La música pop. Primero el producto y luego el arte

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Por Roxy Aguilar

Resumen

La música pop se ha vuelto parte de una industria de masas que se preocupa principalmente por las ganancias y no por la calidad del producto. El artista ya no es aquel que transmite conocimiento o arte, sino que es básicamente un modelo que impone un estereotipo, un ideal, que vende su imagen y no su talento. Situación que se ha facilitado gracias a las redes sociales. Así los jóvenes están creciendo con falsos modelos a seguir, que se contraponen al resto de los géneros musicales no se quedan callados ante la venta indiscriminada de un producto vacío disfrazado de arte.

Introducción

La música pop actualmente, es el resultado de diferentes cambios tecnológicos, técnicos e incluso industriales así como de diversas ramificaciones que han dado origen a nuevos géneros o mezclas musicales.

Es también sobre todo recientemente, víctima de críticas y desprecio por parte de expertos, aficionados o figuras de otros géneros, que incluyen su opinión y puntos de vista dentro de sus trabajos, provocando enfrentamientos que llegan a redes sociales, a programas televisivos y radiofónicos o generando la creación de nuevas canciones que continúen con este ataque, que puede ser o no, justificada.

La música pop ha perdido su verdadero objetivo y tiene como único fin vender imágenes o estereotipos. Su intención es meramente comercial, dejando de lado la esencia musical, promoviendo el gusto por contenidos vacíos y por el espectáculo visual o personal de cada artista.

En este trabajo se profundizará sobre las técnicas musicales, de mercadotecnia y sociales que hacen que se considere a la música pop como un género muy simple o sencillo, se analizarán el papel que juegan las figuras representativas de este género socialmente enfocado sobre todo en niños y adolescentes que toman a estas figuras como modelos a seguir, cómo llegaron a la posición en la que están y qué deben hacer para conservarla incluso mundialmente, entender quién define estos estereotipos y por qué tienen que cambiar.

Así, se pondrá especial interés en el mercado y el país que se interesa más por vender esta cultura, por promocionar los estereotipos y los beneficios que se obtienen tanto política como económicamente y cómo es que esto influye en otras culturas y trasciende fronteras.

También se tomarán dos casos prácticos de dos radiodifusoras mexicanas, las más escuchada por los jóvenes y las más comercializadas de este país (Alfa, 91.3 y Los 40 principales México, 101.7).

Vale la pena profundizar en cada uno de estos cuestionamientos ya que actualmente, nuestra sociedad y vida se ve profundamente afectada por esta cultura. Se busca entonces, encontrar en el contexto social (afectado por la economía y la política) y la razón de la masificación cultural de este género, para comprender por qué se anela y se logra el éxito de la música pop.

Se estudiarán las críticas que desde diferentes puntos de vista se le hacen a este género, tomando como referencia la lingüística unificadora de Lévi-Strauss. Y aplicándola a que la sociedad se ha vuelto el símbolo unificador de cada uno de estos malos aspectos del pop. De los que además, prácticamente nadie se ha desentendido y por consiguiente parece fácil asegurar que todos nos sabemos o nos ha gustado por lo menos una canción pop.

En resumen, se tomará el inconsciente, los simbolismos, la lingüística y el estructuralismo de la sociedad de Lévi- Strauss.

Antecedentes históricos

El terreno de la música es demasiado amplio, con demasiada historia para ser resumida y estudiada en unas cuantas cuartillas. Incluso si lo reducimos a un solo género en este caso, la música pop, tendríamos demasiados aspectos que merecerían la pena ser evaluados, como el aspecto social, económico, político, histórico, la melodía como tal, las nuevas tecnologías, las letras, los artistas, sus ramificaciones, los sectores que más lo escuchan, las ocasiones en las que son más escuchadas estas canciones y el contexto que cambia cada uno de estos aspectos.

Comencemos entonces por definir uno de los conceptos que más nos importan para entender el éxito de este género musical y todo lo que hay detrás de él, la cultura popular.

Este concepto de alguna manera, va ligado con la cultura mainstream. Definido por Frédéric Martel como: “un producto cultural que aspira a tener una gran audiencia. Puede ser una connotación positiva, en el sentido de “cultura para todos”, y también negativa en el sentido de “cultura dominante” (449). Mientras, que la cultura pop, “es un tipo de cultura cuya característica principal es que se produce masivamente y, por lo mismo, es apreciada por una gran cantidad de personas, en oposición a la alta cultura o cultura de las élites, dirigida a una parte específica de la población”. (Rosas en Etcétera).

Los productos creados por la cultura pop o la mainstream, están pensados para ser consumidos por las masas. Entonces la música de esta cultura, es planeada y hecha para las masas. “Las ideas y los estilos musicales originales, son absorbidos por la industria disquera, quien los populariza y les agrega los estándares necesarios para su éxito y rápida propagación” (Shuker 20, traducción propia). La industria, ha dejado de darle importancia a lo que el escucha merece y quiere recibir, para enfocarse en producir ganancias fácilmente, poniendo especial atención en el público que se sabe, dará más ganancias. “Hay una contradicción entre los intereses de las disqueras enfocadas en radioescuchas que compran discos, especialmente en los adolescentes, jóvenes y radiodifusoras que compran registros” (Shuker 145, traducción propia).

Los estándares están ya tan medidos y estudiados de acuerdo a los gustos e intereses del momento, que el artista, la disquera e incluso la radiodifusora puede saber en muchos casos, qué material va a tener o no éxito, incluso dentro de un disco, pueden saber qué canciones se pondrán más de moda a comparación con el resto del material. En su artículo “¿Crisis? Y cambios en la música actual”, Alberto Bonilla explica la historia de un músico independiente, incursionando en la radio comercial. “Hace pocos días, conversando con un músico que va a hacer su debut nacional en una discográfica independiente, me explicaba que habían paralizado su trabajo unos meses más con la intención de organizar un mejor plan de marketing para el estreno. Los de arriba, a falta de menos de un mes para el lanzamiento, habían caído en la cuenta, tras la primera escucha, de que el trabajo podía funcionar bien. En definitiva, todo se detuvo porque el producto podía generar dinero” (Bonilla en Nuestro tiempo).

Por otro lado, una de las preguntas que más nos atañen y para la que vale la pena tener un marco comparativo es ¿Qué vende más, la figura del artista o su trabajo? Pues bien, si tomamos como referencia a tres artistas de moda dentro de redes sociales y la web en general (Justin Bieber, Lady Gaga, Katy Perry) y vemos los contenidos que publican, encontramos una mayor cantidad de referencias hacia su vida “personal” y actividades cotidianas, que a su trabajo como artistas.

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Cuentas oficiales de Instagram de Justin Beaber (Fig 1), Katy Parry (Fig 2) y Lady Gaga (Figura 3). Revisadas el 19 de abril del 2015.

“Hablamos de los productores/asesores de imagen, capaces de escoger de forma precoz a individuos con mayor o menor talento hasta convertirlos en productos de masas. […] Parece, por tanto, que la figura del asesor musical es sinónimo de éxito, pero a veces no de reconocimiento por parte de los compañeros de profesión que ven en todo ello una estrategia de marketing para vender discos y merchandising del artista, pero no un trabajo original y esforzado” (Bonilla en Nuestro tiempo).

Ante esto, hay por supuesto diferentes puntos de vista, todos válidos y cada uno dando probablemente desde diferentes ángulos de la cultura. Por su parte, en un interesante artículo a favor de las figuras pop y en especial, a favor de la polémica figura de Lady Gaga, publicado en la revista Etcétera el 1 de diciembre del 2010, se asegura que, “hay algo más en miss Lady Gaga, insisto; quizá simbolice uno de los primeros fenómenos sociales más destacados de la nueva era digital. Y creo, entonces, que desde la siguiente bruma podría desprenderse el análisis: es la apuesta musical más reconocida en el orbe si anotamos los niveles de venta de sus discos, procesadas sobre todo en la plataforma web” (Arouet en Etcétera). Aquí haciendo referencia, quizá no solo a la música creada por la estrella, sino a toda la figura que su nombre representa, que va desde el uso extraordinario de la tecnología tanto en sus conciertos como en sus videos musicales para crear espectáculos visuales que complementen su música, así como su polémica vestimenta como un vestido (figura 4) de carne o bien novedosos tacones.

“La respuesta es sencilla: antes de producto hubo y hay artista. Todos ellos crecieron produciendo música no orientada a la radiofórmula, en una discográfica independiente donde trabajan sin reglas ni presiones, sin el apoyo de grandes estrategias de marketing y recibiendo buenas críticas de los medios especializados a temprana edad”. (Bonilla en Nuestro tiempo).

Así, este género no solo es la comercialización de la música para que llegue a las masas. Sino también la comercialización de una imagen, de una idea o de un concepto que distorsiona al artista puesto que es una estrategia pensada por una gran cantidad de personas para crear un producto exitoso.

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Revistaohlala.com  Revisado el 16 de abril del 2015

No es raro escuchar a gente decir: “La música ya no es lo de antes”, “La música dejo de serlo en los 80” o bien, “Esa canción es idéntica a…”. Muchas personas, sin importar su contexto o su profesión, se sienten en la libertad de hacer criticas contundentes a la música pop. Incluso, hay estudios completos que se dedicaron al análisis sociológico, psicológico, comercial y de contenido de esta música.

Sin embargo, “desde la música grabada, a cada generación le ha sorprendido los gustos musicales de la que le sigue. Sinatra odiaba a Elvis; Elvis odiaba a los Beatles. Durante el “Renacimiento de Harlem” de los años 20, incluso la comunidad afroamericana le dio la espalada a artistas como Duke Ellington, optando por la música clásica” (Hill en Maclean´s, traducción propia).

Uno de estos estudios es Measuring the evolution of the Contemporary Western Popular Music encabezado por Joan Sierra. En donde se dedicaron a analizar el ritmo, los patrones, las variaciones e incluso el volumen de canciones pop de 1955 al 2010, utilizando un registro musical llamado the Million Song Dataset. Por medio de estadísticas, encontraron patrones de las canciones respecto a tono, timbre y volumen. Encontraron que estos patrones, se repetían dentro del material producido en los últimos 50 años, que solo cambian ciertos aspectos básicos y esencialmente el volumen (sonoridad), la mayoría de los componentes se han quedado estáticos o que incluso se han deteriorado, como la frecuencia del uso de las mismas palabras y letras muy similares. Notaron en esta investigación que la evolución de la música pop se ha visto reducida a tres aspectos: a) el uso de las nuevas tecnologías para subir el volumen de las canciones, b) la armonía cada vez más pobre y c) la calidad poco a poco en decadencia. “Una vieja canción, con progresiones de acordes más simples, instrumentos adaptados a las tendencias actuales y grabada con técnicas modernas que permitieron el aumento de los niveles de sonoridad podría fácilmente ser percibido como una novedad, algo a la moda e innovador” (Sierra et al en Scientific reports, traducción propia).

En contraste con este estudio, Dan Hill argumenta lo afortunado que somos al vivir el gran avance tecnológico, la evolución del pop y la transformación de los artistas. “Estamos bendecidos con la sorprendente cantidad de canciones de alta calidad que son, sin duda, superiores a cualquier generación. […] Lo más emocionante de la música pop en estos días, es la meritocracia pura. Una canción que pueda definir la carrera de un artista desconocido como Lorde´s Royals es un fuerte golpe una figura mediocre como Lady Gaga. […] Muchas personas como yo, son fans de las canciones en lugar de los artistas. En una rima, Kayne puede ir de brillante a idiota” (Hill en Maclean´s, traducción propia).

Márco Teórico

La música nos acompaña en cualquier lado, no importa el género, el idioma o la duración. La escuchamos en el coche, en el transporte público, en la escuela, en restaurantes, en una sala de espera, en películas, en fiestas… en dónde sea, consumimos música. Probablemente sea uno de los productos con más demanda, y como todo producto hay una industria completa y bien planificada, cullo principal objetivo es vender, es generar ingresos.

Y como la mayoría de los productos pensados, fabricados y diseñados para el consumo de masas, son de mala calidad, de poca duración y sin un contenido único.

Todos preferimos cierto tipo de música porque nos identificamos con ella. La música pop, como ya se mencionó antes, hace uso de las mismas temáticas, principalmente el amor, fiestas y diversión. “La música pop implica la expresión de sentimientos fuertes, en particular de sentimiento negativos: tristeza, pérdida, soledad, frustración. […] La apreciación de la música americana significa empatía, un sentimiento de simpatía e incluso el identificarse con el intérprete, una forma de religiosidad, un sentido de inspiración colectiva” (Frith 18, traducción propia).

Claude Lévi-Strauss, filósofo, abogado e importante teórico en aspectos sociales, comenzó por la difusión de las teorías psicoanalíticas en Francia, aquellas que hacen psicoanálisis por medio de un método científico. Lo llevaron a adentrarse en Freud ya que, “los filósofos empeñados en perseguir lo “racional” se muestran incapaces de descifrar los verdaderos significantes del psiquismo profundo. En este sentido, Levi-Strauss se aproxima a la lectura de Freud hecha por Lacan en el contexto de una crítica de cogito cartesiano” (Fages 23).

En cuestión de geología, “la tarea acometida por Lévi-Strauss con los documentos de la cultura humana no será una descripción geográfica de la superficie, sino una excavación geológica” (Fages 24). Es la intención de profundizar en lo que hubo antes de lo que se estudia actualmente ¿Cómo lo que es actualmente, es posible gracias a lo que fue o lo que hubo antes?

Finalmente, toma a Marx como paradigma. Argumenta que fue un gran punto de partida de la filosofía que va de Kant a Hegel. Es un modelo a seguir gracias a su nuevo método científico lógico que permite entender y profundizar en la realidad social. Sin embargo, no se mete con el tema económico.

Por lo que en su estructuralismo, Levi-Strauss se enfoca prácticamente al método científico, sin dejar de lado por supuesto, la importancia de la filosofía. Redefine el estructuralismo (la estructura) de los grupos sociales, por medio de la lingüística, comenzando por el parentesco.

Lévi-Strauss dice que la sociedad se puede interpretar como un conjunto, de acuerdo a sus niveles: parentesco y matrimonio, ya que reflejan la comunicación en grupos, las económicas para la comunicación de los bienes y servicios, y las lingüísticas para la comunicación de mensajes. Estas se relacionan entre sí. El lenguaje entonces se convierte en aquello que une y homogeniza a estos sistemas, es la base para comprender su desarrollo y relación.

Su teoría, se implementa como análisis de la vida social (método estructural), que tiene como finalidad hacer estudios de las relaciones entre el parentesco, la economía y la lingüística que al final, tienen relación ya que cada uno se encuentra dentro de otro y cada uno da puntos de entendimientos para el otro sistema. “Todos los fenómenos sociales son fenómenos de comunicación y, en consecuencia, fenómenos lingüísticos” (Jaramillo en ÁGORA).

No se habla de grupos ubicados en espacio o tiempo. Lévi-Strauss, comparó la sociedad moderna con la antigua y postuló que así como nuestros antepasados requerían de ciertos simbolismos miticos para comprender su mundo, las sociedades modernas establecen ellas mismas aquellos símbolos que en teoría ayudan a equilibrar y ordenar a los grupos.

“En oposición a la fenomenología, aparece el estructuralismo como una tentativa de disolver al sujeto humano en los sistemas develados por la ciencia. Para esta nueva corriente de pensamiento, el hombre ya no es un sujeto capaz de asumir enteramente su existencia, sino un objeto recorrido por encadenamientos inconscientes.” (Florían, 116)

En este sentido, el individuo es víctima de leyes y reglas del que él no es consciente al igual que no lo es del habla. Al hablar no se está consciente totalmente de lo que se está transmitiendo, puesto que se pierde o se distorsiona lo que se tienen en el pensamiento, es imposible comunicarlo y que el interlocutor lo entienda tal y como fue creado en nuestra mente.

Esta inconsciencia es la que hace que haya un factor común en los hechos sociales. El inconsciente se alimenta entonces, de las leyes estructurales impuestas y de factores externos como emociones o recuerdos, que ordena y así formar una línea o una imagen. “Hay un estrecho nexo entre lo “social”, lo “simbólico”, el “sistema” y lo “inconsciente” […] Los hombres hacen que las cosas hablen, que simbolicen; para ello disponen de una “ciencia” en común: el lenguaje. “(Fages 56)

La música pop, es un el claro ejemplo de la trasmisión de un mensaje, de comunicación inconsciente, como lo es probablemente, el resto de la música creada por el hombre. Un lenguaje que está plasmado no sólo en las letras de las canciones (en caso de que estas la contenga), sino también melódicamente. El autor trata de transmitir algo, que claramente tiene la intención de llegar al inconsciente del receptor. Quien por medio de sus leyes y parámetros organizara y comparará con experiencias o sentimientos pasados y presentes. Incluso aunque conscientemente no logre encontrar relación entre su vida y la canción, habrá algo que le guste o que no le guste y podrá no estar claro para el, pero en cualquiera de esos casos, seguirá o no consumiendo ese género, a ese autor o al cantante y es ahí en donde se encuentra el mensaje y la respuesta del inconsciente.

Quizá para quien tenga un conocimiento musical mucho más profundo, quien haya dedicado cierto tiempo al estudio de este complejo lenguaje, sepa analizar a conciencia lo que el o los autores quieren que el receptor sienta y así decidir o descubrir por qué sí o no está funcionando en ellos.

Sin embargo, para ambos casos, están decidiendo y actuando bajo leyes, paradigmas y simbolismos establecidos por una sociedad que requiere de un equilibrio y de una organización. En ambos casos vamos a responder inconscientemente a aquello que creemos correcto, a aquello que se nos ha enseñado, aunque creamos que estamos siendo analíticos.

Resultados

En los últimos años la industria de la música pop ha sido víctima de un sin fin de críticas, ya sea con argumentos técnicos, sociales o simplemente por seguir una corriente de pensamiento que a veces no profundiza demasiado en un análisis que realmente justifique esta crítica.

Si bien en gran parte, cuando surgió este género sólo era criticado por las corrientes más conservadoras, ahora de esa época se tienen en general muy buenas referencias y se dice que fue el parteaguas para muchos otros géneros y corrientes considerados como grandes aportaciones musicales. Con la necesidad de vender y probablemente con los avances tecnológicos, se dice que va en decadencia y que no es más que un simple producto que profundiza de forma negativa en muchos aspectos de la vida de los seguidores de ésta música. Principalmente en jóvenes que toman como referencia o como modelos a seguir a los representantes de este género, a aquellos que muchas veces, se han vuelto famosos y han ganado renombre a nivel mundial por innovaciones, tal vez no musicales, pero sí en cosas que van de la mano con su aspecto físico, escándalos personales o publicitarios. Reflejando así, la venta de una imagen y no de un producto que tenga con un contenido de calidad. Cayendo entonces en la venta de escándalos, de objetos que nada tienen que ver con la música, de un aspecto físico, en muchos casos incluso la venta de tecnología reflejada musicalmente, pero dejando al ultimo la esencia de las piezas que en teorí,a el público busca.

La parte negativa del consumo de estos productos no es, evidentemente que la gente sólo escuche música pop, nadie tendría el derecho de decirle a los demás qué escuchar. Lo malo es que el consumo de estos productos nos es resultado de un gusto meramente musical, sino de una muy bien pensada publicidad, de la repetición y de identificarse con algo que otros hacen cotidiano en nuestras vidas.

Cuando era niña, era una gran consumidora de la música pop. Hacía que mis padres me compraran los casetes de Paulina Rubio, de Ha-ash, Shakira y muchos otros cantantes. Mis padres, nunca lograron descifrar en donde escuchaba toda esa música con la que ellos jamás habían tenido contacto.

Cuando trato de recordarlo no tengo éxito. Probablemente mis compañeritos de la escuela cantaban esas canciones, en el supermercado las ponían como ambientación o en la televisión sonaban constantemente. Pero a los dueños de la industria no les importa en dónde escuches su producto, sino que después de escucharlo un par de veces lo compres, lo cantes, lo sigas escuchando y así lo promociones para alguien más.

A las reglas y parámetros, le aumentamos las decisiones orilladas por los intereses económicos, políticos y sociales de las figuras con “mayor poder de decisión” y obtenemos entonces, una cultura de la música pop extremadamente manipulada y a la que se nos ha orillado a tomar casi como única. Una cultura estereotipada y comercializada. Para muchos vacía, que le ha sido impuesta principalmente a jóvenes y niños como un modelo a seguir, en donde las “estrellas” y sus acciones parecen ser lo que realmente vende y lo que tiene de importar, dejando en el último de los planos el contenido musical.

Tras esto, llega entonces la idea de que el contenido dentro de las canciones pop, resulta ser el único que realmente se puede relacionar, lo único que logra entender los sentimientos, forma de ser y de vivir del fanático. Por lo que se convierte en una especie de círculo vicioso. En un mercado en donde este género es el más impuesto, por lo que es el más conocido, se convierte en el más demandado y nuevamente se tiene que producir masivamente.

A lo largo de este trabajo se ha intentado plasmar y dar a conocer el gran mercado detrás de las canciones y artistas más conocidos a nivel mundial de la música pop. Según una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en el 2012, los principales consumidores de las estaciones radiofónicas que transmiten en gran parte música pop, en el Distrito Federal, son los jóvenes de 18 a 35 años y los dos primeros lugares en estaciones más sintonizadas son: Alfa 91.3 y Los 40 principales.

Cada una de estas estaciones, hace votaciones a lo largo de la semana para presentar las 10 y las 40 canciones más populares, respectivamente, el fin de semana.

Para responder a la pregunta: ¿Qué país es el mayor productor de esta música? Por lo menos en México, podemos hacer un breve análisis de estas listas.

Estas son las fechas de tres fines de semana del mes de abril de Alfa 91.3.

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Listas del AlfaConteo, alfa913.mx .  Publicadas el 11, 18 y 25 de abril del 2015 respectivamente. Revisadas el 29 de abril del 2015.

Así quedaron las votaciones de Los 40 principales, de enero a abril. Las listas fueron elegidas aleatoriamente.

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Lista del 17 de enero del 2015. Los40.com.mx Revisado el 29 de abril.

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Lista del 21 de febrero del 2015. Los40.com.mx Revisado el 29 de abril.

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Lista del 2 de marzo del 2015. Los40.com.mx Revisado el 29 de abril.

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Lista del 25 de abril del 2015. Los40.com.mx Revisado el 29 de abril.

Como era de esperarse, las listas de ambas estaciones no cambian demasiado, incluso aunque unas sean del mismo mes y las otras de meses diferentes.

En las listas de Los 40 Principales, los primeros 4 lugares nunca son ocupados por alguna canción en español, estas se encuentran entre los lugares 5 a 7 por primera vez y de los 4 meses revisados, solo la lista del 25 de abril alcanza las 21 canciones en español, aunque no necesariamente por artistas mexicanos. En el resto de los conteos, la cantidad de estas canciones son 14, 16 y 19 respectivamente, no llegan a completar la mitad de los listados. Mientras que dentro de los conteos de Alfa 91.3 no hay ninguna canción en español.

Los artistas que más se repiten en ambas estaciones con canciones en inglés son: Ellie Goulding, Maroon 5, Bob Sinclair, Mark Ronsosn en colaboración con Bruno Marz, Calvin Harris con varias colaboraciones, Sam Smith, Taylor Swift y DJane Housekat. La mayoría de Estados Unidos o de Reino Unido.

Mientras que de los artistas con canciones en español y que se encuentran en las listas de los cuatro meses revisados son: Kalimba, Thalia, Kinki, Sasha Benny y Erick, Ha-Ash, Natalia Jimenez, Natalia Lafourcade y Enrique Iglesias colaborando con algún otro artista. Sorprendentemente, todos pertenecen a la disquera Sony Music excepto Enrique Iglesias, quien firma con Universal Music.

Esto nos dice que al menos en México, consumimos música pop mayormente de Estados Unidos y Reino Unido y que la disquera que domina nuestro idioma es Sony Music.

“El éxito de la música pop, como el resto de cultura popular, tiene mucho que ver con la ilusión y con apelar a las fantasías de la audiencia. […] Tales estrellas también deben considerarse como entidades económicas, que se utilizan para mover al público y promover los productos de la industria musical” (Shuker 70, traducción propia).

Son los jóvenes los mayores consumidores de esta música vacía, simple e industrializada. Son jóvenes que crecen a la par de sus artistas, que los siguen y los defienden tremendamente, al grado de crear guerras en redes sociales, de tatuarse el nombre de su estrella favorita o llorar descontroladamente frente a una cámara de televisión por no encontrar ya boletos disponibles para un concierto.

Estos jóvenes nos comprueban día a día que lo que siguen es la imagen del artista y no su trabajo, Sus modelos a seguir cambian radicalmente y en un tiempo muy corto su imagen, con el fin de cumplir con las exigencias de la industria, con la única finalidad de seguir posicionados dentro de los primeros lugares de la listas de las radiodifusoras. Entonces si un intérprete con muchos seguidores, de pronto se rapa la cabeza, a los 2 meses veremos a un sin fin de jóvenes que se raparon la cabeza justo de la misma forma. Pero no veremos a esa misma cantidad de personas con toda la discografía de este artista, la mitad no conocerá más de 5 canciones o no tendrá idea de cuales fueron los inicios de este nuevo ícono. En pocas palabras, no se interesará por su trabajo, sino por su tan popular imagen.

Todos estos artistas con éxito en muchas estaciones de radio musicales, quizás a lo largo del mundo, se deben a grandes disqueras, tienen detrás de ellos inmensos contratos y probablemente a un asesor de imagen que lleve desde el aspecto físico del artista hasta sus publicaciones en redes sociales. El mercado para la audiencia es muy reducido, al fanático del pop no le queda más que elegir entre escuchar a Justin Bieber o a Taylor Swift, sin darse cuenta que hay un sin fin de artistas independientes, que ofrecen una gran calidad musical, con letras y melodías con las que se podrían sentir mucho más identificados, que les podría llenar mucho más, pero que no tienen el éxito ni los escándalos de sus estrellas, simplemente porque no se han integrado a esta limitada y difícil industria.

Esto es fácil de demostrar, todas las estrellas (por lo menos aquellas que no tienen padres o gente cercana a ellos que llegaran antes al estrellato), comenzaron siendo artistas independientes. Artistas dedicados sanamente a la música, como una profesión. Muchos sin importarles que los descubriera un agente o una disquera. Muchos otros en busca continua de una oportunidad, pero todos comenzaron sin escándalos y sin asesores de imagen. Empezaron siendo primero artistas que vendían su música, trabajo y talento. Luego, la industria y la importancia del dinero los convirtieron en celebridades que vendían imágenes y escándalos.

Hay todavía mucho que decir sobre este tema, hay mucho que analizar. Esto no es otra cosa que una invitación para detenerse y reflexionar sobre lo que realmente consumimos y sobre lo que realmente nos gusta. Una invitación para seguir adentrándose más en el mercado de la música pop. Pero absolutamente no es una invitación para dejar de escuchar este género, si es que el escucha se siente bien con él, con la esperanza de que lo haga a conciencia y abierto a cualquier otro artista o género, sabiendo que popularidad no implica calidad.

Conclusiones

La música pop sí ha decaído en contenido lírico y melódico. Aunque muchas veces se hace uso de nuevas tecnologías que le brindan mayor calidad, sin embargo es cada vez más simplista. Su éxito se debe principalmente a la mercadotecnia y a una elaborada imagen del artista que se muestra como un modelo a seguir ante sus fanáticos.

Fuentes citadas

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Fuentes consultadas

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