro es muy alto y hace falta subir el volumen para poder escuchar la música.

Otra observación importante, es que en todos los casos hubo altos porcentajes de personas que consideraron a los ruidos menos intensos de lo que son. Esto ayuda a corroborar la idea de que las personas pueden ser capaces de aceptar ciertos ruidos y percibirlos como “normales”, pese a que éstos sean más altos de lo que es recomendado. Ocurre así un desbalance en lo que es considerado común, o en este caso ruidoso. 

Discusión

  1. Parte cuantitativa.

De acuerdo con los resultados de las encuestas realizadas, se llegaron a algunas conclusiones, que ahora serán contrastadas con el Marco Teórico seleccionado para esta investigación. Uno de los puntos más importantes a remarcar es el porcentaje de personas que consideraron al ruido como un tipo de contaminación relevante. Tan sólo un 12.9% indicó que se trataba de un problema, resultando en la minoría. Y en el caso específico del Metro, sólo un 41% de las personas encuestadas afirmó que el ruido es una molestia.

Con estos dos datos ya se pueden introducir los conceptos del Marco Teórico. Lo que se conoce como Primera Apreciación, corresponde a la evaluación de si un evento externo puede considerarse como una amenaza. Es evidente que, en la mayoría de los casos, el ruido no logra atravesar ese primer “filtro” mental.

Pero esas pocas personas que piensan en el ruido como una amenaza, tienen problemas con la Segunda Apreciación, pues en ésta se determina qué nivel de control hay sobre el agente estresor. La realidad es que pocas veces existe la posibilidad de escapar del ruido, y es por ello que las estrategias orientadas a reducir el problema no suelen solucionarlo.

En última instancia, el objetivo de esas estrategias sería obtener bienestar emocional, estado funcional, y comportamientos saludables. Sin embargo, aquellas personas que intentan lograrlo, descubren que es muy complicado. Pero no solamente quienes consideran que es un problema se ven afectadas. Un 51% de los encuestados afirmó haber sufrido alguna molestia por ruido, lo que significa que la contaminación sonora puede afectar en momentos específicos bajo circunstancias quizá excepcionales, a aquellos que por lo general no sufren por el ruido.

El concepto de Regulación emocional encaja bien en este punto, pues se trata de un esfuerzo por modificar la manera en que se siente la persona ante el problema. Sin embargo, en este caso se infiere que este proceso se lleva a cabo —si es que sucede— de manera inconsciente. Pocas personas se preocupan por el ruido, y de esa minoría, hay un 22% que afirma no hacer nada ante los ruidos molestos para reducir su impacto. Por ello, es evidente que existe un porcentaje muy reducido de personas que podrían intentar, de forma consciente, hacer algo para reducir los efectos negativos del ruido.

En esta parte cuantitativa, se observa que el Marco Teórico se acopla bien con los resultados obtenidos, y se observa cómo es el impacto del ruido en las personas, quienes no consideran el ruido como una amenaza importante, pese a sufrir en ocasiones los estragos que ocasiona. Es importante recalcar que, en este caso, la contaminación auditiva no suele atravesar la Primera Apreciación, debido a que su impacto resulta menos trascendente para las personas, que otros problemas más palpables. 

  • Parte cualitativa.

Las entrevistas ofrecen resultados que no se ajustan a las conclusiones obtenidas gracias a las encuestas. En el caso cualitativo, las personas afirman que conocen los efectos nocivos del ruido, los han sufrido y están al tanto de lo dañino que es. Entonces en este caso, a diferencia de los resultados cuantitativos, la contaminación sonora sí logra pasar el filtro de la Primera Apreciación, y es principalmente en la Segunda donde la mayoría considera no tener control sobre qué se escucha.

Y en este punto llegamos al mismo sitio que en los resultados cuantitativos. El problema radica en las estrategias orientadas a reducir el malestar. En este caso, las personas entrevistadas pudieron explicar con más soltura su sensación al respecto, y la tendencia general es que cada quién se va acostumbrando a su ruido cotidiano. Eso es lo que varios entrevistados consideraron: que el proceso de adaptarse ocurre de forma natural, conforme pasa el tiempo y el ruido se vuelve parte del paisaje sonoro cotidiano.

Esta precepción es atinada, porque el ruido que se experimenta en la Ciudad no suele ser tan alto que resulte absolutamente insoportable, a excepción de ciertos casos, como por ejemplo el mostrado por uno de los entrevistados, quien trabaja en talleres donde cortan aluminio con enormes máquinas. En esas situaciones particulares es necesaria protección para los oídos, pero en la vida cotidiana en el Metro, en las calles, en la oficina o escuela, el ruido suele ser tolerable, aunque alto.

Pero, nuevamente, hay casos que son excepcionales como el de las familias que viven junto al aeropuerto de la Ciudad, y se han adaptado a ese nivel de ruido literalmente ensordecedor. Y aquí entra el juego el aspecto menos palpable de todos, que es la adaptación natural de cada una de las personas.

Y en este punto es cuando podríamos ampliar la Teoría del modelo transaccional del estrés y afrontamiento, usada como marco teórico de esta investigación. Porque, aunque puede estar incrustada dentro de la Primera Apreciación, la Adaptabilidad que tiene cada persona a los agentes estresores posee una importancia suficiente para considerarse como una situación aparte.

  • Cierre.

Los procesos descritos en la Teoría transaccional son mucho más conscientes, pues se trata de cómo los individuos observan los agentes externos y cuantifican su riesgo, y luego el control que poseen sobre ellos. Sin embargo, lo que se está proponiendo es un aspecto innato de cada persona, y por ello, inconsciente, mas aún, incontrolable.

No es que la Teoría transaccional esté mal, sino que es posible matizar el proceso del afrontamiento del estrés, basado en qué tan adaptable puede ser la persona en cuestión. Esto permite explicar por qué las personas entrevistadas parecen ser conscientes de los problemas ocasionados por ruido, pero a la vez no les importa tanto: si bien la contaminación sonora pasa la Primera Apreciación, porque son conocidos sus problemas, los efectos no son tan nocivos (o al menos no a corto o mediano plazo) porque las personas tienen un nivel de adaptabilidad alto.

De este modo se obtiene una nueva y amplificada Teoría del modelo transaccional del estrés y afrontamiento, donde se toman en cuenta más factores, para hacer más específica la clasificación del impacto del estresor, en este caso del ruido. Estos factores son: la adaptabilidad natural y el ruido cotidiano (como ya se mencionó con el cuadro comparativo de la página 28), pero además la Primera Apreciación del ruido de cada persona.

Para concluir, y para que sea más clara esta conclusión, se expondrán dos ejemplos:

Persona de ejemplo 1

Adaptabilidad natural: baja.

Ruido cotidiano: bajo.

Pasa la primera apreciación: no.

Este tipo de personas no considera al ruido como una fuente nociva, a pesar de que es altamente sensible al ruido cotidiano, que no obstante es bajo. Esto da como resultado una persona que puede sufrir problemas si de pronto tiene que enfrentarse a un ruido excesivo más frecuentemente, pero que no es tan consciente de que esos malestares son ocasionados por el ruido. Esto puede ser por diversas razones, por ejemplo, podría ser una persona sumamente ocupada, que trabaja mucho, y por ello rara vez presta atención a su paisaje sonoro. Y si bien el ruido no es lo único que puede estresar o causar problemas a largo plazo, es un agente importante que los genera, y puede ser ignorado por esta persona de ejemplo.

Persona de ejemplo 2

Adaptabilidad natural: alta.

Ruido cotidiano: alto.

Pasa la primera apreciación: sí.

Este es el caso completamente contrario al ejemplo anterior, y de hecho encaja bien con la familia del aeropuerto. Es una situación poco común, pues se trata de personas que conviven con niveles de ruido altos, pero su gran adaptabilidad les ha permitido acostumbrarse a eso, y además son conscientes del problema. Si bien se trata de personas relativamente afortunadas, pues saben convivir en un ambiente poco favorable, esto no significa que tengan poderes especiales: simplemente se adaptan mejor, pero eso no impide que en el futuro sufran consecuencias, como pérdida de audición. Su conciencia sobre este problema puede hacer que hagan algo para alejarse del ruido, a diferencia de alguien que no perciba al ruido como una amenaza.

Conclusión

De acuerdo con los objetivos planteados de esta investigación, se puede afirmar que se cumplió la intención de conocer cómo las personas conviven con el ruido. Se trabajó sobre el nivel de conciencia respecto al problema, que en general es buena, y sobre la importancia que le otorgan las personas a la contaminación auditiva, que es, no obstante, en general baja. Asimismo, las entrevistas nos permitieron conocer los efectos nocivos más inmediatos que sufren las personas debido al ruido.

A través de las observaciones se lograron identificar las dos fuentes principales de ruido, y a partir de todos estos resultados, se estableció un parámetro para analizar cómo puede impactar el ruido en cada persona. Sin embargo, hubo poco espacio y tiempo para proponer muchas soluciones. Esta investigación podría, eso sí, dar pie a otras con mayor presupuesto para plantear estrategias nuevas.

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