La siguiente investigación es una breve exposición de investigadores y expertos en la materia de lo digital y cómo eso ha venido a revolucionar la manera en la que los humanos crean conexiones y con esto, las implicaciones que han tenido las relaciones interpersonales desde que existen las redes sociales. Algunos de los descubrimiento fueron los efectos que tienen las parejas casadas con el uso de Facebook, al punto en el que estos problemas ocasionados por las redes sociales llevan al divorcio. Otro descubrimiento, fue la teoría de Eva Illouz sobre la liquidez de las relaciones en el mundo posmoderno donde el paradigma central es el capitalismo.
Este es un trabajo de Montserrat Aguilar realizado para la materia “Taller de Investigación Documental” de la Ibero Ciudad de México (Mtro. Eduardo Portas, Primavera 2018).
Palabras clave: redsocial, hiper discursos, relaciones interpersonales, prótesis, círculossociales, relaciones erótico-afectivas, Facebook
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El mundo que nos acoge
Desde muy pequeña me han dado curiosidad las relaciones de pareja y yo he vivido una parte importante de mi crecimiento, experimentando estas relaciones a través de un digitalismo cada vez más marcado. En el último año, he estado analizando -y posteriormente cuestionando-, cuáles son las implicaciones que todo este mundo digital, el cual es bastante reciente, tiene sobre la manera en la que las personas construimos nuestra persona y las relaciones en nuestra vida.
Es un mundo en el que las relaciones interpersonales se entrelazan de manera cada vez más compleja, y aunque empíricamente y sacando mis deducciones he entendido mucho de cómo funciona el mundo, el objeto de esta investigación es justamente exponer más allá del empirismo, cómo los investigadores de diferentes ramas de estudio tales como la sociología y psicología, han estudiado todos estos cambios. Y a manera de exponer los resultados de su metodología, quizás entender un poco más de cómo se constituye el mundo posmoderno y sus nuevas formas de comunicación que crean redes. Si bien el tema en general es la relación entre la forma de crear relaciones humanas con el uso de redes sociales, elegí la plataforma de Facebook ya que se me hace la más amplia en sus características como herramienta creadora (y que afecta) las relaciones que mantenemos con otros seres humanos.
Este tema no necesariamente se tiene que entender como una problemática, sino como un fenómeno catalizador de cambios. Quizás no sea imperativo, más sí interesante, el saber cómo nos desenvolvemos en un mundo cada vez más caótico.
Para este trabajo se utilizó la técnica de investigación documental. Sin embargo, para una investigación que ahonde más en los efectos cuantitativos sería necesario elaborar métodos de investigación, tales como: entrevistas, encuestas y otro tipo de mediciones con números duros. Esta investigación se basó en autores de años recientes y en el trabajo de la maestra en comunicación y estudios sociales: Eva Illouz.
La digitalización y las relaciones según la comunidad de investigadores
Este estado del arte aborda información sobre el impacto de Facebook en la manera en la que nos relacionamos. Para entender a Facebook tenemos que entender el término red social. Aunque se piensa que es un término relativamente nuevo, esto es falso. Desde que existe el ser humano como Homo Sapiens, hemos construido redes sociales para comunicarnos. Una red social según la definición publicada en la página de la BBC es: Facebook es una aplicación desarrollada el año 2004 por Mark Zuckerberg, y hasta nuestra fecha se mantiene vigente. Su impacto en el mundo es colosal, ha cambiado todo nuestro entorno. Desde la manera en la que conectamos, hasta las telecomunicaciones y publicidad, Facebook sin duda es la definición de una red social exitosa.
Los siguientes artículos presentados tienen en común el mismo tema: el impacto de las redes sociales en la vida personal, y consecuentemente, en las relaciones interpersonales de cada individuo. Las redes sociales digitales son un fenómeno relativamente nuevo, en sus inicios nadie pudo vislumbrar el gran espacio que ahora tienen en la sociedad actual.
Las redes como auxiliar para crear identidades y autoestima
Para empezar, indagué un poco sobre textos que abordaban primero el tema de manera más general. El primero de estos es un artículo de la revista Íkala:Revista de
Lenguaje y Cultura, llamado“The Construction of Facebook as an Affective Prosthesis”.En este, los autores hablan del tema de identidad como algo que no construyen los seres humanos por sí mismos, sino que se construye en un ambiente social. “Sugiere que la identidad no es una característica individual, no es una expresión de algo innato de una persona, es más bien un producto social. Es el resultado de un experimento social, por ende, realizado en contextos diferentes” (Zhao, Grasmuck y Martin en Rivero, Aldana, y Baquero, 2014, p. 151).
La identidad personal entonces se piensa como un constructo social, en el que influyen y participan las demás personas en nuestros círculos. Estos círculos pueden ser cercanos y presentes en nuestra vida real, pero con la revolución digital y el Internet, estos círculos se amplían a posibilidades casi infinitas en los cuales los obstáculos se eliminan, como por ejemplo la lejanía geográfica. Ahora podemos crear círculos a través de redes digitales.
No solo la identidad está construida con base en las personas con las que convivimos, sino que también tiene su base en los productos que creados por la cultura. Esta idea ronda en mi mente desde hace tiempo: somos un producto de lo que más nos hicieron ser.
Si pensamos en la identidad personal como un constructo social en el que influyen los demás e incluso la cultura en la que nos desarrollamos, hay que pensar en las redes sociales como un vehículo para esta construcción.
Facebook es justamente un facilitador de la creación de estos círculos. “Aguilar, D. y Said, E. (2010) recalcaron los elementos que permiten que una población joven creen su identidad y subjetividad en Facebook. Usando estos, los usuarios son capaces de crear y recrearse a ellos mismos sin cesar” (Rivero, Aldana y Baquero, 2014, p. 151).
La creación de identidades a través de estas redes tienen un proceso no tan claro. Tomemos como ejemplo un joven adolescente con acceso a Facebook que está descubriendo quién es él en el mundo. Los cuestionamientos principales son: ¿Con quién convivirá? ¿A qué círculo pertenece? ¿Qué tipo de persona es? ¿Cuáles son mis gustos e intereses? Al aceptar personas en la red social .
“Los capitales del muro de Facebook emergen primero como el hiper discurso más recurrente, donde se encuentran: hiper discursos de afección, hiper discursos de interacción social e hiper discursos de entretenimiento” (Rivero, Aldana y Baquero, 2014, p.154). Es decir, en el muro de Facebook, uno puede crear conversaciones de lo más simple hasta lo más desarrollado posible en el que se puede: crear vínculos afectivos, interactuar, entretenerse.
El título mismo de este artículo lo dice, Facebook sirve como una prótesis afectiva que nos ayuda como una muleta para conseguir lo que queremos en cuestión de creación de identidad y vínculos. A lo que se refiere con hiper discurso es que toma muchas formas. En Facebook podemos relacionarnos vía fotos, videos y texto. Esta multimedia contribuye a la creación de uno mismo. Las redes sociales digitales revolucionan la comunicación de muchas maneras.
Pongamos como ejemplo las cartas, que en épocas anteriores se usaban para comunicarse. Ahora con un simple chat uno se puede comunicar al instante. La inmediatez es otro factor que causa que sea más eficaz Facebook (o cualquier red social), es mucho más práctico entablar una conversación y la comunicación en general. El artículo propone que el muro de Facebook es un espacio en blanco que se llena con nuestras interacciones son otras personas (o nosotros mismos) y que crean y a la vez reflejan quienes somos y cómo interactuamos con otros. En él, se encuentran hiper discursos relacionados con el área afectiva, es decir, con las emociones. Estos discursos ayudan a la persona a encontrarse a sí mismos y en el camino, crear lazos emocionales con otros grupos de personas que comparten lo mismo.
Es importante observar, que las relaciones interpersonales y las redes en las que se crean, están íntimamente relacionadas con conceptos como: identidad, autoestima, bienestar mental. Al ser afectados conceptos como: identidad, conectividad, y sentido de comunidad, entonces, salen afectadas las relaciones interpersonales. En el artículo “Psychological Impact of Social Networking Sites: A psychological Theory” de la revista UVJournal of Research,losautores proponen que los SRS (sitios de redes sociales) permiten que haya conexiones y que se sigan conociendo nuevas personas, lo que se considera un efecto positivo de los SRS para gente que tiene baja autoestima.
Se menciona a un autor de nombre Ellison, que dice que las relaciones virtuales no necesariamente eliminan a las del mundo real y por lo tanto, no necesariamente tienen un efecto negativo en el bienestar emocional de una persona. (Lasala, Galilao y Boquecosa, 2013, p. 82)
La barrera de lo real y lo virtual
Este artículo tiene un punto de vista positivo ante las redes sociales, ya que según los autores que mencionan, sirven como una palanca para las personas con baja autoestima ya que con las redes sociales digitales pueden crear nuevas relaciones o reforzar las relaciones estancadas. Sin embargo, se menciona también, que el usuario tiene la misma satisfacción en el mundo virtual que en el mundo real pues, en lugar de ser “prótesis” como lo menciona el artículo anterior, se convierten en un sustituto de la vida real cuando son llevadas al extremo. Lo cual no tiene implicaciones tan positivas.
¿Por qué ocurre esto?
La interacción social en el mundo virtual es prácticamente sin responsabilidades y sin aceptar las consecuencias de lo que sucede. La gente se siente más a salvo en este no contexto: donde no hay represalias y no hay compromisos en ese hedonismo virtual. En el mundo real donde las normas sociales están presentes y la conciencia prevalece, la gente está más a la defensiva y es más circunspecta. El efecto neto es que en el mundo real, el círculo social de un individuo se disminuye mientras el círculo social virtual se expande (Lasala, Galilao y Boquecosa, 2013, p. 82).
Quizás esto significa, que las redes sociales digitales han sido tan eficaces en nutrir las relaciones de personas que les cuesta hacer esto en la vida real y que que incluso las relaciones virtuales han llegado a un punto en el que reemplazan a las relaciones en la vida real. Pero entonces la cuestión es: ¿Hasta qué punto es saludable y beneficioso el uso de las SRS en una persona que no tiene un buen estado psicológico (es decir, que tiene baja autoestima e inclusive depresión)?
Según el psicólogo social Ervin Goffman (citado en Young, 2009), las personalidades virtuales son aquellas que se usan como reflejo del verdadero ser, que pueden idealizarse para agradar a otros. Además, se utilizan muchas poses adoptadas que revelan conformidad y en las que prevalecen códigos tanto masculinos como femeninos” (Herrera, Pacheco y Palomar, 2010, p. 8)
[…] Es significativo que los adictos a Facebook son más propensos a la depresión, a ser menos asertivos, a tener menos calidad de relaciones tanto con amigos como con la familia, o a tener más dificultades para hablar en público que los no adictos […] Esto quiere decir que, en relación con los no adictos, los que sí lo son tienen una mayor propensión a la depresión, no tienen relaciones familiares tan buenas y presentan menor nivel de autoestima general y total. En resumen, se comprobó una relación estadísticamente significativa entre la adicción a Facebook y la baja autoestima, la depresión y falta de habilidades sociales. (Herrera, Pacheco y Palomar, 2010, p. 16)
La problemática entonces se vuelve tal que impacta en la disciplina de la psicología, sobretodo las patologías. El mundo virtual ayuda a individuos introvertidos o con baja autoestima a fortalecer sus relaciones e interactuar con personas que en el mundo real ya no pueden socializar con ellas (ya sea por distancia, diferentes horarios, etc.). Uno puede llevar dos vidas: la virtual y la real; si se le da más tiempo a cultivar relaciones online, es más probable que los círculos en vida real disminuyan. Se tiene que tener en mente la división entre una red social que funciona como prótesis o muleta que nos auxilia para reconectarnos y dar mantenimiento o relaciones, y cuando se vuelve un sustituto de la realidad.
[…] una proposición anterior hecha por Wellman y sus colegas (1996) que usando SRS (sitios de redes sociales) se le da acceso a que la gente siga manteniendo conexiones y conociendo nuevas personas. Bargh y sus colegas (2002, 2004) hablan del efecto positivo de los SRS para gente con baja autoestima y que buscan un bienestar emocional. Ellison (2007) dijo que las relaciones virtuales no necesariamente eliminan las relaciones del mundo real. De hecho, pueden ser usadas para traer relaciones viejas de regreso y preservar el contacto con ellas, a pesar de cambios en la vida real […] (Lasala, Galilao y Boquecosa, 2013, p. 82)
Entonces, no podemos aplicar juicios morales. Las redes sociales no son ni buenas ni malas, sino es el uso que se le da y los excesos que conllevan. En primera instancia, es una herramienta que promueve la comunicación y que quita obstáculos geográficos o temporales. El nombre mismo lo explica son “redes sociales”, ¿pero en qué momento dejan de ser “sociales”?
El problema es cuando lo virtual se vuelve real. Cuando lo que sucede dentro del aparato se vuelve la realidad máxima y se evita lo de afuera, ahí es cuando se vuelve confuso. Podría parecer que si se lleva a cabo un charla con un amigo por horas vía redes sociales se está manteniendo una relación real, pero en qué momento lo virtual transgrede la barrera de lo real. ¿Cuál es la verdad?
Las redes sociales se entendieron en un inicio como una forma plástica de relacionarse. Después, se pensó que eran la extensión del mundo real pero este texto propone el axioma de que ahora el mundo virtual ha pasado a ser el mundo real ya que en él pasamos la mayor parte de nuestro tiempo e invertimos mucho energía, creamos relaciones y por lo tanto creamos perspectivas y formas de ver el mundo que son diferentes.
Relaciones erótico-afectivas
Las relaciones erótico-afectivas son una parte muy importante de las relaciones interpersonales y que no deberían de dejarse de lado cuando se quiere entender las redes y la conexión que se tiene con el mundo.
En un estudio de Estados Unidos de la revista Computersin Human Behaviourdel año 2014, se aborda la siguiente relación: el uso de Facebook y la tasa de divorcios. “El primer reporte fue emitido en 2009, cuando un ejecutivo de ‘Divorce-Online’ en el Reino Unido, Mark Keenan, encontró que la palabra “Facebook” apareció 989 veces en 5000 de las peticiones de divorcio más recientes. De igual manera, una encuesta del 2010 por la ‘American Academy of Matrimonial Lawyers’ (Academia Americana de Abogados Maritales en español o AAML por sus siglas en inglés), encontró que cuatro de cinco abogados reportaron un incremento en el número de casos de divorcio en los cuales se citaba evidencia derivada de Facebook (AAML, 2010). Sitios web han sido desarrollados para la detección de engaños vía Facebook, así como FacebookCheating.com, que da tips en cómo descubrir infidelidades de un esposo/esposa usando la red social.” (Valenzuela, Halpern y Katz, 2014).
Incluso, hoy en día es común oír a manera de anécdotas, problemas enraizados en perfiles de redes sociales. El famoso coqueteo online, el dilema de poner pública la relación, los likes etc. No es raro que actualmente muchos problemas reales deriven de la vida online y menos si consideramos que cada vez es más grande el porcentaje de personas que conocen a sus parejas en las redes. Ya hablamos anteriormente de cómo lo virtual no necesariamente es falso, y que incluso puede suplantar lo que se vive en la vida real.
El estudio indaga lo siguiente: “Las encuestas mostraron como resultado la correlación positiva entre el uso frecuente de SRS (sitios de redes sociales) y las variables que reflejaban una peor calidad en el matrimonio, y en general infelicidad o también personas que experimentan relaciones tormentosas e incluso que están pensando en la separación” […]“Investigación previa ha asociado el uso de las redes sociales con capital que enriquece las relaciones (ej., apoyo emocional de amigos cercanos. Ellison y sus colegas (2007) argumentan que dadas las capacidades de búsqueda, ofrecidas por las redes sociales, para formar grupos con base en individuos con intereses relaciones o necesidades, Facebook hace más fácil que otros encuentren situaciones similares y encuentren apoyo emocional, apoyo social y sentido de pertenencia y compañerismo.” (Valenzuela, Halpern y Katz, 2014, p. 89)
La explicación de la investigación es que cuando hay momentos difíciles o de infidelidad, los usuarios casados se refugian en las redes sociales para encontrar apoyo con sus relaciones digitales y el contenido que se encuentra en plataformas. Esto es un ejemplo claro de la teoría que propone el primer artículo: usamos Facebook como una muleta o prótesis para llenar vacíos que el mundo real no logra llenar. Nos refugiamos en lo digital cuando la vida real es una catástrofe.
En otro artículo llamado “With or without you: does partner satisfaction and partner – directed violence influence the presence of a partner on women’s Facebook cover profile photographs?” de la revista Anales de Psicología investigasobre el fenómeno de las fotos de perfil y cómo esto puede hablar mucho de la relación con nuestra pareja. La hipótesis 1 formula que las mujeres satisfechas publican fotos de perfil con sus parejas como mecanismo para demostrar que tienen pareja y están orgullosas de ella, es decir las quieren poner como personas presentes en su vida. La hipótesis 2 formula que las mujeres en relaciones en las cuales ellas se encuentran sometidas a violencia o simplemente es una relación difícil, se ven obligadas a poner fotos de perfil. La primera hipótesis fue confirmada por el estudio. “El uso constante y activo de las RS (redes sociales) se puede ver como una espada de dos filos; puede intensificar resultados positivos por un lado y por otro puede intensificar la agresión” (Prokov, Morvayová y Fedor, 2016, p. 307).
Mientras las mujeres que tienen a sus parejas en su foto de perfil de Facebook no mienten sobre su relación y el 90% de ellas ponen imágenes de su relación actual, mujeres que no ponen a su pareja en fotos de perfil tienden a mentir o esconder el estatus de su relación. Una explicación posible está basada en las conclusiones descritas arriba: las mujeres están más felices y entonces no tienen por qué esconder su relación. En contraste, las mujeres menos satisfechas esconden su relación para así buscar relaciones nuevas en las cuales iniciarse. (Prokov, Morvayová y Fedor, 2016, p 310.)
Quizás es porque las relaciones reales son difíciles por naturaleza, existen malentendidos y fallas de código comunicacional, no solo a nivel verbal sino también nivel de gestos y comunicación extraverbal. La vereda más fácil es crear y/o fortalecer nuestros círculos sociales virtuales, no requieren tanto esfuerzo como las relaciones reales.
Este artículo resume en una oración lo que se ha visto en los artículos antes mencionados: “Las redes sociales son una espada de doble filo”. Así como se sabe que no todos los extremos son malos en cuestión de sustancias, las redes sociales no son diferentes. ¿Qué pasa en un mundo donde lo que es “extremo” en cuestión de redes sociales digitales no está tan marcado? Me refiero a que todo el día estamos conectadas, como un implante, lo cargamos por doquier. Raramente se cuestiona hasta qué punto es saludable usar las redes sociales y eso es porque normalmente se encuentran en dispositivos que son multiusos. En nuestros smartphones y computadoras contamos con herramientas como: alarmas, calendarios, calculadoras, notas, etc. Esto significa que sí, necesitamos los smartphones porque en ellos se encuentran incluidos mucho más herramientas que necesitamos al día al día. Incluso se puede pensar Facebook como una herramienta, ya no solo se usa para recreación. En ella podemos crear comunidades, eventos, álbumes fotográficos, grupos de salones de clases, grupos de negocios.
Ahora al aplicar lo del arma de doble filo, podemos encontrar repercusiones en distintas formas de relacionarnos. Existen las relaciones amistosas en línea, de trabajo, con desconocidos, con familia. En este caso, el artículo se refiere a relaciones amorosas.
En cuestión de relaciones amorosas, este artículo plantea que la foto de perfil es un factor para entender la estabilidad y satisfacción de las relaciones. Se llevó a cabo un estudio en Eslovaquia, donde los resultados dijeron que las mujeres, mientras más felices en sus relaciones, más tendían a publicar fotos de perfil con las parejas. Esto simboliza que las redes sociales funcionan como mecanismos que demuestran la fortaleza de las relaciones. Un simple hecho en Facebook repercute en la vida diaria hoy en día, ya no existe una separación entre lo virtual y lo real en lo que se refiere a las relaciones y las relaciones amorosas no se salvan de esto.
Si bien las redes sociales pueden servir para formalizar relaciones, por ejemplo, cuando ponemos el estatus de “Estoy en una relación” también pueden servir para distanciarlas o romperlas. Podemos colgar fotos de nuestra vida amorosa con nuestra pareja de manera que sirve para enseñarle al mundo quién es la pareja y como se diría de forma coloquial, presumirlos. Pero de igual manera, en Facebook se pueden esconder cosas.
Es una plataforma que sirve para demostrar amor o para demostrar que no hay amor. Funciona de maneras sutiles, pero que en la vida real he escuchado que son capaces de destruir relaciones. Hoy día, es común que las peleas entre parejas se den porque el otro le da like a otras mujeres, porque el otro no se compromete lo suficiente al no poner la relación pública. En este artículo, se enfocaron solamente en la foto de perfil.
Entonces, las redes sociales no solo funcionan como un auxiliar cuando se crea la identidad de una persona, sino que a través de la creación de esta identidad y sus efectos, se producen cambios o incluso, se producen desde cero relaciones nuevas interpersonales. El estudio demuestra en sus resultados que en efecto, incluso en una institución como el matrimonio Facebook es un factor que ha llegado a afectar al punto en el que hasta puede llevar al divorcio.
Mediación
Las redes también funcionan como mediadoras y filtros. Rebotan la información como pelota y se pasa de persona en persona. Podría aplicarse la teoría de la comunicación de dos escalones, donde la información antes de pasar directamente de los medios a las personas son mediadas por líderes de opinión, pero esa teoría tiene que volver a estudiarse para que su aplicación sea más coherente con los modelos más recientes de las redes sociales.
Lo que sí, es que las redes sociales influyen también en la cultura que consumimos, recicla eventos importantes y nosotros, selectivamente lo filtramos.
En el artículo el autor nos pone ejemplos de temas como personajes de libros, de cine, o temas metafísicos que no pertenecen a una realidad factible, sino que son temas remediados ya en otras maneras por medios de comunicación. Podríamos decir que es un tipo de “inception” en el que lo virtual habla de otros temas virtuales.
Pues bien, el Facebook se convierte en un complemento de las actividades propias de la relación cara a cara. Así, los usuarios planean, anuncian e invitan a sus actividades en ‘events’, donde deben confirmar su asistencia sin necesidad de otra mediación, como la telefónica; suben fotografías y videos de los eventos que ya sucedieron, entre ellos conciertos, fiestas, cumpleaños y marchas de protesta; se anotan y reclutan a otros miembros para diferentes causas a favor de los niños de la calle, las personas que viven con VIH, los animales, etc […] (Imaña, 2008, p. 3).
Impacto. ¿Qué pasa cuando se vuelve nuestra vida lo que está en una pantalla?
Rheingold, manifiesta que la gente se reúne en las comunidades virtuales de la misma manera en que antiguamente lo hacía en los cafés, con el fin de charlar y discutir, pero más que eso, esperando encontrarse con los conocidos de siempre y sentir ese calor de estar entre amigos, entre gente que, como uno, siempre se da una vuelta por ahí, por más de que tenga cosas que hacer (Imaña, 2008, p.4).
Las redes sociales digitales, en especial Facebook, comprueban ser igual de eficaces que interacciones sociales en la vida real. Estar en Facebook puede ser como tomar un café con amigos pero con el beneficio de no tener que estar cara a cara o sin la ansiedad que conlleva un encuentro social. Por otro lado, sirve como complemento para los eventos sociales. Por ejemplo, se pueden publicar fotografías y abrir comentarios sobre cierto evento social, es decir, no se reemplaza sino que se añaden elementos al evento que tomó lugar.
Estas comunidades virtuales, fortalecen los vínculos entre personas si son utilizados adecuadamente. En este artículo no se aborda el Facebook como un suplemento de la realidad por lo virtual, sino un complemento de este. Esta es otra teoría diferente ya que trata de en lugar de usar las redes sociales como algo que reemplaza nuestras relaciones en la vida real, las nutre. Sin embargo, yo creo que esta teoría solo aplica cuando el uso de las redes sociales digitales siguen siendo saludables. Por ejemplo, cuando se usa Facebook todo el día como adicción -es decir, que existe la compulsión de checarlo al punto que causa ansiedad al no hacerlo-, entonces podemos decir que está siendo más allá de un complemento una obsesión. Por lo cual, sí, las relaciones interpersonales se nutren pero hay un punto en el que cuando el individuo usa Facebook de una manera insalubre, ya no es un complemento sino que entra en el esquema que el artículo anterior mencionaba: se vuelve nuestra vida.
Las pantallas simulan darnos la calidez humana, simulan nutrir relaciones de todo tipo pero cuando nuestra vida se basa solo en eso, ¿sigue funcionado de esa manera? O acaso ocasiona todo lo contrario.
La frecuencia de uso que el ‘facebookero’ hace de la plataforma es media, cinco días a la semana, lo que implica el uso de la Internet en horarios de clases o de trabajo. Por supuesto existen usuarios que ingresan en el Facebook a diario y otros que lo hacen entre dos y tres veces. La medición es posible gracias a la bitácora que por defecto incluye la plataforma. (pp. 5) (Imaña, 2008).
Si hablamos del impacto que tiene Facebook en nuestras vidas, no debemos de olvidar mencionar la cantidad de tiempo que le dedicamos. Las horas que pasamos inmersas en nuestro celular cada vez aumentan. Cada vez pasamos más tiempo en redes sociales que haciendo otras actividades. Incluso, lo usamos dentro de horas de trabajo u horas escolares. Hemos llegado a un punto en el que no solo nos relacionamos vía Facebook durante el tiempo libre sino que lo usamos como una distracción de lo más pesado de nuestros días.
Illouz y el amor digital
En el Estado del Arte expuse directamente los artículos que están en boga y que demuestran los descubrimientos recientes sobre el tema de la relación entre redes sociales (especializandome en Facebook) y las relaciones interpersonales (en especial las relaciones amorosas). Sin embargo, no todo son datos duros ni ciencia, existen varias teorías que atribuyen el cambio de la sociedad actual a la que existía antes de la revolución digital al Internet y que no tienen que ver con encuestas o datos cuantitativos.
Elegí a Eva Illouz por su amplia trayectoria en el tema y por su trabajo escrito, el cual tiene relevancia porque se relaciona con temas como el consumo digital.
Datos básicos del autor
Eva Illouz nació en Marruecos el año 1961,cuenta con maestrías en comunicación y literatura, y un bachelorensociología. En el año 1991, recibió un doctorado de estudios socioculturales en la Universidad de Pennsylvania. Ha trabajado en diferentes universidades en todo el mundo en el largo trayecto de su vida laboral. Actualmente labora como profesora en el departamento de sociología en la Universidad Hebrea en Jerusalén.
Su impacto en las disciplinas de sociología y comunicación son innegables, a lo largo de su vida se ha dedicado a estudiar distintos fenómenos de las ciencias sociales. Ha escrito varios libros en los que dialoga sobre el amor y su relación con el capitalismo. También explora temas como identidad y la libertad de elección dotada por la maquinaria capitalista, que cada vez propone más ideas de consumo.
El capitalismo y el amor
En su libro “El Consumo de la utopía romántica: el amor y las contradicciones culturales del capitalismo” discute sobre cómo el amor ha salido afectado en las sociedades posmodernas, sobretodo en esas donde el capitalismo tardío es una realidad.
En esta investigación, se encarga de estudiar no sólo el concepto del amor por sí mismo, sino que los relaciona con ciertos productos del capitalismo tardío y sus efectos en las relaciones interpersonales. El libro fue aclamado e incluso fue galardonado como mejor libro por la ASA (American Sociological Association).
En nuestra sociedad occidental, uno de los productos más notorios del capitalismo tardío es la revolución digital, en la cual el Internet ha marcado no solo la comunicación de una manera superficial, sino que ha penetrado profundamente la manera en la que nos relacionamos y por ende, quiénes somos en el mundo.
El autor menciona conceptos como publicidad y ventas y como la imagen del amor es una historia que se usa para vender y manipular. Ahora bien, si consideramos que las redes sociales -sobretodo Facebook-, están íntimamente conectadas con el mundo de la publicidad, a través de ads, la publicidad entonces entra en este tema.
Un análisis de los avisos publicitarios con imágenes de parejas sirve para ilustrar cómo fueron cambiando los ideales en torno al amor. Estas imágenes nos revelan que la pareja estaba vinculada, primero, con los productos domésticos y la comodidad del hogar, y, segundo, con los productos para la expresión y el desarrollo del yo. (Illouz, 2009, p. 61-62)
Ciertamente, lo que influye sobre nuestra percepción de relaciones interpersonales no solo tiene que ver con lo que publican los contactos añadidos en nuestros círculos en redes sociales, también generan un impacto las empresas y corporaciones que llegan a nuestra pantalla y la imagen que quieren generar sobre nuestra psique y si lo que se nos vende puede ser desde un cachivache hasta la idea del amor, no nos queda de otra que analizar cómo esto puede transformar la manera en la que pensamos.
Es una realidad, Facebook a través de cookies puede llegar a la conclusión de que uno está involucrado en una relación amorosa (o simplemente con ponerlo en tu información), y con esto basta para que empiecen a bombardear con publicidad relacionada a la pareja. Desde vacaciones, condones, lugares para citas, en fin, hay muchas opciones.
El buffet amoroso de Internet
Illouz propone en su libro “¿Por qué el amor duele?” que el amor está más que nunca influenciado por el capitalismo y ¿cuál el vehículo principal de esto? El Internet.
Illouz culpa al Internet por la falsa ilusión de libertad que ofrece. Las redes sociales, básicamente son un buffet de opciones amorosas, incluso hay aplicaciones como Tinder que te permiten elegir una pareja como si de prendas se tratara. “La creciente cantidad de opciones que ofrecen las citas por internet, nos hace pensar como si fuéramos compradores o consumidores de personas”. (McVeigh, 2012) Illouz le atribuye a esto la idea de que siempre hay alguien mejor en el Internet esperándonos, e incluso, anecdóticamente todos hemos oído de los celos por Internet o incluso los engaños por estos medios. Facebook también funciona como un sitio donde las personas pueden elegir con quién relacionarse, o con quién formalizar una relación.
Conclusión
En general, esta breve investigación expone algunas de las problemáticas que pueden llegar a impactar nuestras relaciones interpersonales, como es el caso de los divorcios y rompimientos en las relaciones erótico-afectivas causados por celos en Facebook.
Las redes sociales pueden fungir como una herramienta que parece ser banal y de entretenimiento solamente, sin embargo, es un factor muy importante en nuestra sociedad. A veces solo vemos la punta del iceberg, pero es fundamental entender cómo nos cambia su uso, sobretodo porque no podemos negar que las redes sociales -especialmente Facebook-, las usamos diario y por ende tienen un efecto directo en cómo nos relacionamos. La prueba de esto son las investigaciones de diferentes autores del mundo y de diferentes disciplinas, que en sus artículos científicos y libros demuestran con pruebas (ya sean cualitativas o específicas).
El hecho es que no se pueden pasar por alto estas implicaciones en nuestra manera de comunicarnos con los demás y de desarrollar nuestras relaciones. A veces, omitimos el hecho de que Facebook no solo es una herramienta de juego sino que de verdad afectan nuestra psique y no solo a nivel intrapersonal, sino que afecta todo el entorno global.
Bibliografía
- Flores, S. (2014) “Redes sociales digitales: nuevas prácticas para la construcción cultural”. Editorial CONACULTA: México. Pp. 47- 48
- Herrera Harfuch, M., & Pacheco Murguía, M., & Palomar Lever, J., & Zavala Andrade, D. (2010). La Adicción a Facebook Relacionada con la Baja Autoestima, la Depresión y la Falta de Habilidades Sociales. Psicología Iberoamericana,18 (1), 6-18.
- Illouz, E. (2009) “El Consumo de la utopía romántica: El amor y las contradicciones culturales del capitalismo”. Editorial Katz: Argentina. Pp. 61a 62
- Imaña, T. (2008). FACEBOOK, TEJIENDO LA TELARAÑA DE LAS REDES SOCIALES. Razón y Palabra, 13 (1) Recuperado en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=199520934009
- McVeigh, T. (2012, 12 de febrero). Love hurts more than ever before (blame the internet and capitalism). The Guardian. Revisado el 13 de abril del 2018 en: https://www.theguardian.com/lifeandstyle/2012/feb/12/love-marriage-romance-valentine
- Prokop, P., & Morvayová, N., & Fedor, P. (2016). With or without you: does partner satisfaction and partner – directed violence influence the presence of a partner on women’s Facebook cover profile photographs?. Anales de Psicología, 32 (2), 307-312.
- Rivero Ortiz, G., & Aldana Gutiérrez, Y., & Baquero Rodríguez, M. (2014). The Construction of Facebook as an Affective Prosthesis. Íkala, revista de lenguaje y cultura, 19 (2), 149-166
- Valenzuela, S; Halpern, D.; Katz, J. (2014). “Social network sites, marriage well-being and divorce: Survey an state-level evidence from the United States”. Computers in Human Behaviour. Volume 36. Pp. 94-101.